Abril
Sábado 01 DE ABRIL DE 2023
Un Hijo ejemplar
Lucas 2:41-52
Así como el evangelio de Lucas es el único que recoge la historia de Simeón y Ana es también el único de los cuatro evangelios que nos cuenta algo acerca de la juventud de Jesús. Si no tuviéramos esta porción bíblica nada sabríamos de lo que fue la vida del Señor en todos estos años.
Exposición
Hijo de la ley (vv. 41-45). Un muchacho judío llega a ser hijo de la ley a los doce años y José y María subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. De una manera regular cumplían con las ordenanzas y fueron participaban juntos de la fiesta. La Pascua era la fiesta que conmemoraba la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto. La gente peregrinaba a Jerusalén en caravanas, por cuestiones de seguridad y fraternidad. José y María supusieron que Jesús iba entre ellos, pero cuando descubrieron que no se encontraba ahí, regresaron a la ciudad para buscarle (v. 45).
Hijo de Dios (vv. 46-50). Después de tres días de angustia le encontraron y se maravillaron, por todo lo que hacía y decía, en medio de los maestros de la ley. A la pregunta de María (v. 48), ¿Por qué nos has hecho así?, Jesús no responde con arrogancia sino con seguridad, pues sabía quién era; era muy consciente de su identidad como Hijo de Dios, como de su misión divina. María había dicho tu padre y yo (v. 48). Jesús respondió en relación a los asuntos de mi Padre (v. 49).
Hijo de sus padres (vv. 51-52). La excelencia de su calidad como hijo de sus padres terrenales queda demostrada en estas palabras, y estaba sujeto a ellos (v. 51). Siendo el Creador del universo, supo ocupar también su lugar como hijo obediente en medio de su familia. El verdadero hombre de Dios no desprecia los lazos terrenales, sino que cumple con sus deberes humanos.
Aplicación
Cristo es nuestra Pascua (1 Co. 5:7). El Cordero de Dios que fue sacrificado por nosotros. Y esta fiesta es la celebración de nuestra liberación. Es la expresión jubilosa y sencilla que nos recuerda que nuestros pecados son perdonados y que tenemos vida eterna. De los padres de Jesús aprendemos a permanecer fieles y unidos acudiendo juntos a la fiesta de la Pascua.
Pensamiento: Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con dios y los hombres. (Lc. 2:52)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por : Jaime Ardiaca
Domingo 02 DE ABRIL DE 2023
¡Arrepentíos!
Lucas 3:1-9
Lucas 3 nos contesta la pregunta que se hizo en el 1:66, ¿Quién, pues, será este niño? El niño en cuestión fue la criatura que llegaría a ser el poderoso predicador y profeta, Juan el Bautista.
Exposición
Las autoridades socio-religiosas (vv. 1-2). El capítulo empieza con una larga lista de autoridades socio-religiosas de la época de Juan el Bautista: Tiberio César, Poncio Pilato, Herodes, Felipe, Lisanias, Anás, Caifás, están todos nombrados. El cristianismo no nace en una burbuja metafísica sino en un momento concreto y literal de la historia.
La autoridad celestial (vv. 2-6). La autoridad celestial acompañó a Juan de una manera portentosa. En vez de formar parte de una institución religiosa dentro de la ciudad, Juan se encontró en el desierto con la palabra del Señor ardiendo en el corazón. Vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto (v. 3). Juan, como un predicador enviado por Dios, fue por la región contigua al Jordán predicando (v. 3). El hombre de Dios no fue especulando ni filosofando sino predicando la Palabra. El ministerio de Juan consistió en preparar el camino para Jesucristo, conforme a la profecía que el Espíritu dio a través de Isaías. El último versículo resulta sorprendente para un contexto judío: Verá toda carne la salvación de Dios (v. 6). Jesús no vino simplemente para ser el Salvador del pueblo judío sino de los gentiles también. Como bien destacó Jaime Ardiaca en su introducción a Lucas: «El Evangelio de Lucas es el evangelio para los gentiles».
¡Arrepentíos! (vv. 7-9). La predicación de Juan se caracterizó por una palabra que no goza de popularidad: ¡arrepentíos! Como explicó Martín Lutero en sus 95 tesis: «Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dice: ‘Arrepentíos’, quiere que toda la vida de los creyentes en la tierra sea de constante arrepentimiento». Tanto los profetas, como Juan, Jesús y los apóstoles predicaron sobre el arrepentimiento de forma continua. El pueblo de Dios es un pueblo que se arrepiente.
Aplicación
La autoridad de Dios reside dondequiera que esté su Palabra. La Palabra es infinitamente más importante que los poderes socio religiosos de nuestros días. Seamos fieles a la Palabra de Dios.
Oración: Padre, como Juan, ayúdame a glorificarte también en el desierto.
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por : William Graham
Lunes 03 DE ABRIL DE 2023
Un predicador en la cárcel
Lucas 3:10-20
Aunque Juan fuese enviado por Dios, hoy vemos cómo acabó en la prisión. En nuestro texto, Juan da mandatos específicos a gente concreta (vv. 10-14); anunció la venida de Cristo (vv. 15-18); y reprendió a Herodes, el tetrarca, por su vida pecaminosa (vv. 19-20).
Exposición
Mandatos concretos (vv. 10-14). Juan, como buen predicador, aplica su mensaje de arrepentimiento eficazmente a tres grupos específicos: a los publicanos, a los soldados y al pueblo en general. Al pueblo dice Juan: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo (v. 11). A los publicanos manda: No exijáis más de lo que os está ordenado (v. 12). Y finalmente a los soldados exige: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis y contentaos con vuestro salario (v. 14). Tales serían las marcas de vidas genuinamente arrepentidas.
La venida de Cristo (vv. 15-18). Puesto que muchos hablaban maravillas sobre Juan, él aclaró que no era el Cristo. Viene uno más poderos que yo… (v. 16). En vez de permitir que el éxito de su ministerio se le subiera a la cabeza, Juan se mantuvo con los pies en la tierra, acordándose de que el único digno de gloria es el Señor Jesús. No quería que las multitudes se fijasen en él; sino en el bendito Salvador. Resulta interesante que para Lucas predicar a Cristo es sinónimo de las buenas nuevas (v. 18).
Echado a la cárcel (vv. 19-20). Como sucedía tantas veces con los profetas del Antiguo Testamento, Juan fue silenciado por las autoridades civiles porque su mensaje iba en contra del pecado institucional. Juan era lo suficientemente noble como para seguir predicando la verdad de Dios aun cuando le costó su ministerio público.
Aplicación
Hoy quiero exhortarte hermano, hermana para que te prepares para la cárcel. Si vas a vivir una vida arrepentida para la gloria de Dios y hacer lo que sea para que Cristo sea exaltado conforme a su Palabra, vas a toparte con muchos enemigos. Sobre todo, quiero animarte a seguir anunciando la Palabra con fidelidad aun cuando te cueste tu ministerio público. Recuerda: Dios te ha llamado para servirle a Él, no para convertirte en un superhéroe espiritual. ¡Sé fiel a la Palabra, cueste lo que cueste! Dios es más grande y poderoso que Herodes.
Reflexión: Dios honrará a los que honran su Palabra. (1 Sam. 2:30)
Por : William Graham
Martes 04 DE ABRIL DE 2023
Jesús bautizado
Lucas 3:21-38
En nuestro texto, leemos acerca del bautismo del Señor Jesús en el Jordán (vv. 21-22) y su genealogía (vv. 23-38).
Exposición
Bautismo (vv. 21-22). Aunque Jesús no tuviera pecado de qué arrepentirse, se bautizó para cumplir toda justicia (Mt. 3:15). El Antiguo Pacto estipuló que los sacerdotes tenían que lavarse con agua antes de dedicarse a la tarea ministerial. Otra ordenanza fue la unción del sacerdote con aceite. Sin embargo, en el episodio del Jordán no leemos que Juan haya ungido a Jesús con aceite. ¿Por qué no? Porque el aceite simbolizó la presencia y el poder del Espíritu Santo. En el caso de Jesús el mismo Espíritu descendió sobre el Señor en forma corporal, como paloma (v. 22). ¿Por qué como paloma? A la luz del Antiguo Testamento, la paloma podía simbolizar buenas nuevas (Gn. 8:11) o un sacrifico para los pobres (Lev. 5:7, 12:8; etc.). Ambas verdades se cumplen en Cristo ya que la muerte expiatoria de Jesús es la buena noticia que pre amos a los impíos. Otro dato de interés es la revelación de la bendita Trinidad en el Jordán. El Hijo está en el agua. El Espíritu desciende sobre Él. Y desde el cielo se oye la voz del Padre: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia (v. 22). El Padre, el Hijo y el Espíritu están todos involucrados en el avance del gran plan de salvación.
Genealogía (vv. 23-38). Entre tantos nombres en la genealogía de Cristo, lo más maravilloso es reconocer que todos eran pecadores. ¡Hasta David, Noé y Enoc! A diferencia de la genealogía presentada por Mateo en su Evangelio, la genealogía de Lucas no se remonta a los días de Abraham sino a Adán porque Lucas es un gentil escribiendo a otro gentil (Teófilo) acerca del Salvador del universo. Lucas no está interesado en limitar el poder salvador de Cristo a la raza israelita.
Aplicación
Hay tantas verdades que pueden animar nuestro corazón hoy: Jesús es nuestro sacerdote y su muerte vicaria nos salva del pecado. Dada su divinidad, su sacrificio tiene vigencia eterna por lo tanto los que estamos en Cristo no podemos perdernos jamás. La ofrenda de Cristo ha pagado por todos nuestros pecados: tanto pasados como presentes y futuros. ¡Qué seguridad tenemos en la Roca de rocas!
Oración: Gracias Padre, gracias Hijo, gracias Espíritu por esta maravillosa obra de salvación
Por : William Graham
Miércoles 05 DE ABRIL DE 2023
Jesús tentado
Lucas 4:1-13
El diablo tienta a Jesús de las siguientes tres maneras: la conversión de las piedras en pan (v. 3), la gloria de todos los reinos (vv. 5-7) y el tirarse del templo (vv. 9-11).
Exposición
Piedras y pan (vv. 1-4). Es el Espíritu el que lleva a Jesús al desierto por cuarenta días. A diferencia de los hebreos que fracasaron y pecaron grandemente contra el Señor durante sus cuarenta años en el desierto, Jesús vence y triunfa sometiéndose enteramente a la Palabra del Señor. El diablo aparece cuando Jesús está en su momento más débil, y le dice al Señor, Di a esta piedra que se convierta en pan (v. 3). Seguramente el Señor tenía hambre después de un ayuno tan prolongado, pero rehusó usar el poder de Dios por fines egoístas. ¿Cuántos de nosotros, si tuviéramos el poder divino, lo usaríamos para satisfacer nuestros caprichos personales? Pero en Jesús vemos que el camino que conduce a la gloria no es la exhibición de uno mismo sino el de obedecer a Dios.
Gloria (vv. 5-7). Satanás revela su gran arrogancia al pedir que Jesús le adore. ¡Qué contraste con la sumisión de Jesús a la voluntad de Dios! Aunque Satanás ofreciese a Jesús toda la gloria de este mundo, Cristo bien sabía que de Dios, por Dios y para Dios son todas las cosas (Ro. 11:36). En última instancia, el diablo no poseía nada que no le había sido dado desde arriba.
El templo (vv. 9-11). En la tercera tentación, el diablo anima a Jesús a servirse de Dios y disponer de Él. Pero de nuevo, tal mentalidad es diametralmente opuesta a la voluntad de Cristo, el cual vino con el fin de servir al Padre y dejarse usar por Él. Lo que nos sorprende en este episodio es cómo Satanás sabe citar las Escrituras. No obstante, lo hace con un fin malévolo. Este ejemplo sirve para enseñarnos que no hay que creer a todos los que nos hablan en el nombre de Dios. Hay que examinarlo todo para ver si tal persona realmente ha sido enviada por el Señor.
Aplicación
La gran lección de hoy es que nunca debemos usar a Dios ni las cosas de Dios con fines egoístas. Tristemente, existe una clase de ministro que solo quiere cantar y predicar donde hay multitudes y dinero en medio. El verdadero seguidor de Cristo está dispuesto a negarse por completo con el fin de glorificar el nombre de Dios.
Pensamiento: Someteos pues a Dios; resistid al diablo y huirá de vosotros.
Por : William Graham
Viernes 07 DE ABRIL DE 2023
¡Quieren matar al predicador!
Lucas 4:22-30
A pesar de que inicialmente todos hablen bien de Jesús, enseguida todos se enfadan en la sinagoga y procuran matarlo.
Exposición
Jesús y los gentiles (vv. 22-28). ¿Por qué la congregación se enfadó tanto con Jesús? Se debe a que Él les predicó que Dios quería bendecir a los gentiles. Tal mensaje no agradó a los israelitas ya que se gloriaban en ser el pueblo escogido de Dios. Los dos ejemplos que emplea Jesús para confirmar el interés de Dios en los gentiles fueron la viuda en Sarepta de Sidón (v. 26) y Naamán el sirio (v. 27). Son dos ilustraciones sacadas del Antiguo Testamento que demuestran claramente que el Evangelio no es únicamente para los hebreos sino para todas las naciones. Para la mentalidad nacionalista de aquél entonces, no podían soportar la idea de que Dios obrase fuera de los confines étnicos de Israel. En cierto sentido, hay un paralelismo con algunos creyentes en nuestros días que creen que Dios solo se mueve en círculos anglicanos, presbiterianos, bautistas, pentecostales, etc. Su denominacionalismo les lleva a menospreciar a los creyentes de otras confesiones evangélicas.
¡A matarlo! (vv. 28-30). Los oyentes se llenaron de ira. De hecho, estaban tan enfados que querían despeñar a Jesús. Pero el v. 30 dice algo sorprendente: Mas Jesús pasó por en medio de ellos y se fue. ¿Cómo es que Jesús se escapó de ellos? Es bastante probable que se trate de un milagro de parte de Dios. No hay otra explicación posible. El Salvador no podía morir antes de la hora señalada por el Padre.
Aplicación
El texto de hoy nos ayuda a examinarnos a nosotros mismos porque con mucha facilidad caemos en la trampa de pensar que Dios solamente obra «entre nosotros». Dios es más grande que nuestra iglesia local y nuestras denominaciones. Tenemos que desear que el Evangelio llegue a todos. Por ejemplo, a nivel eclesial, ¿qué tipo de relación tiene tu iglesia local con otras iglesias evangélicas en tu zona? ¿Hay una buena relación entre las congregaciones? En España he conocido a hermanos que llevan años sin hablar con creyentes de otras iglesias. ¡Qué tragedia! Si somos todos miembros de la misma familia de Dios.
Reflexión: La base de la unidad eclesiástica es el Evangelio.
Por : William Graham
Sábado 08 DE ABRIL DE 2023
Liberación
Lucas 4:31-37
En nuestro texto de hoy Jesús enseña la Palabra y echa fuera un espíritu inmundo.
Exposición
Enseñanza (vv. 31-32). Jesús centró su ministerio en la predicación de la Palabra de Dios. Si el mismo Hijo de Dios dio tanta importancia a las Escrituras, ¿Cuánto más tendríamos que hacer nosotros? Lucas destaca la «autoridad» con la cual el Señor habló (v. 32). No hablaba como los maestros religiosos de su generación, sino con el poder del Espíritu Santo.
Liberación (vv. 33-37). Mientras Jesús enseñaba, un hombre poseído por el diablo empezó a manifestarse, gritando: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? (v. 34). Lo impresionante es que los diablos le tenían miedo al Señor. Como regla general, los seres humanos tememos la esfera de lo demoniaco y lo satánico; pero los mismos demonios temblaban ante la presencia de Cristo. En el caso del hombre poseído, el diablo salió huyendo porque reconoció que Jesús era el Santo de Dios (v. 34). Comenta Hendriksen, «Cuando los modernistas niegan la deidad de Cristo, muestran menos discernimiento que los demonios, ya que estos últimos la reconocen constantemente». Jesús demostró públicamente su gran poder sobre todas las obras del diablo. Cállate y sal de él (v. 35). El demonio no podía hacer nada sino obedecer el mandato del único Soberano. Este episodio nos enseña que los demonios no pueden hacer nada contra el decreto del Señor. Esta muestra del poder divino asombró a los que estaban congregados en la sinagoga. Con razón su fama se difundía por todos los lugares (v. 37).
Aplicación
Antes que nada, aprendemos que la Palabra del Señor tiene que ser la roca sobre la cual edificamos nuestra fe y praxis. Por algo Dios nos ha dejado la bendita Biblia. Los creyentes y las iglesias más fuertes son los que están fundamentados en las Escrituras. En segundo lugar, podemos atesorar la verdad de que no hay nadie más poderoso que el Santo de Dios. Ningún diablo puede prevalecer contra Cristo. No tenemos por qué temer a las fuerzas satánicas si estamos en el Hijo de Dios. Él es más poderoso que cualquier siervo de Satanás.
Oración: Señor, pedimos que nos ayudes a basar nuestras vidas en la enseñanza de tu Palabra. Líbranos, oh Dios, del miedo al diablo. Qué andemos en el temor de ti. Amén
Por : William Graham
Domingo 09 DE ABRIL DE 2023
Predicación y sanidad
Lucas 4:38-44
Seguimos con el mismo patrón que ayer. Jesús combina su ministerio de predicación con sanidades y milagros.
Exposición
Sanidades (vv. 38-41). Puesto que Jesús no es simplemente el Señor de la esfera espiritual sino del mundo físico también, es fácil para Él sanar a los enfermos. Al fin y al cabo, Dios creó nuestros cuerpos en el principio y, como buen mecánico, Él sabe arreglarlos cuando se encuentran rotos. Vemos la compasión de Jesús por las mujeres a través de la sanidad de la suegra de Pedro. Algo maravilloso es la actitud de la mujer hacia Cristo. En cuanto fue sanada, se levantó al instante y les servía (v. 39). Allí está el corazón del verdadero discípulo: servicio. Aprendemos aquí que el servicio a Dios no ocurre únicamente en el ámbito del templo, sino en el hogar. La suegra de Pedro sirvió a Cristo a través de los quehaceres domésticos. No hay que perder de vista que adoramos a Dios por medio de estas tareas cotidianas también. Jesús da dignidad al ministerio del hogar. No es algo vergonzoso sino precioso y de gran estima delante de Dios. Después de sanar a la suegra, sanó a muchos más enfermos y poseídos por el diablo (vv. 40-41).
Predicación (vv. 42-44). Pero más allá de las sanidades, Jesús sabía que la razón por la cual había venido al mundo fue para predicar el Evangelio. Los milagros servían para respaldar su doctrina. Aunque los habitantes del pueblo no querían que Jesús se fuera, Él sabía que tenía que anunciar la Palabra en muchos otros sitos porque para esto he sido enviado (v. 43). La vida ministerial de Cristo giraba en torno a la centralidad del Evangelio.
Aplicación
Hoy podemos apreciar cómo Cristo no menosprecia el lugar del hogar en la adoración. Podemos glorificar a Dios en nuestras casas a través de los quehaceres diarios. ¿Estás sirviendo en tu hogar? Otra observación es la centralidad del Evangelio en todo. Jesús sale predicando de ciudad en ciudad en el nombre del Evangelio. Esta buena noticia ha de ser la fuente de nuestras vidas. Así que, si estás en casa, ¡compórtate como es digno del Evangelio de Cristo! Y si estás viajando, ¡compórtate como es digno del Evangelio!
Oración: Señor, ayúdanos a colocar el Evangelio en el centro de nuestro hogar y de nuestro ministerio público.
Por : William Graham
Lunes 10 DE ABRIL DE 2023
El poder de la palabra de Cristo
Lucas 5:1-11
Hoy estamos con el conocido relato de la pesca milagrosa. Vemos el poder de la palabra de Cristo (vv. 1-7) produciendo la conversión de Pedro (vv. 8-9) y la promesa de la gran comisión (vv. 10-11).
Exposición
El mandato del Señor (vv. 1-7). Una vez más Jesús confirma su ministerio de predicación con un poderoso milagroso. Después de proclamar la Palabra, Jesús el carpintero le dice a Pedro el pescador: Boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar (v. 4). Si estuvieras en los zapatos de Pedro, ¿Qué habrías hecho? Pedro era un experto. Conocía el lago de Genesaret. Seguramente habría pescado allí cientos de veces. Pero Pedro se sometió al mandato de Cristo diciendo: en tu palabra echaré la red (v. 5). El resultado fue una pesca milagrosa. ¡Nadie lo podía creer!
La conversión de Pedro (vv. 8-9). Pedro, al ver la obra de Cristo, reconocía que era mucho más que un simple maestro religioso. ¿Quién es éste que ejerce autoridad sobre las aguas del lago? La manifestación de la gloria de Cristo produjo el quebrantamiento de Pedro. Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador (v. 8). ¿Y sabes lo maravilloso del relato? Que Jesús no se apartó. Vino al mundo para comisionar a discípulos pecadores y caídos. Menos mal que el Señor no decidió obrar únicamente con gente enteramente santificada porque si fuese así, ¿Cuántos de nosotros podríamos ser usados por el Señor?
La promesa (vv. 10-11). Jesús prosigue a prometer a Pedro, Jacobo y Juan que desde ahora serás pescador de hombres (v. 10). Es decir, el Señor los iba a convertir en ganadores de almas para el Reino de Dios. Los discípulos respondieron dejándolo todo y siguiendo a Cristo (v. 11).
Aplicación
Hoy podemos preguntarnos si de verdad hemos experimentado algo del poder de la palabra de Cristo. Cuando la palabra de Cristo llega a nuestras vidas, hay cambios. Nos volvemos dóciles y humildes ante su voz. Si seguimos siendo arrogantes y orgullosos poniendo en tela de juicio los mandatos de Dios, es posible que no seamos creyentes. Así que, ¿tiembla tu alma ante la voz de Dios? ¿Has entendido que eres pecador? ¿El Espíritu te ha convencido de tu dureza de corazón? Entonces quédate a los pies del Maestro.
Oración: Señor, háblanos. En tu palabra echaremos la red. Amén.
Por : William Graham
Martes 11 DE ABRIL DE 2023
El leproso sanado
Lucas 5:12-16
Hoy Lucas registra otro milagro más realizado por el Salvador, a saber, la sanidad de un leproso.
Exposición
Si quieres, puedes (v. 12). Para que Jesús se topara con un leproso, es bastante probable que estuviera ministrando en las afueras de la ciudad. Los leprosos, por causa de su enfermedad, no podían entrar en las ciudades. Tan enfermo estaba el leproso que el doctor Lucas recalca que el pobre hombre estaba lleno de lepra (v. 12). Ayer vimos como Pedro el pescador confió en la palabra de Cristo. Hoy sucede exactamente lo mismo con el leproso, el cual exclamó: Señor, si quieres, puedes limpiarme (v. 12). En ambos casos tanto Pedro como el leproso se someten a la voluntad del Salvador. No vienen exigiendo ni reclamando nada. Simplemente confían en Cristo y se ponen a sus pies.
Quiero (v. 13). Jesús no estuvo bajo ningún tipo de obligación de sanar al leproso. Sin embargo le dice: Quiero, sé limpio (v. 13). Enseguida la lepra se fue de él. ¡Impresionante! Todos esos milagros fueron la prueba indubitable de que Jesús era el Mesías profetizado por el Antiguo Pacto. Jesús no simplemente tenía poder sobre el mar y los demonios sino sobre la enfermedad también. ¿Por qué? Porque Jesús es el eterno Hijo de Dios.
¡No se lo digas a nadie! (vv. 14-16). Curiosamente Jesús mandó al leproso que no dijese nada a nadie acerca de su sanidad. Seguramente si un evangelista contemporáneo hubiera sanado a aquel leproso, habría subido una foto del hombre sanado a su cuenta de Facebook y publicado un libro sobre: «Cómo sanar a los leprosos». Jesús, sin embargo, era humilde y pidió que el hombre cumpliese con lo estipulado en la Ley de Moisés (Lv. 14).
Aplicación
Vemos que Jesús da prioridad a las Escrituras aun cuando acaba de realizar un milagro poderoso. Este patrón debería enseñarnos que lo más importante en un ministro de Dios es su fidelidad a la Palabra del Señor. Tristemente hay multitudes que van en busca de señales y milagros en nuestros días sin ningún tipo de hambre por la Palabra del Señor. ¡Es una tragedia! Que el ejemplo del leproso nos anime a rendirnos a los pies de Cristo y a presentar nuestras peticiones delante de Él. Que la humildad de Cristo nos guarde de caer en la trampa seductora de la vanagloria. Si el Señor nos usa, que siempre le demos a Él toda la gloria.
Oración: Mantennos humildes, Señor.
Por : William Graham
Miércoles 12 DE ABRIL DE 2023
Perdón y sanidad
Lucas 5:17-26
Después de la pesca milagrosa y la sanidad del leproso, hoy Jesús sana a un hombre paralítico. Pero hace algo más: ¡perdona todos sus pecados!
Exposición
Jesús perdona los pecados (vv. 17-20). El gran propósito de Lucas es demostrar la grandeza de Cristo. Como hemos visto en nuestros estudios anteriores, Jesús tenía poder sobre los espíritus malignos, la enfermedad, la lepra y hacía otros milagros portentosos como en el caso de la pesca milagrosa. Ahora vemos claramente la razón por la que Cristo podía actuar de esa forma. ¡Porque Él es Dios manifestado en carne! ¡La segunda persona de la bendita, gloriosa Trinidad! ¿Quién más podría atreverse a decir: Hombre, tus pecados te son pecados (v. 20)? Los escribas y los fariseos llevaron la razón con su pregunta: ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios? (v. 21). En efecto, Cristo era Dios porque hacía algo que solamente Dios podía hacer.
Jesús reprende a los religiosos (vv. 21-24). Jesús sabía que los líderes religiosos estaban poniendo en tela de juicio su autoridad divina así que hizo un milagro grandioso demostrando que Dios respaldaba su predicación. Mandó al hombre paralítico a levantarse y a andar. ¡Y sucedió así! Nadie podía dudar de la autoridad divina del Señor. Pero en vez de someterse a Cristo, los líderes religiosos seguían odiándolo cada vez más.
El pueblo glorifica a Dios (vv. 25-26). Aunque los líderes religiosos no se regocijasen por la sanidad del paralítico, el pueblo común y corriente glorificó a Dios. El paralítico se fue a su casa glorificando a Dios y todos decían Hoy hemos visto maravillas (v. 26). Las señales mesiánicas que acompañaron a Jesús revelaron que Él era el Cristo. Pero como Lucas bien nos ha enseñado a través de esta narración: Jesús era el Hijo eterno de Dios.
Aplicación
Los milagros son tremendos. Desde luego que sí. Sin embargo, lo que más importa es la fuente del milagro, a saber, Dios mismo. Muchos van a cultos especiales en nuestros días con el fin de recibir su milagro sin desear la presencia del Salvador. Cristo es infinitamente más importante que cualquier bendición que podríamos recibir de su mano. No busques la mano del Señor; busca su rostro.
Reflexión: El mayor milagro es el nuevo nacimiento.
Por : William Graham
Jueves 13 DE ABRIL DE 2023
La fiesta en la casa de Mateo
Lucas 5:27-32
Hoy Jesús llama al hombre que llegaría a ser el apóstol Mateo, autor del Evangelio que lleva su nombre.
Exposición
Cristo llama a Mateo (vv. 27-28). Si fueras el Hijo de Dios y pudieras escoger a doce discípulos, ¿Quién elegirías? Seguramente escogerías a gente poderosa, famosa, rica, ¿cierto? Pero mira a Jesús. En vez de optar por lo mejor del mundo, Jesús decide escoger a simples pescadores y a un publicano llamado Mateo (v. 27). Muchos odiaron a los publicanos porque eran cobradores de impuestos contratados por el Imperio Romano. No solamente fueron empleados por Roma sino que algunos robaron a su propia gente. ¿Qué hace Jesús llamado a un publicado, un sucio cobrador de impuestos pro-romano, un ladrón institucionalizado? Pues, la respuesta reside en la soberana elección de Cristo. Él decide. Al fin y al cabo, si Cristo solamente llamase a los perfectos, nadie sería llamado. Mateo es una muestra más de que Jesús escoge lo que no es para deshacer lo que es (1 Co. 1:28).
Mateo monta una fiesta (vv. 29-30). Mateo reaccionó con gozo al recibir el llamamiento del Señor Jesús. Montó un banquete invitando a muchos de sus amigos publicanos para que conociesen al Salvador. Hay que entender que Jesús no iba a una fiesta pagana para pasarlo bien (como algunos líderes de jóvenes razonan erróneamente) sino que la fiesta fue montada en honor a Él para que Cristo fuese el centro de atención.
Jesús reprende a los religiosos (vv. 31-32). Poco a poco vemos como hay cada vez más antagonismo entre Jesús y los líderes judíos. Ayer se quejaron cuando Cristo perdonó los pecados del paralítico; hoy se quejan porque Jesús estaba en presencia de reconocidos ladrones. No obstante, Jesús aclaró que no había venido a este mundo para llamar a buenas personas. Dios nunca ha salvado a una sola buena persona porque Cristo no murió por buenas personas. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento (v. 32).
Aplicación
¿Te crees buena persona? Entonces no conoces a Dios. En cuanto una persona ve la gloria del Señor, se cae a los pies del Salvador como lo hacía Pedro (Lc. 5:8). Eres igual de pecador que Pedro, Mateo y todos los publicanos presentes en aquella fiesta. Pero ¿sabes la buena noticia? ¡Cristo murió por los malos!
Oración: Padre, gracias porque me escogiste a mí también.
Por : William Graham
Viernes 14 DE ABRIL DE 2023
¿Ayunamos?
Lucas 5:33-39
Hoy Jesús explica la razón por la que sus discípulos no ayunaban.
Exposición
La explicación (vv. 33-35). Jesús da una explicación muy sencilla en cuanto a la razón por la que sus discípulos no ayunaban (v. 34). El esposo es el Señor Jesús. ¿Cómo iban a ayunar los discípulos si el esposo estaba con ellos? ¿No tenían que gozarse y alegrarse por la presencia del Señor?
Pero Jesús profetiza acerca de su muerte y ascensión. Vendrían días cuando el esposo les será quitado (v. 35). En realidad, aquellos días suceden ahora. Los seguidores del esposo ayunamos porque Jesús ya no está con nosotros de forma física; no obstante, tenemos la gran promesa de su Segunda Venida. A veces nos podemos desanimar ante el estado del mundo y aun a veces, la condición de la iglesia, pero el ayuno y la oración sirven para colocar nuestra mirada en las cosas de arriba.
La parábola (vv. 36-37). Jesús emplea dos parábolas para referirse a su Evangelio, a saber, los ejemplos del vestido viejo y los odres viejos. La mayoría de los comentaristas explican que los dos elementos viejos se refieren a los ritos tradicionales del judaísmo donde el vestido nuevo (v. 36) y el vino nuevo (v. 37) tienen que ver con las buenas noticias de Cristo. La idea es que la religiosidad legalista y la fiesta del Evangelio no son compatibles.
Aplicación
La primera pregunta que nos podemos hacer hoy es si estamos ayunando. En una cultura de excesos, es una de las disciplinas espirituales más descuidadas. El ayuno nos ayuda a centrarnos más en la oración y en la negación de los apetitos idolátricos que procuran dominarnos. En segundo lugar, sería importante meditar en nuestra estimación del Evangelio. ¿De verdad entendemos que el Evangelio es muchísimo más que una larga lista de quehaceres espirituales? Se trata de una fiesta, un banquete continuo, una proclamación de amor entre el esposo y su amada. A veces corremos el peligro en nuestros círculos evangélicos de convertir el Evangelio en una nueva ley cuando las buenas nuevas traen liberación de las exigencias religiosas. Ahora bien, ¿Cómo podemos casar esta idea con el llamamiento al ayuno? Respuesta: ayunamos porque amamos al Señor Jesús y deseamos su pronta venida.
Reflexión: Que el Evangelio sea la base de nuestra ética.
Por : William Graham
Sábado 15 DE ABRIL DE 2023
El Señor del sábado
Lucas 6:1-11
Hoy Jesús demuestra su autoridad divina sobre el día del sábado mediante dos eventos: cuando los discípulos recogen espigas en el día de reposo (vv. 1-5) y la sanidad del hombre con la mano seca (vv. 6-11).
Exposición
Espigas (vv. 1-5). Dondequiera que iba Jesús, había polémica. Los fariseos no lo soportaban. Cuando vieron como los discípulos de Jesús arrancaban espigas y comían (v. 1) en el día de reposo, preguntaron al Señor: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer? (v. 2) Jesús empleó dos argumentos para defender las acciones de los discípulos. 1) apela a las Escrituras como suprema autoridad de fe y conducta. 2) alude a su propia autoridad como Hijo del hombre. Su primera defensa es una cita de 1 S. 21:1-6 cuando David y sus hombres comieron los panes de proposición. ¿Cómo se podía justificar semejante acto si fue prohibido por la Ley de Moisés? Respuesta: por la necesidad. Los hombres de David tenían mucha hambre y la Escritura estipula que, no había otro pan (1 S. 21:6). En este caso, se podía comer los panes porque es lícito hacer bien en el día de reposo. Jesús dice que El Hijo del hombre es Señor aun del día de reposo (v. 5). Él mismo creó el sábado así que es Señor sobre él para hacer como Él quiere.
La mano seca (vv. 6-11). En cuanto a la sanidad del hombre con la mano seca, se repiten los mismos dos principios: 1) el lícito hacer bien en el sábado según la necesidad; 2) Jesús es el Señor del sábado. Al sanar al hombre, los legalistas judíos se llenaron de furor y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús (v. 11). En vez de gozarse por la restauración de la mano del enfermo, solo querían oponerse al Señor. ¡Menuda dureza de corazón cuando nuestra religiosidad nos impide ver la necesidad de la gente!
Aplicación
Creemos en la importancia del día del Señor para meditar en las grandiosas hazañas de Dios registradas en el Evangelio. Es un día dedicado a la memoria del Señor. No obstante, por causa de necesidad -no por causa de avaricia ni de codicia ni de amor a las riquezas deshonestas- podemos ayudar a los demás en el día del Señor. Es lícito hacer bien en el día del Señor siempre y cuando se nos presente una situación de verdadera aflicción.
Reflexión: ¡Honremos la ley del Señor pero no nos olvidemos del espíritu con el cual fue escrita!
Por : William Graham
Domingo 16 DE ABRIL DE 2023
La elección de los doce
Lucas 6:12-16
En nuestra lectura de hoy, Jesús escoge a los doce apóstoles.
Exposición
Jesús ora (v. 12). Además de ser nuestro bendito Salvador, Jesús es nuestro ejemplo en todo. Antes de tomar la decisión de escoger a los doce apóstoles, pasó una noche entera en oración (v. 12). A lo largo de su ministerio terrenal, Cristo siempre quiso someterse a la voluntad de su Padre celestial. ¿Quién sabe lo que Jesús habrá orado aquella noche? A lo mejor oró para que el Padre le aclarara quiénes eran los suyos. Tal vez intercedió por los doce y sus respectivos ministerios. No lo sabemos; pero sí entendemos que Cristo dependía totalmente del Padre.
La elección (vv. 13-16). Los apóstoles no se eligieron a sí mismos. Fueron escogidos por Jesús. En el día de mi bautismo, en septiembre de 2003, me leyeron el siguiente versículo: No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca (Jn. 15:16). Aquel día comprendí que tanto la elección a la salvación como el llamamiento a un ministerio concreto radican en Dios. Como lo expresó bien Charles Spurgeon: «Si tú has escogido a Cristo, ten por seguro que Él antes te escogió a ti». Es fascinante leer cómo Mateo -un cobrador de impuestos y siervo del Imperio Romano- podía ser nombrado en el mismo grupo que Simón el zelote (v. 15). Los zelotes eran judíos radicales que querían deshacerse del yugo romano mediante la fuerza armada. Vemos aquí que en Cristo todos somos uno. El Señor destruye las barreras socio-políticas que nos mantienen alejados los unos de los otros y nos une en el Evangelio. En Él, los pro-romanos y los anti-romanos llegan a ser uno.
Aplicación
Hay varias cosas que podemos aprender de nuestra lectura. 1) Antes que nada vemos la gran importancia de la oración. Si amamos a Dios y su Evangelio nos ha transformado, es lógico que deseemos buscar al Señor en la sagrada tarea de la oración. 2) podemos dar gracias a Dios por habernos escogido. Nadie le obligó a escogernos a nosotros; pero lo hizo por pura gracia. ¡Alabado sea su nombre! Como decía Martín Lutero, no es posible atribuirle a Dios demasiada gloria. 3) apreciamos la gran unidad que hay en el Evangelio de Cristo. Aunque seamos diferentes, somos uno en Cristo.
Oración: Gracias por escogernos. Gracias por unirnos
Por : William Graham
Lunes 17 DE ABRIL DE 2023
Predicación y sanidad
Lucas 6:17-19
En nuestra lectura de hoy, volvemos a la misma verdad que aprendimos los días 9 y 10 de enero, a saber, que Cristo predica la Palabra y sana a los enfermos.
Exposición
Jesús predica (v. 17). El texto nos dice que la gente había venido para oírle (v. 17), es decir, el Señor estaba predicando. Hay que entender que Jesús no hacía milagros por el mero hecho de hacerlos, sino para llamar la atención hacia la Palabra de Dios. Los milagros mesiánicos confirmaron que el Espíritu de Dios estaba con Jesús. Cristo era, antes que nada, un predicador de la Palabra. A lo largo de la historia, los hombres que han revolucionado la iglesia han sido predicadores. Martin Lutero, por ejemplo, dijo: «Si hoy me pudiera convertir en rey o emperador, no renunciaría a mi oficio de predicador». Entre 1510 y 1546, ¡Lutero predicó alrededor de tres mil sermones! Jesús edifica a su iglesia a través del ministerio de la predicación.
Jesús sana (vv. 18-19). Como ya hemos visto en anteriores estudios sobre Lucas, la palabra de Jesús tiene un poder impresionante. Sana a los enfermos, echa fuera a los diablos, gobierna sobre los peces, etc. Hoy dice que los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados. Y toda la gente procuraba tocarle (vv. 18-19). Cristo estaba tan maravillosamente dotado del Espíritu de Dios que traía sanidad y liberación dondequiera que iba. Evidentemente todos los que fueron sanados en aquellos felices días luego murieron años más tarde. Así que lo importante no es tanto la sanidad física sino más bien el estado de nuestra alma delante de Dios. ¿Somos del Señor? ¿Amamos a Cristo? ¿Tenemos un corazón de carne que se deleita en la ley del Señor o un corazón hecho de piedra que odia a Dios? Si Dios nos sana, ¡bendito sea su nombre! Pero lo que realmente cuenta es la sanidad o mejor dicho, la resurrección, de nuestra alma. Si estás vivo espiritualmente, ¡alaba a Dios!
Aplicación
¡Oremos por nuestros predicadores en España! Hay algunos predicadores que ya no predican la Palabra, sino sueños, fantasías e ideas humanas. Si estamos en una iglesia sana donde el pastor nos habla desde las Escrituras, tenemos que darle a Dios las gracias. ¡Anima a tu pastor!
Reflexión: ¡Cuán hermosos son sobre los montes […] los pies del que publica salvación…! (Is. 52:7)
Por : William Graham
Martes 18 DE ABRIL DE 2023
Bienaventurados e infelices
Lucas 6:20-26
Como si de una travesía se tratara, iniciamos nuestra andadura del Evangelio de Lucas considerando uno de los mensajes más conocidos del Señor Jesús como es el Sermón del Monte. Esta exposición que también de forma más amplia lo narra el evangelista Mateo, describe a dos grupos de personas cuyo corazón latía de forma diferente al escuchar las palabras de Jesús. A unos llamaría bienaventurados y a los otros con lamentos de ayes calificaría de infelices. Veamos a ambos grupos.
Exposición
Bienaventurados (vv. 20-23). O dichosos, felices, benditos…, nos sorprende que tal calificativo vaya dirigido a los pobres (v. 20), que Mateo con mayor precisión los define como pobres de espíritu, a los que tienen hambre, a los que lloran (v. 21), a los que son aborrecidos y vituperados (v. 22). Jesús no está mirando el ropaje exterior sino su pobreza espiritual, que irradia humildad y se sienten como el publicano quebrantado de corazón que ni siquiera se atrevía alzar los ojos al cielo, mientras oraba (Lc. 18:13); los que tienen hambre porque no han puesto su confianza en las riquezas de este mundo, son en la misericordia de Dios; aquellos que lloran, no por sentirse traicionados por la vida, sino por el pesar que por causa de su pecado se ven alejados de Dios y de su presencia. No hay en todos ellos una queja hacia Dios, sino el consuelo de verse llamados a formar parte del reino de Dios. Lo expresó de forma diáfana el mismo C. H. Spurgeon: «La forma de elevarnos en el Reino es hundiéndonos en nosotros mismos».
Infelices (vv. 24-26). ¡Qué contraste con el segundo grupo de oyentes! Las cuatros siguientes exclamaciones: ¡Ay de vosotros! van dirigidas de forma solemne y severa aquellos ricos que tienen su confianza en las riquezas de este mundo y buscan el agasajo y el aplauso fácil; a todos ellos les basta con granjearse la amistad de este mundo sin tener en cuenta que se enemistan con Dios; cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios (Stg. 4:4); la amistad con el mundo y la amistad con Dios se excluyen mutuamente.
Aplicación
Lamentablemente tratamos de compaginar ambas naturalezas, la del mundo y la de Dios; y buscamos sentirnos a bien con ambas, pero unos son llamados a ser bienaventurados, y otros a sentirse desdichados. No se puede servir a dos señores (Lc. 16:13).
Oración: Señor, gracias por formar parte de tu reino, hazme fiel en tus caminos.
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por : Juan Requena
Miércoles 19 DE ABRIL DE 2023
El amor cristiano
Lucas 6:27-36
Jesús sigue enseñando la práctica de quienes han sido llamados bienaventurados. No es un título, sino una condición que nos lleva a vivir a la altura de nuestra posición como hijos de Dios. Para ello, Jesús nos invita a poner nuestra mirada en nuestro Padre celestial sed,… como vuestro Padre… (v. 36). Cuatro son los requisitos.
Exposición
Practicad el amor (v. 27). Amad a vuestros enemigos; Esta primera condición debía ser diferente que la que proclamaban los rabinos en las sinagogas: «amarás a tu prójimo y aborrecerás a tus enemigos». Jesús nos desafía a practicar el amor desde la dimensión que él lo había encarnado al aceptar venir a buscar y salvar lo que se había perdido (Lc. 19:10).
Haced el bien (v. 27). Devolver bien por mal no era lo habitual ni en los tiempos de Jesús, ni en nuestros tiempos; la práctica común ha sido siempre pagar con la misma moneda que hemos recibido, ojo por ojo y diente por diente (Mt. 5:38), proveniente de la ley del talión. La ética de Jesús establece una regla de moral más elevada, que lejos de buscar la venganza nos mueve a acercarnos al corazón de nuestro Padre que está en los cielos.
Bendecid a los que os maldicen (v. 28). Esta acción va en paralelo con la anterior, se trata de desear y a la vez interceder por aquellas personas, sean creyentes o no, que utilizan su lengua y su libertad para hablar mal de nosotros. Nuestros sentimientos de amor al prójimo deben ser como los de nuestro Maestro.
Orad por los que os ultrajan (v. 28). Así actuó Esteban, el primer mártir del cristianismo, mientras le estaban calumniando y apedreándolo, él clamaba a gran voz: Señor no les tomes en cuenta este pecado (Hch.7:60). Y marchó a la presencia del Señor orando por sus transgresores como lo hizo nuestro amado Salvador.
Aplicación
Sed, pues,… como vuestro Padre (v. 36). El evangelio apunta alto, y se espera de nosotros una ética superior a los trasnochados códigos de moralidad de la sociedad. Cuando Jesús mencionaba aquella repetida frase del Sermón del Monte: Pero yo os digo… (Mt. 5:21), no estaba reemplazando lo dicho en el Sinaí, sino dándole el pensamiento original del carácter de Dios el Padre.
Reflexión: Nuestro comportamiento no nace de unas normas de urbanidad o de la imposición de un código civil; sino de un corazón cambiado por Señor y transformado por el Espíritu Santo.
Por : Juan Requena
Jueves 20 DE ABRIL DE 2023
A quién iremos
Lucas 6:37-42
En este pasaje hay una corta parábola que curiosamente no se encuentra en el pasaje paralelo de Mt. 7:1-5, y fue explicada por Jesús para dar mayor claridad a las lecciones que dicho pasaje encierra. ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? Los oidores de esta parábola debían tomar la decisión de elegir a quien debían seguir, si a los fariseos o a Jesús. Esta debería de ser nuestra primera decisión: O seguimos las alharacas de los falsos maestros, o seguimos las pisadas del Maestro por excelencia. Si hemos decidido seguir a Cristo, debemos tomar en consideración sus principios; helos aquí.
Exposición
No juzguéis, ni condenéis; sino perdonad (v. 37). Si queremos imitar a nuestro Padre celestial, debemos analizar los motivos y la conducta de otros con la misma vara de medir que usaríamos para nosotros mismos haciendo compatible la verdad con el amor. La verdadera misericordia no condena a priori, ni prejuzga sus móviles y mucho menos levanta su dedo acusatorio contra otros, sino que perdona, una, siete y hasta setenta veces siete. Este es el espíritu del evangelio.
Dad medida buena (v. 38). Reconocemos que nos ha cautivado esta frase: Dad medida buena. El espíritu misericordioso está siempre dispuesto a dar, no de lo que sobre, sino con generosidad. Esta recomendación de Jesús también la recoge el apóstol Pablo cuando presenta el camino aún más excelente del amor cristiano (1 Co. 13:7). Parece ser que los judíos creían que Dios tenía dos varas de medir con las que juzgar a los hombres: la de la justicia y la de la misericordia. Lo que determinaría la manera de ser tratados; un tanto inverosímil. Por tanto, dejemos todo juicio al Señor y usemos la Palabra como instrumento de nuestras acciones.
Aplicación
Gran pasaje el de este día. Bueno sería tener bien presente la recomendación de los vv. 41-42: ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en tu propio ojo? Juan Crisóstomo nos dejó una preciosa conclusión: «Esta es la cumbre más alta del dominio propio». Seguir a Jesús recoge el pensamiento antes aludido, y es nuestra mejor opción.
Oración: Crea en mi, Oh Dios un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mi. (Sal. 51:10)
Por : Juan Requena
Viernes 21 DE ABRIL DE 2023
Buenos frutos y compromiso fiel
Lucas 6:43-49
Sin duda es la conclusión más acertada para un mensaje repleto de lecciones útiles para la vida del cristiano. Con dos sencillas ilustraciones trata el Señor de resumir todo cuanto ha expuesto.
Exposición
El árbol bueno da buenos frutos (vv. 43-45). Jesús ilustra el corazón del ser humano con el fruto que dan los árboles; no puede un árbol bueno dar malos frutos, ni un árbol malo dar buenos frutos. Por dos veces en Mateo, Jesús hace hincapié: Por sus frutos los conoceréis (Mt. 7:16, 20). Tal vez Jesús estaba aludiendo a los que eran falsos maestros; sin embargo Lucas apela al corazón de los oyentes, en definitiva, aquellos cuya vida ha sido cambiada y son un testimonio vivo dando frutos en medio de una sociedad que da la espalda a Dios.
Edificando sobre la roca (vv. 46-49). Previo a la parábola, Cristo trata de apelar a las conciencias de sus oyentes diciéndoles: ¿Por qué me llamáis Señor, Señor…? (v. 46). Con esta frase, trata de ilustrar de forma punzante y certera al pecado de la incoherencia. Actuar así supone un desprecio a Jesús y a nosotros mismos a la vez por alardear de una fidelidad fingida. Y tras ello, Jesús presenta la parábola de los dos edificadores poniendo por vía de contraste dos verbos bien diferentes: oír y hacer. Ambos oyen, sin embargo el que construye sobre la roca busca un terreno apropiado para levantar su casa y ahonda eligiendo un lugar rocoso para dar solidez a su edificación; llegado el temporal y las lluvias la casa resiste los embates del mal tiempo. Así es el creyente que es coherente con su compromiso con el Señor, construyendo su vida espiritual sobre la única Roca capaz de mantener firme su fe. Mas para el constructor necio cualquier sitio le parece bueno para edificar su casa y la construye en un terreno movedizo; y cuando viene el temporal la casa acaba convertida en ruinas. Jesús lo compara al simple oidor, que se goza con lo que oye, incluso se entusiasma, pero descuida poner los cimientos sólidos que den fortaleza a su vida espiritual.
Aplicación
¡Cuántos creyentes han sido víctimas por no llevar a la práctica el verbo «hacer»! La vida del verdadero cristiano no se conforma con el compromiso religioso, sino que busca día a día fortalecer su comunión con el Señor, renunciando incluso a él mismo para obedecer y seguir a Cristo.
Reflexión: Firmes y adelante huestes de la fe, sin temor alguno que Jesús nos ve. (Himno)
Por : Juan Requena
Sábado 22 DE ABRIL DE 2023
No es por dignidad; es por fe
Lucas 7: 1-10
Iniciamos un nuevo capítulo de Lucas, y todo parece indicar que empieza una nueva sección del libro donde se destacan algunas de las grandes obras del poder del Señor Jesús. Al entrar en Capernaúm, un centurión romano al saber de la presencia de Jesús en la ciudad, envió a él una comitiva de ancianos para que intercediera por el siervo que estaba muy enfermo para que lo sanara. Los ancianos movidos por el buen hacer de este militar y su generosidad a favor del pueblo, intercedieron a la solicitud del centurión. Y cuando Jesús se acercaba a la casa donde estaba el enfermo, el Señor y el centurión mantienen un diálogo muy enriquecedor.
Exposición
La dignidad del centurión (v. 4). Es digno de que le concedas esto. Los ancianos consideraban al centurión digno de ser complacido por Jesús, pues tenía buena reputación y amaba a los judíos, llegándoles a construir una sinagoga (v. 5), sintiendo preocupación por su siervo que atravesaba una grave enfermedad. Y por si fuera poco, el propio centurión no se veía a sí mismo digno de recibir al Maestro en su casa. Todos estos detalles no eran usuales entre la milicia romana; más bien al contrario, eran orgullosos, carentes de compasión y sumamente crueles con los pueblos que conquistaban. No es a través de la dignidad la forma para acercarse a Jesús en busca de su ayuda; estas credenciales no se tienen en cuenta en los cielos.
La fe del centurión (v. 9). Os digo que ni aún en Israel he hallado tanta fe. A la luz de la Biblia, la fe es el vehículo que abre las puertas del corazón de Dios; y sobre todo una fe que se muestra humilde no teniéndose por digno de que Jesús le entrase en su casa. Considera al Señor con un poder superior, que tan solo con una palabra suya podía sanar a su criado. No quiere ver una señal o un milagro, lo que expresa es una convicción de que Jesús es el Señor de la vida y su poder no tiene límites ni tan siquiera frente a las enfermedades humanas.
Aplicación
Esta clase de fe, es la que nos enseña la Biblia para acercarnos a Dios; una fe que muestra humildad sin exhibiciones, que reconoce el señorío de Cristo para actuar de acuerdo a su voluntad, y obedece las palabras de Jesús. No fue la dignidad lo que acercó a Jesús al centurión romano, fue una fe personal y agradecida.
Reflexión: Si mi pobre fe se abate, él me sostendrá. (Himno)
Por : Juan Requena
Domingo 23 DE ABRIL DE 2023
Naín: El milagro de la esperanza
Lucas 7:11-17
Solo en este evangelio se menciona este milagro de Jesús; Naín era un pequeño pueblo situado en el declive septentrional del Monte Hermón, hasta el día de hoy aún se encuentran sus ruinas, incluso un viejo cementerio en la parte más baja del collado. Hacia ese lugar se dirigía un cortejo fúnebre bastante numeroso presidido por una madre viuda desconsolada que llevaba a enterrar su único hijo.
Exposición
La tragedia de la muerte (v. 12). Son tres las resurrecciones que hizo Jesús durante su ministerio, en las que la muerte interrumpía el normal desarrollo de unos hogares: la muerte de Lázaro, la hija de Jairo y el que nos ocupa hoy. Ni que decir tiene, que el de este pasaje tiene un carácter muy singular; esta viuda ya había sufrido la pérdida de su esposo; solo le quedaba el sostén que le proporcionaba su único hijo. Por lo general una mujer en los tiempos de Jesús tenía pocos recursos, y el mero hecho de ser mujer ya era una desventaja (los fariseos daban gracias a Dios por no ser mujer). Además era viuda, lo cual quedaba desamparada y sin apoyo alguno por falta de otros hijos. La muerte lo interrumpe todo, y si le quedaba algún aliciente a aquella mujer, el dolor se lo lleva a la tumba.
Jesús fue movido a compasión (v. 13). Comenta Barclay, que no hay otra palabra en el idioma griego que lo exprese con tanta fuerza: se conmovió hasta lo más profundo de su corazón, y le dijo: No llores, y dirigiéndose al féretro, detiene el cortejo fúnebre y al joven muerto le dijo: Joven, a ti te digo, levántate (v. 14). Las palabras sonaron entre un silencio terrible; el joven se reincorporó, y Jesús se lo entregó a su madre. Pablo nos exhorta a no entristecernos como aquellos que no tienen esperanza (1 Ts. 4:13). La compasión de Jesús pone veto a este enemigo que tiene la humanidad; el mismo Señor que llevó la esperanza a aquella pobre viuda de Naín, vive aún para consolar a los de corazón quebrantado y enjugar todas sus lágrimas.
Aplicación
Este portentoso milagro, confirma la certeza de un hecho trascendental que nos aseguran las Sagradas Escrituras: que el mismo Dios que levantó a Jesús de entre los muertos, nos resucitará a nosotros en el día postrero, y la muerte quedará vencida para siempre (Jn. 5:24-29).
Reflexión: Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá. (Jn. 11:25)
Por : Juan Requena
Lunes 24 DE ABRIL DE 2023
Jesús aclara las dudas de Juan el Bautista
Lucas 7:18-23
Todo parece indicar por los dos últimos milagros del pasaje anterior, que la fama de Jesús alcanzó cotas de popularidad que hacían a decir las gentes: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros: Dios ha visitado su pueblo (v. 16). Tales comentarios también llegaron hasta la cárcel donde estaba encerrado Juan el Bautista, lo que dio lugar a la perplejidad del precursor.
Exposición
Explicación previa. Desde la presentación de Jesús por Juan el Bautista diciendo: He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn. 1:29), hubo una cierta rivalidad entre sus discípulos y los discípulos de Jesús, aunque unos bautizaban en Enón (Jn. 3:22-23), y los otros en Judea; esto levantó ciertos celos entre ambos grupos (Jn. 4:1-2), lo que motivó a tener cierta envidia a los de Juan el Bautista dado que aquellos tenían más éxito que ellos. Sin embargo, el Precursor respondió a los suyos con la lucidez que determinaba los límites de su ministerio (Jn. 3:25-26). Por eso, Jesús determinó dejar Judea y marchar a Galilea (Jn.4:3). Aquella situación provocó ciertas dudas en Juan que se aprecian en el pasaje: ¿Eres tú el que había de venir o esperaremos a otro? (v. 19), en otras palabras: ¿Eres tú el Mesías?
Jesús aclara sus dudas (v. 22). Jesús se propone tranquilizar a su precursor de una forma práctica y testimonial, haciéndole saber lo anunciado por Isaías setecientos años antes (Is.35:5-6; 42:7; 61:1): los ciegos ven, los cojos andan… (v. 22), añadiendo: * Bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí (v. 23). Tal vez la respuesta de Jesús no fuera la que Juan esperaba, quien consideraría que si Jesús era el Mesías lo sacaría de la cárcel procediendo como un líder emblemático. Este texto constata, que las dudas, no solo son humanas, también son lícitas como ocurre a lo largo de la Biblia. Estas palabras estamos seguros que renovaron la confianza del Bautista en Jesús.
Aplicación
Nunca debemos dejar que las dudas atormenten nuestra fe, más bien deberíamos llevarlas en oración ante el altar de la gracia, y su Palabra como siempre, nos sacará del hoyo de la incertidumbre.
Pensamiento: Un consejo que leí de mi querido profesor J. M. Martínez ya con el Señor: Cree tus creencias y duda de tus dudas; pero nunca creas de tus dudas, ni dudes de tus creencias.
Por : Juan Requena
Martes 25 DE ABRIL DE 2023
Jesús elogia a Juan el Bautista
Lucas 7: 24-35
Por tres veces el Señor les hace una pregunta: ¿Qué salisteis a ver al desierto? Eran muchos los que se acercaban al desierto donde predicaba y bautizaba Juan, Jesús intenta interpelar a sus oyentes con esta reiterada pregunta y a la vez recuperar su ilustre ministerio al encontrarse encarcelado en la cárcel por Herodes.
Exposición
Juan el Bautista no era un hombre veleidoso. No temblaba como las cañas que se movían al compás del viento en la ribera del Jordán, sino más bien se mostraba como la vieja encina habiendo hecho frente a los escribas y fariseos llamándoles generación de víboras (3:7). Ni tampoco se presentaba como un cortesano que viste ropas semejantes a la de los reyes; más bien al contrario, supo reprender al mismo rey Herodes a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe a quien había tomado por mujer (Mr. 6:17-18) y por ello, le tenía encarcelado en Maqueronte.
Juan, mucho más que un profeta (v. 28). Había sido designado por Dios para ser el heraldo del Mesías, que vendría anunciando la venida del Rey de reyes y preparando los corazones para recibir las bendiciones espirituales de su reino por medio del arrepentimiento, anunciado por el profeta Malaquías (Mal. 3:1-5); pero Jesús añade: pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él (v. 28), por cuanto las bendiciones y privilegios obtenidos por gracia superan con creces los mejores honores que haya recibido el precursor.
Su mensaje tuvo respuestas opuestas (vv. 29-35). Al igual que hoy, su mensaje tuvo oidores que reconocieron que el camino de Dios era justo y habiéndose arrepentido fueron bautizados, estos fueron los publicanos y aquellos de corazón sencillo; en cambio los líderes religiosos rechazaron los designios de Dios (v. 30). Jesús ilustra esta última actitud con la que tienen los niños con sus juegos callejeros. El Señor les acusa de tomar con frivolidad las cosas eternas.
Aplicación
La Palabra de Dios a lo largo de los siglos ha sido escuchada de forma muy diversa, unos nos llega al alma y transforma nuestra vida, y a otros les salpica sin causarles el menor asomo de convicción personal. Nosotros, sin embargo, estamos llamados a seguir sembrado su Palabra en todos los corazones, aun a sabiendas que unos abrirán sus oídos y otros los cerrarán herméticamente.
Reflexión: A la luz, a la luz, al encuentro de Jesús. (Himno)
Por : Juan Requena
Miércoles 26 DE ABRIL DE 2023
Jesús y Simón el fariseo
Lucas 7:36-50
El suceso que narra este pasaje no es el mismo incidente ocurrido en Betania de Judea; aquí se nos da a entender que era la casa de un fariseo conocido en Capernaum. Algunos opinan que era la mujer de quien Jesús había expulsado siete demonios, y ahora hace esta ofrenda del frasco de alabastro debido a su gratitud por hallarse libre de ese azote. Si hubiera sido ella, estaríamos hablando de María Magdalena, pero no hay prueba alguna en los evangelios (Jn. 20:2; Mr. 16:9). Este pasaje solo se encuentra en Lucas.
Exposición
Una visita de cortesía. No parece que el fariseo tuviera interés de invitar a Jesús con el fin de conocer su doctrina o saber más de ét; creemos que fue por una formalidad social dado que el invitado era ya una personalidad bien conocida que había recorrido numerosos pueblos haciendo milagros y señales portentosas. Pero la trama daría un cambio radical cuando entra en escena una mujer conocida en la ciudad por ser prostituta, que situándose tras Jesús comenzó a derramar sus lágrimas a los pies del Señor y los enjugaba con sus cabellos, besando sus pies y ungiéndolos con perfume.
Dos actitudes bien diferentes. Por su parte Simón el fariseo, no trató al Señor ni con las deferencias propias que distinguían la visita, ni con el aprecio que merecía el invitado; y por si fuera poco, dudando de su condición de hombre de Dios, tal vez llegó a creer que así desenmascaraba a Jesús, pensando que ningún profeta se habría dejado tocar por una prostituta (39); sin embargo, la mujer no paró de mostrar su gratitud y una sentida necesidad espiritual derramando un perfume de alto precio.
La parábola y su lección (vv. 40-43). Jesús le enseñó al fariseo dos lecciones: 1) Todos somos deudores debido a nuestra naturaleza pecaminosa, ninguno somos solventes ante Dios, quien no nos mide por la cantidad de pecados cometidos, sino por nuestra conciencia de pecado. 2) El amor de Dios alcanza a todos por un igual y se agrada de quienes le buscan correspondiendo a su gran amor, con arrepentimiento, fe y gratitud.
Aplicación
Aprendamos a actuar con cortesía pero siendo conscientes de nuestra condición de pecadores y correspondiendo al gran amor de Dios que hizo posible nuestra recuperación espiritual y el privilegio de ser sus hijos.
Reflexión: Haz de mí una ofrenda de adoración a ti, escógeme y úsame para agradarte a ti. (Canción)
Por : Juan Requena
Jueves 27 DE ABRIL DE 2023
Mirad, pues, cómo oís
Lucas 8:1-15
Iniciamos un nuevo capítulo, sin apenas saber cuánto tiempo y en qué lugar se encontraba Jesús y sus apóstoles después de abandonar la casa de Simón el fariseo. Lo que si nos explica el pasaje es que pasando por varias ciudades y aldeas iba predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios (v. Ardua labor la del Maestro amado, que supo aprovechar el tiempo para proclamar las buenas noticias que el reino de Dios suponía para todos aquellos que le buscaban y le seguían (4:43).
Exposición
Tres mujeres agradecidas (vv. 1-3). Entre los que le buscaban y le siguieron, estaban estas tres mujeres: María Magdalena, Juana mujer de Chuza y Susana (v. 2); son las únicas de las que se nos dan sus nombres, pero el versículo añade que habían otras muchas que le servían con sus bienes (v. 3). Lucas, en su evangelio, destaca el tacto tan exquisito con que Jesús trataba a las mujeres, algo que no era tan habitual entonces; todas ellas sirvieron al Señor, con su tiempo y con sus dones. Estas tres mujeres y otras muchas experimentaron cómo Dios obró en sus vidas y ellas quisieron corresponder sirviéndole con esfuerzo y sus bienes.
La parábola del sembrador (vv. 4-15). Lucas no dedica tanto espacio como Mateo en esta parábola; sin embargo, deberíamos destacar varios aspectos de ella: 1°) El sembrador, que consciente de su labor, no le importa ni el clima, ni el estado del campo; lo más importante para él era la semilla: la Palabra de Dios, esta es la protagonista del mensaje a sembrar. 2°) Las cuatro clases de terrenos, ¡Cuánto sabía Jesús acerca de sus oidores!, Hay una criba que va describiendo desde los meramente curiosos, pasando por los ansiosos, hasta los que se prestan con gratitud a escucharla, pero después las dificultades les alejan de la fe, y por último los que caen en buena tierra que son los que han entendido el evangelio y buscan seguir al Maestro; pero incluso estos no dan la misma cosecha. Así son los resultados del ministerio de la predicación.
Aplicación
Mirad, pues, como oís (v. 18). Este sería el consejo a compartir; John Stott propone oír con los dos oídos, uno escuchando con atención a Dios por medio de su Palabra y otro siendo sensibles a las necesidades de los hombres. Aquellos que desprecian el evangelio perderán todo acceso a una eternidad con Cristo.
Oración: Señor, ayúdame a ser sensible a tu Palabra y a la necesidad de los que la escuchan.
Por : Juan Requena
Viernes 28 DE ABRIL DE 2023
Dos privilegios sin igual
Lucas 8:16-21
La porción de hoy, es continuación del pasaje anterior. En esta ocasión ilustra la predicación sobre el reino de Dios con una lámpara que simboliza la Palabra de Dios. La parábola del sembrador está relacionada con los resultados que aparecen al predicar la Palabra, mientras que el símil de la lámpara pone de manifiesto nuestra responsabilidad de alumbrar allí donde estemos.
Exposición
El objetivo de la Palabra es brillar en lugar oscuro (v. 16). Jesús mismo se aplicó esta gran verdad en varias ocasiones Yo soy la luz del mundo (Jn. 8:12, 9:5, 12:35), y asumió la función que debía tener su ministerio durante su estancia en la tierra y lo mantuvo en todos los actos de su vida; siendo escuchado por multitud de personas, lo mismo estando a solas, ya fuera con Nicodemo o ante la presencia de Pilato: Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad (Jn. 18:37). La vida de cada creyente, al igual que la vida de la iglesia en general es alumbrar en lugar oscuro. ¡Basta ya de cristianismo nominal!, tenemos el alto cometido de brillar allí donde estemos.
Su madre y sus hermanos (vv. 19-21). Mientras estaba hablando a las gentes, su madre y sus hermanos se acercaron para hablar con él, pero había tal tumulto de personas que les era muy difícil llegar hasta él; así que le dieron aviso: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte (v. 20). Jesús responde de forma muy especial: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la Palabra de Dios, y la cumplen (v. 21). Jesús con estas palabras no pretendió ser grosero, ni maleducado; más bien está haciendo énfasis en el orden y la prioridad entre el parentesco según la carne y aquellos con los que está llamado a tener una comunión santa y eterna. Esa relación que nos une a Cristo, el escritor de Hebreos la manifiesta afirmando que Jesús «no se avergüenza de llamarnos hermanos» (He. 2:11), y a nosotros nos hace sentirnos mucho más cercanos a él al tenerle por nuestro hermano mayor.
Aplicación
Dos lecciones hemos recibido de este pasaje, a) Debemos ser luminares en el mundo, como afirma el apóstol Pablo. Esto es, vivir en plena sintonía con la Palabra, como luces que alumbran en lugar oscuro. b) Sentirnos plenamente dichosos por ser herederos de Dios y coherederos con Cristo (Ro. 8:17).
Reflexión: Brilla en el sitio donde estés, puedes con tu luz algún perdido rescatar… (Himno)
Por : Juan Requena
Sábado 29 DE ABRIL DE 2023
Sobre el mar de la prueba
Lucas 8:22-25
Parece ser que Jesús había tenido una jornada agotadora explicando parábolas, y pide a sus discípulos pasar a la otra orilla del lago, mientras él se reclinaba en la popa sobre un cabezal quedándose dormido.
Exposición
La tempestad (v. 23). Puede parecer poco probable que en un mar como el de Galilea de repente se levante un temporal que llegue agitar las aguas hasta el extremo de anegar la embarcación en la que iban Jesús y sus discípulos. En el año 1992 tuvimos la oportunidad, junto a otros hermanos, de navegar y pasear por ese lago, y los hombres del lugar nos aseguraron que este tipo de temporal era bastante habitual por esa zona. Su situación, al hallarse a 200 metros bajo el nivel del mar, rodeado de colinas, y la caída del deshielo de las aguas procedentes del Hermón, al impactar con las calientes aguas del lago provocaban cambios brutales en su estado.
Los discípulos (v. 24). Aquella situación amedrantó a todos ellos creyendo que no llegarían al destino propuesto por Jesús, terminando en el fondo del mar de Galilea. ¿Podía Jesús morir ahogado? ¿Quién iba a ocupar nuestro lugar en el Calvario? ¿Podían morir ahogados sus apóstoles en aquel lugar? ¿Quiénes serían los fundamentos de la Iglesia? ¿Quiénes escribirían los libros que completarían el canon del NT. Ninguna de estas utopías estaba en el pensamiento de nuestro Salvador. Aquel aparatoso temporal no iba a alterar los propósitos de Dios. Los discípulos olvidaron por un instante que Jesús había sido siempre su protector y por tanto nada debían temer. Pronto fueron en busca del Maestro y le despertaron diciéndole: Maestro, Maestro que perecemos (v. 24).
Jesucristo (vv. 24-25). El Señor actuó de dos maneras. a) calmó la tempestad con la voz de su poder reprendiendo al viento y a la olas: Calla, enmudece… y se hizo grande bonanza (Mr. 4:39). Su sola voz y su presencia hizo que sus discípulos recuperaran el ánimo y la confianza; b) les amonesta y los maravilla: ¿Dónde está vuestra fe? (v. 25) y los deja atónitos: ¿Quién es este que aún los vientos y el mar le obedecen? (v. 25).
Aplicación
Este es nuestro Salvador, que tiene poder no solo para calmar los elementos, también tiene poder para que recuperemos nuestra fe y nos devuelve el ánimo en medio de las pruebas de nuestra vida.
Reflexión: Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas. (Stg. 1:2)
Por : Juan Requena
Domingo 30 DE ABRIL DE 2023
Tampoco los demonios se le resisten
Lucas 8:26-39
Una vez calmada la tempestad, Jesús y sus discípulos arriban a la orilla de la región de los gadarenos, que se encuentra frente a Galilea. A poca distancia de la orilla se encuentra un cementerio; era una colina muy empinada que caía casi verticalmente hasta la misma orilla. Jesús se adentra en esa inhóspita tierra y le sale al encuentro un hombre endemoniado, casi desnudo, desenfrenado que acostumbraba a morar entre las tumbas, y que sus vecinos le ataban con grillos y cadenas que él rompía y huía de ellos. No vivía solo, por cuanto Mateo menciona a dos de ellos. No había discrepancia entre ellos, lo más probable es que Marcos y Lucas fijaran su atención en uno de ellos.
Exposición
El gadareno. A sí mismo se hacía llamar «legión» porque los demonios que vivían dentro de él le dominaban, y gritando al Señor le dice: ¿Por qué me molestas, Hijo del Dios Altísimo? Jesús logra calmarlo y busca dialogar con él y le pregunta: ¿Cómo te llamas? (v. 30). Nadie se había atrevido a interesarse y dialogar con él. En ese emotivo encuentro con Cristo el gadareno encuentra su identidad, la paz y la lucidez; mandando Jesús a los demonios salir de él y entrar en un hato de cerdos que había cerca del lugar que al precipitarse por uno de los escarpados de la colina cayeron al mar y se ahogaron. Aquí empieza a vivir una nueva vida el gadareno.
Cristo Jesús (v. 30). El Señor había hecho un portentoso milagro en la vida de aquel poseso, devolviéndole la libertad, la identidad, la serenidad y su estado natural. Este cambio tan brusco solo es posible cuando Cristo Jesús saca de nuestro viejo hombre toda la rebeldía y la ira cambiando nuestro pasado cargado de turbulencias y nos da una nueva vida.
Los testigos del milagro (vv. 35-39) Y salieron a ver lo que había sucedido y vieron al hombre sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su juicio cabal y tuvieron miedo (v. 35). Una transformación así, no se podía creer, llegando a tener miedo de la persona que tenía sentado a sus pies al endemoniado. Jesús había cambiado aquel hombre imposible de sujetar por un discípulo dispuesto a seguirle y estar con él.
Aplicación
Cuando Jesús toma el rumbo de nuestra vida, no solamente nos sentimos libres de la influencia del maligno, también disfrutamos de nuestra comunión con él y de sus promesas eternas.
Reflexión: Para Dios no hay nada imposible, hasta los demonios se le sujetan.
Por : Juan Requena