Mayo
Lunes 01 DE MAYO DE 2023
Sin fe es imposible agradar a Dios
Lucas 8:40-56
Después del milagro ocurrido en tierras de Gádara, Jesús vuelve a Galilea y la gente llena de gozo lo recibió calurosamente de nuevo, y acto seguido se encuentra con dos nuevos casos que requieren la atención personal del Señor. El primero con una mujer que padecía una hemorragia desde hacía doce años y el segundo la hija de un principal de la sinagoga llamado Jairo que yacía moribunda.
Exposición
Del anonimato a la fe confesada públicamente (vv. 43-48). Esta mujer quiso pasar inadvertida, pues cuando Jesús y sus discípulos iban camino de la casa de Jairo, ella que padecía una severa hemorragia desde hacía 12 años y que había gastado todo cuanto tenía en médicos no consiguiendo la sanidad, al ver a Jesús cerca de ella, pensó que si tocaba sus vestidos solamente sanaría de su enfermedad. Y se acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de sangre (v. 44). Tal vez, su enfermedad si se hacía notoria, era declarada impura ceremonialmente según la ley. Pero cuál fue su sorpresa, que Cristo destapó su anonimato y tuvo que confesar su fe en Jesús delante de toda la multitud.
Del milagro por fe al anonimato más estricto (vv. 49-56). Jairo, era un principal de la Sinagoga, un hombre influyente; algunos creen que es el mismo que habló a Jesús sobre la enfermedad del criado del centurión que meditamos unos días atrás. Ahora la atención estaba puesta en su hija de doce años, y sin dudarlo fue en busca del Señor y postrándose a sus pies, y le rogó que fuera a su casa y la sanase. Intentaron por el camino desanimarlo advirtiéndole antes de llegar a casa que su hija ya había fallecido. Sin embargo Jesús lo animó a que tuviese fe: Cree solamente y será salva. ¡Cuán importante es la fe! Al llegar a la casa, Jesús y sus apóstoles más cercanos entraron en la casa, tomó la mano de la muchacha y a su voz: Muchacha levántate, la devolvió a sus padres, sana y salva. Y curiosamente aquí Jesús: mandó que a nadie dijesen lo sucedido (v. 56).
Aplicación
En el primer milagro la fe se hizo pública y notoria, y en el segundo milagro, manda que a nadie dijesen nada. La fe en Jesucristo tiene carácter personal, El no busca notoriedad. Cristo no era un milagrero y le bastaba solamente con la confianza y la sencillez de corazón.
Alabanza: Ven alma que lloras, ven al Salvador; en tus tristes horas, dile tu dolor. (Himno)
Por : Juan Requena
Martes 02 DE MAYO DE 2023
Preparándose para la misión
Lucas 9: 1-9
Hacía poco tiempo había tenido lugar la elección de los doce apóstoles (6:12-16), ahora el Señor se dispone a enviarlos a una misión. No era nada inusual, ni extraño la designación al apostolado; más bien al contrario entre los judíos. A menudo, el Sanedrín designaba para misiones de cierta importancia a hombres elegidos de forma minuciosa, siendo investidos con plenos poderes. En esta misión apostólica, Jesús les confiere requisitos imprescindibles para la marcha del cristianismo a lo largo de la historia.
Exposición
Les dio poder y autoridad (v. 1). El poder y la autoridad no eran un influjo transmitido como creía Simón el mago (Hch. 8:14-21), sino que habían sido designados como embajadores oficiales investidos con toda autoridad para representar al Señor de los señores teniendo el respaldo y la bendición del Dios de los cielos. Así lo entendieron en el AT otros que fueron comisionados para servicios de alto nivel (véase Moisés (Ex. 5:1) o David (1 S. 17:45-46). Hay algo de solemne en las primeras palabras: Jesús los define como los doce (v. 1), a los que llamó apóstoles (Mt. 10:1), por haber sido llamados expresamente por el Señor Jesús. Estos ocuparían una posición única en la Iglesia siendo testigos presenciales de su ministerio y pudiendo empaparse de sus palabras y verdades que plasmarían posteriormente en sus escritos.
Los envió a predicar el reino de Dios (v. 2). La misión encomendada no era tarea fácil, pues debía enfrentarse a numerosos desafíos a lo largo de la historia y proclamar sin ambages que el reino de Dios se ha acercado y su Rey está presente y quiere reinar en los corazones de todos aquellos que lo acepten y se sometan a su señorío. Habrá quienes os reciban y os den hospitalidad; y otros que por el contrario os nieguen cobijo; a estos últimos sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos (v. 5), como dando a entender que no quieren llevarse de allí ni el polvo que se adhiere al calzado.
Aplicación
Los tiempos han cambiado mucho desde aquella primera misión, pero la encomienda sigue siendo la misma: Proclamar el mensaje del reino que nos ha sido dado, hacerlo con fidelidad a la Palabra y lealtad al Señor quien nos ha llamado de las tinieblas de este a mundo a su luz admirable.
Alabanza: Salid, embajadores del Señor…aprovechad el tiempo que el Señor os da. (Himno)
Por : Juan Requena
Miércoles 03 DE MAYO DE 2023
Dadles vosotros de comer
Lucas 9:10-17
Los apóstoles volvieron de aquella primera misión que Jesús les encomendó pletóricos, y contaron todo cuanto habían hecho (v. 10), pues estaban entusiasmados de las experiencias vividas. Y el Señor los tomó aparte y volvió a hablarles del reino de Dios (v. 11). Pero no sospechaban sus discípulos el milagro que Jesús les tenía preparados con la multiplicación de los panes y los peces, y en la que ellos serían colaboradores activos. Iba a ser el único milagro que ha quedado registrado en los cuatro evangelios.
Exposición
El reto (v. 13). Eran como cinco mil las personas que le habían seguido. Los discípulos al ver que el día avanzaba dijeron al Señor: Despide a la gente para vuelvan a sus casas y coman y encuentren cobijo (v. 12). Es entonces cuando el Señor irrumpe con un reto casi inverosímil: Dadles vosotros de comer (v. 13). Seguro que los apóstoles quedaron atónitos ante la respuesta del Maestro, sin embargo, pusieron a disposición de Jesús lo poco que tenían cinco panes y dos peces (v. 13); según Juan, ni tan siquiera eran suyos, cierto muchacho los tenía guardados (Jn. 6:8). Aun y así no solo era insuficiente, era humanamente imposible para los discípulos. Jesús mandó sentar a la muchedumbre, y él tomando los cinco panes y dos peces…lo bendijo y lo dio a ellos para que lo repartieran entre la gente. Lo poco que tenían los apóstoles, Jesús lo multiplicó y suplió toda necesidad.
Y comieron todos y se saciaron (v. 17). Sobrando doce cestas de pedazos. ¡Qué lección de poder, de compasión y de ética!; el poder de Jesús deslumbra ante la incapacidad de los seres humanos para cubrir las necesidades más perentorias, pero aun destaca más, su tierna compasión cubriendo también la necesidad física de toda aque muchedumbre, no solo sació sus almas con la Palabra, también llenó sus estómagos evitando que tuvieran hambre. Y es destacable, ya que también lo recogen los cuatro evangelistas, el aspecto ético no dejando que las doce canastas de sobras se desperdiciaran (v. 17).
Aplicación
Los milagros de Jesús nos asombran sobre todo a los creyentes, ya que hemos visto la forma que tiene el Señor de obrar entre nosotros, nos reta. nos llama a colaborar con él, nos muestra su gran poder y nos enseña que todo cuanto recibimos de su gracia no debemos desperdiciar nada.
Pensamiento: Señor enséñame cada día a confiar en tu inmensa bondad.
Por : Juan Requena
Jueves 04 DE MAYO DE 2023
Dos actitudes bien diferentes
Lucas 9:18-27
El pasaje del día de hoy es bastante significativo porque siglos más tarde se convirtió en una de las columnas del fundamento que la Iglesia Católica Romana usó para establecer el poder pontificio de Pedro y su cadena sucesoria, que ni tiene base bíblica, ni el propio apóstol Pedro jamás invocó a su favor. Este acontecimiento lo recogen los tres sinópticos, Mateo explica que se hallaban en los alrededores de Cesárea de Filipo. Lucas destaca que Jesús había estado orando, y había llegado la hora de conocer que opinión tenían los discípulos acerca de su Maestro. Mateo registra dos actitudes del apóstol Pedro bien diferentes.
Exposición
Primera actitud, un sobresaliente (vv. 18-20). Jesús hace a sus discípulos unas preguntas: ¿Quién dice la gente…? (v. 18); y tras esta, insiste: ¿Y vosotros, quién decís que soy yo? (v. 20). Es entonces cuando Pedro responde de manera contundente: Tú eres el Cristo de Dios (v. 20). La respuesta de Pedro merecía un sobresaliente, y así se lo expresó Jesús: Bienaventurado eres Simón… (Mt. 16:17). ¡Qué bien reacciona Pedro, se había mostrado valiente y preciso! Luego el Señor realiza el primer anuncio firme y claro de su identidad y su misión en el mundo, que contrariamente a las expectativas sociopolíticas de la nación judía, el Cristo debía de ir a Jerusalén y padecer… (Mt. 16:21).
Segunda actitud, un suspenso (Mt. 16:22-23). Pedro tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle…Señor ten compasión de ti… Da la impresión de que el Señor se aparta con cierta indignación, y le dice: Quítate de delante de mí, Satanás; me eres tropiezo, porque no pones la mira… (v. 23). Aquí el Señor le da un suspenso, porque el propósito de Jesús en su venida no era otro que rescatar al ser humano perdido y caído en el pecado, y para ello era necesario que padeciese y diera su vida en rescate por muchos. Y Pedro le presentó la misma tentación que Satanás en el desierto (Mt.4:8-9).
Aplicación
¡Cuántas veces no superamos los exámenes de Jesús en nuestra vida! Es cierto que en ocasiones el Señor nos da un sobresaliente, pero algunas veces caemos en la autocomplacencia y miramos más a nuestros deseos que a la voluntad de Dios el Padre.
Oración: No permitas Señor que nuestra mirada se desvíe de tus propósitos eternos.
Por : Juan Requena
Viernes 05 DE MAYO DE 2023
La transfiguración
Lucas 9:28-36
Aquella declaración hecha por Pedro iba a ser confirmada en un acontecimiento sin precedentes que supondría una prueba más de su identidad como Hijo de Dios y de su mesianidad. Habían pasado ocho días y el Señor toma a Pedro, Santiago y Juan y se los lleva a un monte a orar. Entre tanto que estaban orando, el rostro de Jesús se transfiguró delante de ellos resplandeciendo como el sol, y junto a él aparecieron dos personajes del AT. Moisés y Elías rodeados de gloria y conversaban con él (vv. 29-30).
Exposición
Los dos personajes ilustres. Solo Lucas hace constar la conversación entre Jesús, Moisés y Elías que versaba sobre su partida que iba Jesús a cumplir en Jerusalén (v. 31). Imaginamos a sus tres apóstoles perplejos teniendo delante una escena llena de gloria y confirmando lo que ochos días antes uno de ellos, Pedro, intentaría evitar que sucediese al reconvenir a Jesús, que no padeciese y muriera en una cruz y resucitase (16:2122). La presencia de Moisés y Elías en aquel acto llevaba el reconocimiento expreso de la Ley y los Profetas. Y los apóstoles debían ser testigos anticipados de su muerte y resurrección. Unos meses más tarde, serían llamados a contemplar los planes del Dios Altísimo para salvación de todos aquellos que en él creyeran.
La voz del Padre (vv. 13-26). Por si fuera poco, como ocurrió durante el bautismo del Señor, la voz del Padre autentificaría y rubricaría aquel acto dando su aprobación: Este es mi Hijo amado; a él oíd (v. 35). Jesucristo es la máxima revelación de Dios y de su proyecto histórico. Esta frase tiene una referencia a Dt. 18:15 que contiene una predicción mesiánica al mencionar a un profeta mayor que Moisés al cual debían oír.
La intervención de Pedro. Pedro quedaría tan impresionado que muchos años más tarde al escribir su segunda epístola deja constancia de su testimonio (2 P. 1:16-18). No debe de extrañarnos que pidiera al Señor hacer tres enramadas, una para cada ilustre personaje y otra para Jesús. Ni siquiera pensó en él y sus compañeros.
Aplicación
Nosotros tendremos el privilegio de vivir escenas parecidas cuando estemos en la presencia de nuestro Salvador; allí nos deleitaremos viendo y escuchando cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles (1 P. 1:12).
Pensamiento: La mayor de nuestras riquezas está más allá del sol.
Por : Juan Requena
Sábado 06 DE MAYO DE 2023
Jesús sana a un epiléptico
Lucas 9:37-43a
El pintor italiano Rafael (s. XV), en su pintura sobre la transfiguración de Jesús hace un remarcado contraste entre la belleza y el esplendor del pasaje anterior y la secuencia que estaba ocurriendo abajo en la llanura con el hombre que tenía un hijo epiléptico. Entre ambos casos, Lucas menciona que pasó un día; siendo además la narración más breve de este episodio. Solo el evangelio de Marcos explica la derrota de los discípulos del Señor. Este pasaje nos muestra tres protagonista frente al milagro.
Exposición
El padre desesperado. El Señor desciende del monte y se encuentra con un hombre que gime afligido buscando ayuda frente al brote de la enfermedad que padecía su hijo, y que justo al llevarlo ante Jesús sacude con violencia al muchacho (v. 42). Si nos ponemos en la piel de aquel padre, nos lo imaginamos sumido en la impotencia al ver a su único hijo (v. 38), prorrumpiendo en gritos, echando espuma por la boca y golpeando su cuerpo. Era un padre al borde de la desesperación, que al ver a Jesús cae de rodillas ante él, según Mateo.
Los discípulos incapaces. Ante esta situación, el padre, al no ver a Jesús, lo llevó en primera instancia a sus discípulos creyendo que ellos podían sanarle; estos a pesar de haber recibido poderes para hacer frente a estos casos (9:1), se vieron incapaces. Más tarde ante su estrepitoso fracaso, Jesús les aclara que este género con nada puede ser eficaz, sino con oración y ayuno (Mr. 9:29). La ausencia del Señor suponía un vacío imposible de llenar solo con las buenas intenciones de aquellos apóstoles que, sin lugar a dudas, lo habían intentado. De ahí la expresión del Señor: ¡Oh generación incrédula…! (v. 41) Tal vez si hubieran estado entregados a la oración en vez de pleitear entre ellos ¿Quién sería el mayor? (v. 46), mejor les hubiera ido.
El Señor poderoso. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho (v. 42). Finalmente Jesús sanó al muchacho y se lo entregó a su padre dejando constancia de su poder infinito.
Aplicación
No debemos olvidar la lección de hoy, que puede sernos muy útil en nuestra vida cristiana. Nuestras victorias de fe no están tanto en nosotros como en nuestra dependencia del Señor; pues para Dios no hay nada imposible (Lc. 1:37).
Reflexión: El que ora con frecuencia y con fervor rara vez será abandonado.
Por : Juan Requena
Domingo 07 DE MAYO DE 2023
Una llamada a la humildad
Lucas 9:43b-50
¡Qué bien acaba el pasaje anterior!: Y todos se admiraban de la grandeza de Dios (v. 43b). Aquel cuadro tan dramático del pasaje de ayer, acabó con la admiración de todos los presentes por la grandeza de la persona de Jesús. Veamos algunos detalles de nuestro texto de hoy. Durante la transfiguración (vv. 28-36), la conversación entre Jesús, Moisés y Elías giró en torno a su camino hacia Jerusalén y su próxima muerte en la cruz del Calvario. De nuevo aparece este tema con sus discípulos.
Exposición
Más ellos no entendían estas palabras (v. 45). Los apóstoles estaban tan absortos por los muchos éxitos del Maestro respecto de sus milagros y la cumbre en el monte de la transfiguración que no acababan de entender que Jesús fuese entregado en manos de los hombres y lo mataran; pero después de muerto resucitará al tercer día (Mr. 9:31). El texto añade: Y temían preguntarle… (v. 45); siempre habían oído decir que el Mesías restauraría el reino de Israel, que se revelaría en gloria y poder, y que reinaría sobre el trono de David. A qué vienen estas palabras de derrota que Jesús les estaba hablando. Lucas añade que les estaban veladas estas palabras para que no las entendiesen (v. 45). Sin embargo, hay una voz de esperanza en Jesús: ¡Al tercer día resucitará! Así que no debe extrañarnos que no las entendieran. ¡Los caminos del Señor son inescrutables!
Quién de ellos sería el mayor (v. 46). Marcos nos aclarara que los discípulos habían disputado por el camino ¿Cuál de ellos sería el mayor? Las cuestiones de honores y la ambición de llegar a lo más alto siempre han sido los temas de debate en este mundo. Jesús se adelanta a todos ellos y les pone como ejemplo la figura de un niño (v. 47), dando a entender que la verdadera grandeza se muestra tras la sencillez y la humildad que nos proporciona su imagen.
El más pequeño entre vosotros, ese es el más grande. (v. 48). Se ha dicho en ocasiones que la mayor grandeza, es la grandeza del servicio y en esto nos dio ejemplo nuestro Salvador: El hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos (Mt. 20:28).
Aplicación
Leímos en cierta ocasión: «No codiciemos los altos cargos mientras en los bajos podamos ser más útiles al Señor. No estar a su derecha o a su izquierda, sino estar a sus pies es lo que debemos desear».
Pensamiento: El ministro ha de mostrarse siempre sencillo y asequible En el momento en que […] se sitúa por encima de sus hermanos con aires de superioridad, está cerrando la puerta de acceso a sus corazones. (J.M. Martínez)
Por : Juan Requena
Lunes 08 DE MAYO DE 2023
El camino del discípulo
Lucas 9:51-62
Esta nueva sección que iniciamos hoy va a estar enfocada en su viaje hacia Jerusalén que le llevará hasta su entrada triunfal en la ciudad (Lc. 9:51 a 19:27) y su posterior muerte en la cruz del Calvario y resurrección al tercer dia. Su propósito era cumplir con la voluntad del Padre, y por ello afirmó su rostro para ir a Jerusalén (v. 51).
Exposición
La oposición de los samaritanos (vv. 51-56). La primera dificultad la tendría al tener que pasar por una aldea de la región de Samaria. Como quiera que es bien sabido que los judíos y los samaritanos no se trataban, ni transitaban por sus territorios mutuamente, el Señor tomó la precaución de enviar mensajeros para preparar el camino, pero los samaritanos lo rechazaron como era costumbre hacer con todo peregrino judío. Esta actitud llenó de ira a Juan y Santiago, bien llamados «los hijos de trueno», quienes pidieron a Jesús fuego del cielo. ¡Qué poco habían entendido Jacobo y Juan la naturaleza de las verdaderas armas de nuestra milicia! (2Co.10:4). ¿Quiénes somos nosotros para anticipar el juicio de nadie? Pero Jesús les reprendió con palabra de perdón: El Hijo del Hombre no ha venido para perder almas…, sino para salvarlas (v. 56).
El camino del discipulado (vv. 57-62). En el camino hacia otra aldea, surgieron otros que sí querían seguir a Cristo con verdadero entusiasmo. Sin embargo, el camino del discipulado, es un camino de lealtades y por tal razón no es apto para: 1) La Autoconfianza (v. 57). Para seguir al Señor no basta con un deseo simplemente, es necesario lealtad absoluta, lo cual lleva implícita una dependencia del Señor. 2) La autocomplacencia (vv. 59-62). Otro puso plazo para seguir al Maestro; pensó que su padre era ya muy viejo y tenía que cuidarle hasta que muriera. También el tercero puso plazo a su lealtad a Cristo. Quedar bien con la familia y otras amistades han sido unos impedimentos en muchas ocasiones. Jesús no quiso desilusionar a nadie, ni desanimar a nuevos discípulos, como tampoco quería que se pierda el afecto o los sentimientos a la familia, sino que seguir al Señor Jesús es un camino de lealtades.
Aplicación
Estas fueron las últimas palabras del Dr. M. Lloyd Jones: «No he tenido que renunciar a nada, sino que lo he recibido todo».
Reflexión: Seguir al Maestro no importa sufrir, aunque haya enemigos, ni obstáculos mil. (Himno)
Por : Juan Requena
Martes 09 DE MAYO DE 2023
Preparados para el trabajo
Lucas 10:1-16
El después de estas cosas (v. 1) con el que comienza este capítulo nos recuerda importantes enseñanzas anteriores: la misión del Señor iba a suponer un sacrificio total, el mayor en el reino de Dios sería el más dispuesto a servir aquí, el interés supremo de Jesús en ganar las almas y el compromiso radical con su reino. Todo esto nos prepara para lo que el Señor va a enseñarnos hoy.
Exposición
El Señor está preparando a sus discípulos para la tremenda misión de llevar el Evangelio. Nos centraremos en estos puntos básicos:
Designó (v. 1). Ellos debían estar preparados para discernir el llamamiento del Señor para el servicio. Esto es el fundamento de todo ministerio que tiene garantías espirituales.
De dos en dos (v. 1). Ellos debían asumir que el trabajo era en equipo. No iban a ser «llaneros solitarios» sino que tendrían que reconocer sus limitaciones, estar dispuestos a colaborar y rendir cuentas entre ellos.
En medio de lobos (v. 3). Tendrían que ser conscientes de la dura oposición que les vendría como consecuencia de su compromiso con el Señor. Debemos ser conscientes de que servir al Señor es colocarnos directamente en el punto de mira constante del enemigo. Recuerda que «cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo».
No llevéis (vv. 4-9). Como contraste iban a poder experimentar la preciosa provisión de Dios para cada día. Los siervos son dignos de recibir lo necesario, porque la trascendencia de su trabajo los avala.
Y no os reciban (vv. 10-16). Los discípulos tendrían que aprender a gestionar los «fracasos». Para ello debían saber en primer lugar que sean las que sean las reacciones negativas hay una realidad incuestionable: el reino de Dios avanza (v. 9). También debían saber que ante los fracasos, quien llevaba la peor parte eran los incrédulos porque de permanecer en la rebeldía no podrían evitar el castigo eterno.
Aplicación
Reconocer la plena identificación entre Cristo (v. 16) y nosotros como sus siervos debe «darnos alas» para seguir adelante con nuestro servicio para él, en medio de las duras circunstancias que tendremos que vivir y a pesar de la feroz oposición del diablo.
Reflexión: Dadme 100 hombres que no teman más que al pecado y no deseen más que a Dios y cambiaré el mundo. (J. Wesley)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por : Daniel Benítez
Miércoles 10 DE MAYO DE 2023
Gózate en el Señor siempre
Lucas 10:17-24
El gozo es una de las notas predominantes del pasaje que tenemos delante. El gozo profundo que el Señor pone en nosotros al entregarle nuestras vidas y que es fruto del Espíritu Santo (Gá. 5:22), es uno de los grandes privilegios que experimentamos y uno de los tesoros más valiosos que podemos ofrecer a este desolado mundo.
Exposición
El gozo del ministerio cumplido (v. 17). Los discípulos se gozan viendo el resultado de su trabajo. El servicio a Cristo para otros sería una pesada carga, imposible de sobrellevar, para el cristiano es un privilegio. Así fue para Pablo (Col. 1:24) a pesar de que el servicio conllevó sufrimiento. Podemos hacernos eco del precioso himno: «Gozo da servir a Cristo, en la vida diaria aquí, gozo y grande alegría siempre él me da a mí».
El gozo de la salvación segura (vv. 18-20). Pero si el gozo del servicio es grande, aún mayor es el que viene de la seguridad de ser salvos. Al fin y al cabo podemos servirle porque Dios mismo nos da el poder y él promueve los buenos resultados. Pero Jesús quiere que nos gocemos sobre todo de saber que nuestro nombre está escrito en los cielos y nadie lo borrará de allí (Ap. 3:5).
El gozo de la decisión del Padre (vv. 21-24). El mismo Señor Jesús se gozó de la decisión de su padre de revelar la verdad solo a aquellos que tienen un corazón humilde y sencillo y que se alejan de la soberbia y orgullo de los «sabios y entendidos” (1 Co. 1:25-31). ¡Alabemos al Señor porque él no es como los «grandes de este mundo» y por el privilegio de haber sido el blanco de su amor y de especial revelación!
El gozo de la experiencia personal (vv. 23-24). Ciertamente los discípulos fueron testigos directos de Jesús y tuvieron experiencias únicas que muchos hubieran querido tener en el pasado. Pero bienaventurados y felices también aquellos que como dijo Jesús, no vieron y creyeron (Jn. 20:29). ¡Y en el grupo de aquellos que podemos tener una experiencia personal con Jesús cada día estamos tú y yo!
Aplicación
En un mundo tan necesitado de experiencias espirituales auténticas y emociones profundas y sanas, los cristianos tenemos mucho que decir. El gozo debe brotar de cada uno de los poros de nuestro cuerpo y extenderse a los necesitados.
Reflexión: El gozo es más que una emoción, es una orden. (Fil.4:4)
Por : Daniel Benítez
Jueves 11 DE MAYO DE 2023
¡¡Sin excusas!!
Lucas 10:25-37
Hoy tenemos a un profesional de la ley queriendo hacer algo para ganarse la salvación quien pone a prueba a Jesús: ¿Qué haré? Aparentemente Jesús se lo pone «fácil»: la salvación por obras: «Ama a Dios… ama al prójimo…» haz esto y vivirás. Pero el Señor, con la historia que sigue, le va a demostrar que al no haber límites en el amor al prójimo, el «hacer algo» se convierte en algo imposible para ganar la salvación propia.
Exposición
El amor al prójimo no pone excusas (vv. 30-32). Tanto el sacerdote como el levita tenían buenas y «santas» excusas para pasar de largo: «será una emboscada… una trampa… es un peligro…ya estará muerto…quedaré impuro si toco a un muerto…tendré que volver al templo a purificarme». Pero si se hubieran acercado un poco lo verían respirando. Ese hombre NO estaba muerto y necesitaba ayuda urgente.
El amor al prójimo no tiene límites (vv. 33-34). El Señor pone ahora como ejemplo a un grupo de personas corruptas: los samaritanos. Cualquiera de ellos incluso podría haber sido el culpable del robo. Pero el Señor dice que él sí fue el que se acercó y, sin importar raza, religión o procedencia, lo ayudó. Lo que importaba es que está en peligro de muerte y él podía ser la solución.
El amor al prójimo no es mezquino (v. 35). Al samaritano no le importó invertir su dinero en este pobre. Salvó su vida pero además se preocupa por su bienestar a su propia costa. No respondió con la misma moneda con la que le pagaban a él por ser samaritano.
El amor al prójimo no es «fácil» (v. 36). Ante la pregunta de Jesús, el escriba tiene que reconocer la verdad aunque no le guste. Lo que tiene que «hacer» es demostrar amor y misericordia a quien sea. Pero para él eso es imposible. No se podía justificar a sí mismo porque no podía “hacer” nada para salvarse.
Aplicación La realidad es que solo hubo uno que amó de esta manera: Jesús. Él es nuestro buen samaritano. Solo él puede hacer algo para que tengamos vida eterna porque el amor y la misericordia solo están en él. Solo cuando reconocemos eso podemos «ir y hacer lo mismo». Pero para seguir su ejemplo de amor debo evitar las «buenas» excusas para no hacer el bien, estar dispuesto a dejar los prejuicios y querer «perder para ganar».
Oración: Señor, ayúdame con el reto de ir y hacer lo mismo que tú.
Por : Daniel Benítez
Viernes 12 DE MAYO DE 2023
Mantén el equilibrio
Lucas 10:38-42
El pasaje de hoy podría verse como parte de un conjunto precioso formado por todo el capítulo 10. Empezamos viendo la importancia de ser enviados a predicar el evangelio, seguimos destacando la centralidad del amor y del servicio al prójimo. Y hoy veremos la importancia de centrarnos en el mismo Señor si queremos que todo lo anterior tenga verdadero fruto.
Exposición
La luz de esta escena se enfoca bastante en Marta. Ella fue la que quiso recibir al Señor en casa (v. 38), pero también fue ella quien le dejó solo para irse a preparar cosas importantes pero quizás no necesarias en ese momento. Al verse desbordada comienza a quejarse contra su hermana (v. 40) manifestando así muy poco aprecio por Jesús: prefería que estuviera solo antes que servir sola. Al fin y al cabo nadie la obligaba a servir. Debió ver las prioridades de ese momento.
Pero María estaba a los pies de Jesús. Así es como se la ve casi siempre, disfrutando de la Palabra, de la presencia de Jesús, de la comunión íntima con él (Jn. 11:32, 12:3). Eso era lo primero, lo único verdaderamente imprescindible (Mt. 6:33). Es cierto que Jesús desea “embajadores activos del Evangelio y samaritanos misericordiosos que ayudan a los que sufren. Pero antes de representar a Cristo o imitarle en nuestro ministerio de benevolencia debemos pasar tiempo con él” (W. Wiersbe). Jesús busca antes que nada adoradores que se dejen impactar por su misma persona para después poder ser útiles a los demás.
Aplicación
Un servicio que no surja de una relación íntima con Cristo rápidamente se convertirá en activismo febril y finalmente en una carga demasiado pesada; por no decir que terminará siendo un foco de problemas: afán, turbación, quejas. Permanezcamos a los pies de Jesús, no nos separemos de su corazón de amor porque eso será lo que impulse un verdadero y alegre servicio. No olvidemos que Jesús nos llamó en primer lugar para «estar con él» para después servir a otros (Mr. 3:14). Mantengamos el equilibrio entre los dos sin desechar uno u otro. Como señaló C. Wesley: … «Escogeré de todas las maneras la mejor parte; servir con las manos hacendosas de Marta y con el corazón de María, lleno de amor».
Oración: Señor, ayúdanos a hacer crecer de manera equilibrada a la Marta y María que llevamos dentro.
Por : Daniel Benítez
Sábado 13 DE MAYO DE 2023
¡Tienes una cita!
Lucas 11:1-4
Es curioso que de las pocas cosas que los discípulos pidieron a Jesús de manera específica que les enseñara fue precisamente a orar. Jesús no les enseñó a predicar, ni a hacer señales como hubiéramos esperado hoy en día. Pero sí les enseñó a orar, mostrando así la tremenda trascendencia de esta práctica en sus vidas espirituales. Parece que Juan también le dio mucha importancia y enseñó a sus seguidores. Los de Jesús no quisieron ser menos.
Exposición
Jesús fue hombre de oración (v. 1). En momentos claves de su vida encontramos a Jesús orando (Lc. 3:21, 5:16, 6:12, 9:18, 22:40-44). Y ¡con qué pasión Jesús hablaría con su Padre! Esto impactaría tan fuertemente en sus discípulos que probablemente ellos querrían aprender a orar de la misma manera.
Un buen modelo de oración (v. 2-4). Se ha dicho que Jesús no nos dejó una oración modelo para ser repetida sino un modelo de oración para guiarnos cuando nosotros oremos.
¿Qué nos enseña este modelo de oración?
1. A empezar por la adoración a Dios (v. 2). Debemos reconocer nuestra íntima relación con él como Padre y desear que su persona sea santificada y glorificada. El nombre de Dios no es solo una identificación sino que apela a todo su glorioso carácter que debemos amar y respetar. Pero no debemos olvidar que adorar a Dios se hace también a través del compromiso de obedecer su voluntad (He. 13:16).
2. A preocuparnos por las necesidades básicas (v. 3). Debemos aprender a pedir por aquello que verdaderamente necesitamos y no solo por lo que deseamos. Esto nos ayudará a no estar en ansiosa inquietud (Fil.4.6) y a gozarnos en vivir el día a día.
3. A ser conscientes del pecado y la tentación (v. 4). La oración nos ayuda a ser realistas con nuestra debilidad, a ser vigilantes y a mantener las cuentas muy cortas con Dios, con aquellos a los que hayamos dañado y con los que han pecado contra nosotros. La oración nos recuerda que la gracia del Señor aplicada a nosotros nos hace deudores con otros.
Aplicación
Si Jesús tuvo una necesidad vital de orar ¡Cuánto más no la tendremos nosotros! Sigamos su modelo, invirtamos tiempo y oremos sin cesar. Él nos espera.
Reflexión: el propósito de la oración no es lograr que la voluntad humana se haga en el cielo, sino que la voluntad de Dios se haga en la tierra. (W. W.)
Por : Daniel Benítez
Domingo 14 DE MAYO DE 2023
Persevera
Lucas 11:5-13
En el pasaje anterior, el Señor enseñó acerca del «contenido» de la oración. Hoy veremos la actitud que se requiere al orar. Jesús se centra en la necesidad de ser perseverantes. ¿Os acordáis de la travesura de los niños que tocan el timbre de una puerta y salen corriendo para no ser descubiertos? ¿No somos a veces así nosotros cuando oramos? Oramos, «llamamos», una vez pero después salimos corriendo de la presencia del Señor. Aprendamos a ser perseverantes. Para ello el Señor nos propone tres cosas…
Exposición
Una parábola creíble (vv. 5-8). La hospitalidad era obligatoria en aquella cultura. Una respuesta positiva por parte del amigo era lo que todo el mundo esperaría aunque fuera a costa de despertar a sus hijos que dormirían con él en la misma estancia y que oirían el ruido al quitar la barra colocada en la puerta para abrirla. La persistencia, la obstinación, incluso su «falta de vergüenza», (literalmente) es uno de los factores que motivó al amigo a conceder su petición. Aparte de eso, el amigo concedió la petición porque su carácter compasivo. Así es Dios cuando le pedimos.
Una propuesta y su respuesta (vv. 9-10). El lenguaje sugiere mandatos de Dios (pedid, buscad y llamad) y acciones constantes y perseverantes por nuestra parte (pidiendo, buscando, llamando). Cada acción implica un compromiso mayor por parte del que tiene la necesidad. No solo es orar, hay que actuar (buscar) y también perseverar (llamar insistentemente). Y cada acción tiene asegurada la respuesta por parte de Dios.
Un privilegio (vv. 11-13). ¡Qué consuelo y qué privilegio saber que a quien oramos es un padre bueno! Él nos conoce y nos ama y por eso «debemos temer las respuestas que él nos dé” (W. Wiersbe). Si los padres buscamos lo mejor para nuestros hijos, ¿¡cuánto más nuestro Padre Celestial!? (Mt. 7:11).
Aplicación
«Para Dios nunca es medianoche, nunca se siente molesto ni le tomamos por sorpresa cuando sus hijos le pedimos algo» (Hendriksen). Por eso, seamos persistentes y creamos que, sea cual sea su respuesta será bueno para nosotros. Nuestra perseverancia siempre tendrá buenas recompensas.
Reflexión:…solo podemos garantizar la realidad y la sinceridad de nuestro deseo (petición) por la pasión (perseverancia) con que oramos… (W. B.)
Por : Daniel Benítez
Lunes 15 DE MAYO DE 2023
¿Eres neutral?
Lucas 11:14-26
El milagro que consideramos hoy constituye uno de los «puntos decisivos» en el ministerio de Jesús. A partir de ahora Jesús va a dar un cambio de rumbo importante a su ministerio. De hablar a las multitudes anunciando claramente la venida de su reino, ahora se centra en sus discípulos para anunciarles su muerte y a los demás hablará por parábolas (Mt. 13:13, 16:21). Pero… ¿Qué vemos en este pasaje?
Exposición
Un poder impresionante (v. 14). Jesús se enfrenta no solo a una enfermedad que tiene una causa física sino que además hay una realidad espiritual y demoníaca involucrada en ella. Pero no hay nada que se resista al poder de Jesús. Su poder sobre el mundo espiritual es total. Es lógico que todo el mundo quedara maravillado.
Unas palabras insensatas (vv. 15-16). Era realmente estúpido ese razonamiento como Jesús después deja claro. Además piden una señal del cielo: ¿Es que no tenían bastante con la señal que acaban de ver? Lo que hay detrás es una incredulidad obstinada y contumaz. No era cuestión de «poder» sino de «querer» creer en Jesús.
Una prueba incontestable (vv. 17-20). El razonamiento del Señor es claro: nadie echa piedras sobre su propio tejado. Ni siquiera el diablo haría eso, sería de locos. Si el reino de Satanás es vencido es por intervención del reino de Dios (Ex. 8:19). Su «dedo» es más poderoso que cualquier arma diabólica. ¡Qué tranquilidad da saber esto!
Un peligro innegable (vv. 21-26). Jesús es «el otro más fuerte» que vence al diablo y nos libra de sus garras. Pero en ese momento no podemos quedar neutrales: o nos comprometemos con Jesús (v. 23) o el diablo volverá a luchar por lo que cree que es suyo y lo convertirá en algo peor. Tristemente son muchos los que por desoír el Evangelio que libera del diablo han caído en situaciones muy dramáticas y destructivas.
Aplicación
Desechar el poder del reino de Dios y, por tanto, alinearnos con Satanás y el pecado es muy peligroso. ¡Huyamos de esa actitud! Demos gracias a Dios por el poder de la cruz que nos libra del poder del diablo (Col. 1:12-14) y comprometámonos cada día más con él. No puedes ser neutral: invierte en el reino más poderoso del universo.
Reflexión: La neutralidad en la religión siempre es cobardía. (O. Chambers)
Por : Daniel Benítez
Martes 16 DE MAYO DE 2023
La señal decisiva
Lucas 11:27-32
En el pasaje de hoy hay un contraste muy marcado entre dos grupos de personas: aquellos que oyen la Palabra de Dios y la guardan y los que pertenecen a una generación mala porque la desprecian. Nuestra actitud frente a la Palabra de Dios es siempre la piedra de toque que sirve para valorar la calidad de nuestro compromiso con el Señor.
Exposición
Lo que más importa (vv. 27-28). Esta mujer, emocionada al oír a Jesús, hizo esta exclamación acerca de María que no estaba muy descaminada por lo que vemos en Lc. 1:41, 42, 48. Jesús la trata con sumo cariño pero, sin desmentir lo que ella ha dicho, quiere ir a lo verdaderamente importante. Él amplía el grupo de los bienaventurados a todos aquellos que oyen y guardan la Palabra de Dios. Tan importante eso que incluso María (Lc. 1:38) se sujetó a la Palabra. Lo verdaderamente emocionante es ver que no solo María era afortunada, sino que lo pueden ser todos los que aman su Palabra. Lo que menos importa (v. 29).
Jesús acababa de hacer grandes señales (v. 14). ¿Qué más señales querían? Al fin y al cabo el ver señales no era decisivo para creer en Jesús y el menor ejemplo es el de «esta generación mala». Hoy día muchos quieren ver grandes milagros, pero esto tampoco les llevará a creer más en Jesús. Las señales no son importantes.
La señal decisiva (vv. 30-32). Tanto Jonás como Jesús, ellos mismos fueron señales para los que los escucharon. «¡Jesucristo crucificado y resucitado de los muertos, él mismo la señal de Dios!». Lo decisivo no fueron las señales que hizo Jesús, sino él mismo: su gloriosa resurrección. La actitud frente a esa «señal», prueba máxima del poder de Dios para salvar, sería la piedra de toque para comprobar la calidad de la conversión de esas personas. Aquellos que en Nínive, o en cualquier otro lugar, creyeron en Dios serán los verdaderamente salvos y condenarán a los incrédulos.
Aplicación
Hoy muchos piden también señales para creer: curaciones milagrosas, señales prodigiosas, recibir prosperidad material etc. Ahora, igual que antes, no es cuestión de «ver» señales sino de aceptar la «señal decisiva» que lleva a la salvación. Gózate en la realidad de la muerte y resurrección de Cristo.
Oración: Te adoro, Señor, por mostrarme en Cristo la mayor evidencia de tu poder y amor
Por : Daniel Benítez
Miércoles 17 DE MAYO DE 2023
¿Necesitas un oculista?
Lucas 11:33-36
Esta porción viene justamente seguida en el tiempo de la anterior. Esto quiere decir que Jesús podría seguir con el pensamiento de ayer: la clave para ser de los bienaventurados es tener un corazón lleno de la luz de Dios. Los incrédulos son los que, de forma deliberada, se tapan los ojos para no reconocer el poder y la luz que brota de Jesús. Jesús usa un paralelismo muy gráfico entre la esfera natural y la espiritual.
Exposición
La esfera natural (vv. 33-34). Sería de tontos encender una luz para, seguidamente, taparla o esconderla. Esto no ayudaría a nadie. Siguiendo en la esfera natural, Jesús destaca el hecho de que según sea el estado de nuestros ojos, así funcionará todo nuestro cuerpo. Los ojos determinan si nuestro cuerpo andará a tropezones, inseguro y, por tanto, estará en peligro. Pero si los ojos funcionan bien el movimiento del resto del cuerpo será seguro y coordinado.
La esfera espiritual (vv. 34, 36). Si «nuestro ojo espiritual», o sea nuestra disposición interior es buena, recibiremos la luz de la Palabra (Sal. 119:105, 130) y por tanto, todo nuestro ser «funcionará» bien: viviremos en santidad, tendremos un conocimiento adecuado de Dios y de su voluntad, daremos el fruto del Espíritu (Ef. 5:8-14): tendremos gozo, paz y gratitud. Si nuestro «ojo» es bueno todo nuestro ser, todo nuestro carácter proyectará la luz y la santidad de Dios. Pero si no es bueno todo nuestro ser estará «cegado» y no veremos la gloria de Dios (2 Co. 4:3-6).
Tu responsabilidad (v. 35). Jesús ahora no se dirige al grupo sino a cada uno. Aquí «mira» implica una consideración mental, o sea «piensa bien». De manera personal debes procurar aplicar de forma inmediata, recta, sincera y práctica la Palabra Dios a tu propia vida. Lo contrario será andar en tinieblas porque en nuestro corazón no habrá santidad sino maldad.
Aplicación
Mírate en el espejo de la Palabra de Dios y actúa de inmediato (Stg. 1:22-25). Comprobarás que la luz de Dios va iluminando cada área de tu vida dando fruto espiritual. Pregúntate qué está entrando en tu mente antes de llegar al corazón. Revisa y limpia tu «vista espiritual», porque de eso dependerá toda tu vida.
Reflexión: Permite que la luz ilumine tu propio corazón. No la obstruyas. (G. H.)
Por : Daniel Benítez
Jueves 18 DE MAYO DE 2023
Ni comen ni dejan comer
Lucas 11:37-54
Esta invitación a comer seguramente era una forma más de buscar acusaciones en contra de Jesús. La actitud del fariseo fue de extrañeza, incluso de superioridad, frente a Jesús porque no cumplía con los rituales externos. Esto dio lugar a los tres «ayes» que Jesús lanza contra los fariseos y otros tantos contra los escribas. La hipocresía está en el núcleo de todos. Jesús la llamó la «levadura de los fariseos» (Lc. 12:1) por lo terrible que puede llegar a ser porque no solo daña a la persona que la sufre sino que, como la levadura, va actuando de manera invisible hasta llegar a afectar a otras personas. Por ello, Jesús fue implacable con ella como veremos hoy.
Exposición
La hipocresía es la peor forma de mentira, porque hace que la gente experimente cosas irreales que solo están en su pensamiento: «limpios por dentro pero podridos por fuera» (vv. 39, 47, 48). Cuando lo que vivimos no corresponde a lo que decimos, estamos mintiendo.
La hipocresía demuestra poco conocimiento de Dios porque para él es más importante lo de dentro que lo de fuera (40; 1 S. 16:7).
La hipocresía es muy peligrosa, porque se centra en aspectos periféricos, en temas menores y secundarios abandonando lo más importante y trascendental que es nuestra relación con el mismo Señor (v. 42; Mi. 6:8).
La hipocresía es despiadada porque pone exigencias delante de otros y modelos «perfectos» de conducta que ellos mismos no tienen la más mínima intención de cumplir. Y, por tanto, no pueden ayudar tampoco a practicarlos (v.46).
La hipocresía es destructiva porque nos puede llevar directamente al infierno (52). ¡Cuántos dicen hoy día «Señor, Señor» y, sin embargo, el Señor les contesta «No os conozco»! (Mt. 7:23).
La hipocresía se contrarresta limpiando el corazón. Algunos parafrasean así el v. 41: «Más bien, den como limosnas lo que tienen dentro, y miren, todas las cosas serán limpias para ustedes». Recuerda que «la manera de hacer puro lo externo es hacer puro lo interno» (W. W.) (Stg. 3:17)
Aplicación
Si realmente queremos huir de la hipocresía tendremos que atender prioritariamente al estado real de nuestro corazón huyendo del deseo de dar una buena imagen a los demás.
Oración: Señor, ayúdame a no aumentar los problemas de los demás por mi propia hipocresía.
Por : Daniel Benítez
Viernes 19 DE MAYO DE 2023
Alinéate con Jesús
Lucas 12:1-12
Ante el «éxito» que Jesús estaba teniendo entre las gentes (v. 1), esperaríamos palabras más entusiasmantes, pero él, extrañamente, pone en aviso a sus seguidores en tres temas. El primero, el peligro de la hipocresía (vv. 1-3), lo vimos ayer. Jesús vuelve a atacar esa actitud tan negativa (Mr. 7:6-7). Veamos los otros dos temas.
Exposición
No temáis (vv. 4-7). Algunos dicen que este es el mandamiento que más se repite en las Escrituras. En nuestra época parece que todo está bajo nuestro control pero nos rodean muchos miedos y «fantasmas». Pero Jesús dice que no temamos. Ni siquiera ante el diablo porque está limitado por el Señor (Job 1:12; 2:6). Podrá causarnos problemas como a Job o Zacarías, pero no serán definitivos (Zac. 3:1 y ss.). No temas porque Dios sí que tiene un cuidado especial, concreto y completo de ti (vv. 6-7).
A quien sí debemos temer es a Dios (v. 5) porque él sí que tiene poder infinito y sus juicios tienen proyección eterna. Si le rechazamos él sí puede enviarnos al infierno.
¿Confesar o negar? (vv. 8-12). El escenario de este pasaje podría ser el de un tribunal. Confesar significa «decir lo mismo que otro» o sea alinearse, posicionarse junto a otro. Si nos alineamos con Jesús él lo hará con nosotros. Pero si le rechazamos él nos negará también. De una negación temporal como la de Pedro podemos recuperarnos. Pero lo grave es mantener una actitud de rebeldía e incredulidad permanente frente al Señor. Ese es el único pecado que Dios no perdonará (v. 10) porque nos cerramos nosotros mismos la única puerta de salvación.
Aplicación
Ante la amenaza del paro, la enfermedad, la oposición, los cambios, la soledad, incluso de Satanás… no temamos (Ro. 8:33-39). Esto nos preparará para dar un segundo paso: estar preparados para confesar a Cristo y dar razón de nuestra esperanza (1 R 3:15). Sigamos el ejemplo de nuestros hermanos de la iglesia perseguida que, lejos de temer a los que los amenazan, sufren e incluso dan sus vidas con gozo por confesar a Cristo. Ante el futuro incierto que se avecina para los verdaderos cristianos… alinéate con Jesús. Témele y no temerás a otros.
Reflexión: Aquí yace uno que temió tanto a Dios que nunca temió enfrentar al hombre. (Acerca de J. Knox en su entierro)
Por : Daniel Benítez
Sábado 20 DE MAYO DE 2023
Huye de la avaricia
Lucas 12:13-21
A cualquiera le vendría muy bien cualquier «ayudita» extra y más en estos tiempos. Posiblemente ese fuera el caso de este hombre que le pide a Jesús que le ayude en el reparto de la herencia recibida. Pero el Señor aprovecha esta ocasión para ir a las verdaderas prioridades y mostrarnos los verdaderos problemas que están en el corazón (vv. 13-15). Y en este pasaje el gran problema es la avaricia que es idolatría. (Col. 3:5) y, por tanto, muy peligrosa porque nos hace ser (…)
Exposición
1. Egoísta (v. 18). Este hombre dice «mis graneros, mis frutos, mis bienes, mi alma». Estaba peligrosamente centrado solo en él mismo. Alguien dijo que «mi y mío» eran «pronombres agresivos» por el daño que nos puede hacer el egocentrismo. Parece que en ningún momento se le pasó por la mente compartir por lo menos parte de lo ganado con otros necesitados. «Cuida de ti mismo» es su filosofía pero no es la de Dios.
2. Desagradecido (v. 17). No quiso ser consciente de que lo que él había acumulado no era más que el resultado de la misericordia de Dios. Sin tierra, sin semillas, sin sol, sin lluvia no hubiera conseguido ningún fruto, ninguna ganancia. Por mucho trabajo que él hubiera hecho no tendría nada. La avaricia nos impide reconocer la gracia de Dios.
3. Autosuficiente (w. 19-20). Haré, derribaré, edificaré, guardaré. El pensaba que tendría tiempo, inteligencia y fuerzas para llevar a cabo sus planes. Y sobre todo pensaba de manera necia que tendría suficiente vida para disfrutar de todo. La avaricia nos hace necios y nos pone en el peligro de perder el alma (v. 20).
4. Sensual (v. 19). Lo que él quería era disfrutar. Ni el éxito ni el disfrute son malos en sí mismos. Lo malo es hacer de ellos el centro de nuestra vida. C. S Lewis dijo que no estamos en la tierra para ser felices sino para madurar. Este debe ser el objetivo de nuestra vida.
Aplicación
Señor ayúdanos a huir de «la multiplicación ilimitada de necesidades innecesarias». Que lo innecesario no sea el criterio por el que se rija tu vida. Huye de la avaricia y coloca en el centro de tu vida lo más importante: ser rico para Dios (v. 21), que sería lo mismo que «buscar el reino de Dios dejando todo lo demás en sus manos» (Mt. 6:33).
Oración: Trabaja mucho, ahorra mucho, da mucho. (J. W.)
Por : Daniel Benítez
Domingo 21 DE MAYO DE 2023
Ocúpate pero despreocúpate
Lucas 12:22-34
En una época de crisis económica tan fuerte como la actual, pasajes como estos nos ayudan a enfocarnos en lo verdaderamente importante: Dios, su conocimiento de nuestra situación y su capacidad para proveer nuestras necesidades. Sigamos los consejos que el Señor nos da hoy y sus motivos.
Exposición
Los consejos negativos (vv. 22, 29). No os afanéis, no os preocupéis, no estéis en ansiosa inquietud. Por muy intenso que sea, nuestro afán no puede cambiar las circunstancias que están fuera de nuestro control. Y si es así ¿por qué preocuparnos? Después de mi responsabilidad, debo descansar en el Señor.
Los consejos positivos (vv. 24-28, 31). Considerad implica que debemos hacer un ejercicio de sincera reflexión y análisis. En aspectos como encontrar un trabajo como medio para nuestra provisión debemos descansar prioritariamente en el Señor (y. 28) y no en las circunstancias que nos rodean.
Los motivos, No debemos preocuparnos por tres motivos. 1) Tiene que ver con nuestro testimonio (v.30): hemos de marcar una clara diferencia con los valores, prioridades, actitudes de aquellos que no conocen al Señor ni saben que Dios conoce nuestra situación de manera detallada y que actuará en consecuencia. 2) Tiene que ver con Dios y su reino (v.31). Cuando le ponemos a Dios como lo primero, él nos dará la capacidad de vivir en cualquier circunstancia (Fil. 4:11-13). 3) Tiene que ver con el valor que tenemos para Dios (vv.32-34). Si nuestro corazón está estrechamente vinculado con él, no hay nada que temer. El reino y sus bendiciones ya son nuestras y por ello debemos reajustar nuestras prioridades para vivir inspirados en los valores eternos.
Aplicación
El Señor está en contra de la negligencia pero también de la excesiva preocupación. Debemos mantener el equilibrio necesario. Para ello, una visión correcta de Dios y su poder y de lo que somos para él nos ayudará a resistir la tentación de estar permanentemente preocupados por el porvenir. Gózate en el poder de Dios y en su amor por ti y el excesivo afán huirá. Administra tus
asuntos en la tierra con los ojos y el corazón puestos en el cielo y la preocupación no minará tu vida.
Oración: Ayúdame a distinguir lo que ambiciono desmedidamente de lo que realmente necesito.
Por : Daniel Benítez
Lunes 22 DE MAYO DE 2023
Apasiónate con su venida
Lucas 12:35-48
Los dos pasajes de hoy deben relacionarse con los anteriores. Para ser ricos para con Dios, para buscar su reino, para hacernos tesoros en los cielos debemos vivir con pasión al calor del mundo venidero que inaugurará de manera inminente el Señor. No sabemos cuándo será pero si podemos ajustar nuestras vidas a la realidad de que será pronto, quizás hoy, y así poder estar preparados para encontrarnos con él.
Exposición
Preparados, esforzados (vv. 35-36, 40). El tener ceñidos los lomos era necesario en aquel tiempo antes de realizar una acción que requería mucho esfuerzo y dedicación. Nosotros también debemos ceñir o sea preparar nuestras mentes y corazones para hacer el esfuerzo de mantenernos concentrados en su venida y ajustar toda nuestra vida a esa realidad (1 P. 1:13). Todo lo que nos rodea juega en nuestra contra, por eso este esfuerzo es vital para poder ser de los primeros en ver al Señor viniendo en las nubes.
Bienaventurados, servidos, protegidos (vv. 37-39). Pero este esfuerzo tendrá su recompensa. Vemos que los que mantengan la concentración hasta su venida no solo serán bienaventurados sino que además podrán experimentar como el mismo Señor les servirá. Y en el presente tendremos la seguridad de vivir protegidos por el Señor. Vivir por adelantado la emoción del futuro, estar apasionados por su próxima venida nos protegerá.
Fieles y responsables (vv. 41-48). Ante la duda de Pedro, Jesús, al comenzar su pregunta con un «¿Quién…?» en singular, le deja claro que nadie puede eludir su responsabilidad de ser fieles y estar preparados. Jesús presenta dos tipos de siervos que asumen de dos formas distintas sus responsabilidades. Y lo que queda claro es la necesidad de ser coherentes con el grado de conocimiento recibido.
Aplicación
Amós 3:2 nos avisa de que los privilegios conllevan una medida mayor de responsabilidad. Agradece cada bendición que tienes como cristiano, sé coherente con ello, huye del descuido, mantén el temor por el juicio, agrada como siervo a tu amo y sé responsable (1 Co. 4:2). Vive pensando que quizás no tengas mucho tiempo por delante.
Reflexión: Para poder afirmar los pies en la tierra y vivir correctamente debemos mantener firmemente arraigados nuestros corazones en el cielo.
Por : Daniel Benítez
Martes 23 DE MAYO DE 2023
En territorio hostil
Lucas 12:49-53
¿Cuántas personas llegan a la conversión «esperanzados» en falsas expectativas de paz, sosiego y en garantías de ausencia de problemas y sufrimiento? La paz con Dios (Ro. 5:1) a veces implica una declaración de guerra con los más cercanos. El lenguaje de las ilustraciones que Jesús emplea en este pasaje nos lo deja muy claro. Pero debemos decir ¡bendita guerra! porque no es más que el reflejo de la lucha espiritual (Ef. 6:10-20).
Exposición
La sombra de la cruz (vv. 49-50). En el mismo momento de su nacimiento fue amenazado de muerte (Mt. 2:16) y la angustia le acompañó en muchos momentos pero sobre todo al final de su vida (Jn. 11:33; Mr. 3:5; 14.33). El fuego nos habla de un juicio inevitable sobre los pecados que se realizaría completamente en la cruz. La sombra de la cruz acompañó a Cristo durante toda su vida y finalmente esa lucha espiritual le llevó hasta allí (Ef. 2:16).
Jesús no dijo estas palabras en tono de queja porque sabía que él había venido precisamente para esto. Pero esto no elimina la tremenda angustia que le ocasionaba el enfrentarse con la cruz (Lc. 22:44).
¿Paz o disensión? (vv. 51-53). Jesús, por medio de este dicho paradójico, quiere hacer pensar a sus oyentes en algo que es aparentemente contradictorio. Ciertamente él es el príncipe de paz y ofrece una bienaventuranza especial a los pacificadores (Is. 9:6 y Mt. 5:9). Pero al mismo tiempo Jesús enseñó con mucha claridad que sus seguidores tendrían que decidir si amaban más a los suyos o a Jesús (Lc. 14:26). Y eso les traería muchos problemas y conflictos con los propios familiares.
Aplicación
¿Cómo puedes vivir una vida cristiana tranquila cuando el mismo Señor tuvo que sufrir tanto? Debes esperar conflictos y sufrimiento. Esto, para muchos, es el gran problema que conlleva ser cristiano. Pero para los verdaderos hijos de Dios, esta realidad nos afirma más en nuestro deseo de ser fieles a él, porque nadie se le puede igualar. Lo que el Señor te deja claro es que es necesario que entres al reino de Dios a través de muchas tribulaciones (Hch. 14:22). Alaba hoy al Señor porque estás en la mitad que disfrutará del reino glorioso de Dios.
Oración: Señor, ayúdame a que la fidelidad a Cristo preceda a todas las fidelidades más queridas de la tierra. (W B.)
Por : Daniel Benítez
Miércoles 24 DE MAYO DE 2023
¿Disciernes bien?
Lucas 12:54-59
Todos somos «expertos» analizando el mundo en el que vivimos y las causas de sus problemas. Llegamos a «entender perfectamente» el por qué de la pobreza, del paro, de las guerras, de los conflictos en las parejas y su complicada relación con los hijos, del uso de las drogas, de la corrupción política etc. Sin embargo, aun conociendo que ya la Escritura pone el dedo en la llaga y nos aclara el verdadero por qué de estas situaciones, no queremos reconocer ni dar lugar a que Dios pueda intervenir en la vida de nuestra sociedad.
Exposición
Discernimiento espiritual (w. 54-56). Los judíos eran buenos meteorólogos. A nivel físico conocían perfectamente el comportamiento de los elementos y, por tanto, sabían prever lo que iba a ocurrir en base a la observación de las condiciones del tiempo. Sin embargo, no eran capaces de subir a un nivel superior de realidades, al de las espirituales, en el que las condiciones eran mucho más claras y previsibles en base a lo que Jesús les estaban enseñando y estaba haciendo a través no solo de sus milagros sino de su propia vida y ejemplo. Esta actitud de ignorancia deliberada y falta de discernimiento espiritual solo se podía achacar a su rebeldía (Mt. 16:1-4). Antes y ahora se cumple el dicho de que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Juzgar lo que es justo (vv. 57-59). Lo que hemos visto anteriormente es muy importante para saber dónde está la verdad y actuar en consecuencia Podemos atribuir estas palabras a las relaciones personales pero también debemos aplicarlas a nuestra relación con Dios. Si realmente reconocemos tener cuentas pendientes con el Señor lo mejor será saldarlas pronto porque arriesgamos nuestro futuro. Si hacemos lo que sea por no ir a la cárcel ¡¿Cuánto más no deberíamos hacer por librarnos del infierno?!
Aplicación
Nosotros en la actualidad también necesitamos discernimiento espiritual para ajustar nuestra conducta y prioridades a los difíciles tiempos que estamos viviendo. No se vive lo mismo en tiempos de guerra que en tiempos de paz. Que el Señor nos ayude a conocer bien el mundo que nos rodea para vivir de manera adecuada en él.
Reflexión: Debemos diferenciar el tiempo que pasa de las oportunidades concretas que tengo que aprovechar bien. (D. B.)
Por : Daniel Benítez
Jueves 25 DE MAYO DE 2023
Llamando al arrepentimiento
Lucas 13:1-9
El asesinato de los galileos, la muerte de los dieciocho y la parábola de la higuera estéril están en este Evangelio.
Exposición
Los galileos. No se dice el número de ellos, tal vez fueron pocos, que llevaban sus sacrificios a Jerusalén, poniéndose al alcance del impío gobernador romano. Ni el lugar, ni el propósito sirvieron para ponerlos fuera de la ira de quien no temía a Dios, ni tenía compasión. Al contar a Jesús el incidente, muchos pensaban que debían de ser graves pecadores, más que otros, para ser tratados de aquella manera.
Respuesta. Jesús les hace notar la incorrecta forma de pensar. A este hecho añade lo ocurrido con dieciocho personas sobre las que había caído una torre en Siloé (v. 4), para que dejasen de suponer que las grandes tragedias, son el justo castigo para grandes malhechores.
Esa forma de pensar es propia de la superstición, que el Señor rebate diciéndoles: Os digo, no. Tanto unos como otros no eran más culpables que los que habitaban en la ciudad de Jerusalén. Todos eran pecadores delante de Dios y por ello dignos, no de una muerte física, sino de la muerte eterna a causa del pecado. Por eso el Señor insiste dos veces llamándoles al arrepentimiento, si quería evitar el definitivo juicio de Dios sobre ellos (vv. 3 y 5).
Parábola. La enseñanza se ilustra con el ejemplo de una higuera, plantada en buen terreno, pero que durante tres años no dio ningún fruto, por lo que el dueño determinó cortarla (w. 6 y 7). La intercesión del cuidador de la viña pidió al dueño que le diese un año más de vida, en el cual trabajaría para que diese fruto. No le pide que no la corte, sino que le conceda un tiempo más.
Aplicación
Dios ha puesto al creyente en Cristo para que lleve fruto, y lo limpia para que lleve más fruto (Jn. 15:2, 3, 5). Sin embargo, negarse a ello es pecar contra Dios. Nuestro Intercesor, pide un tiempo para que arrepintiéndonos seamos restaurados.
Reflexión: ¿Soy yo como un árbol sin fruto para Dios?
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por : Samuel Pérez Millos
Viernes 26 DE MAYO DE 2023
Gracia e hipocresía
Lucas 13:10-17
Los milagros de sanidad de Jesús son expresiones de su gracia, pero, mientras bendecían a unos, en especial a los enfermos, generaban odio en sus enemigos.
Exposición
La situación. Jesús acostumbraba a asistir cada sábado a la sinagoga. Es esta ocasión estaba allí una mujer que hacía 18 años vivía enferma por la acción de un espíritu maligno, lo que le hacía estar encorvada y sin poder para enderezarse (y. 11).
La misericordia se hace evidente al llamarla el Señor hacia sí, para poner sus manos sobre ella y liberarla de su opresión (v. 13). Mientras ella glorificaba a Dios, la ira llenaba el corazón del principal de la sinagoga. Consideraba una obra cualquiera lo que el Señor hacía; para él era algo impropio para hacer en sábado (v. 14). La respuesta de Jesús denuncia primero su hipocresía, al hacerle notar que era más importante para él un animal que requería ayuda, que una mujer enferma por tantos años a la que era necesario sanar (v. 15). Aquellos hablaban de amar al prójimo, pero amaban más sus tradiciones. El resultado final es notable: unos adversarios avergonzados; una multitud gozosa por lo que Dios había hecho (v. 17).
Aplicación
La peor tragedia para un hombre es tener apariencia de piedad. Esto es un grave pecado porque no es otra cosa que hipocresía, la forma más perversa de la mentira. El problema de los religiosos de tiempos de Jesús, es el mismo que afecta a tantos creyentes hoy. Se puede hablar, meditar, reflexionar sobre el amor de Cristo, pero no siempre se ama como Él amaba. Hay personas que adoran la doctrina, y para ello levantan un altar en el que queman el amor. Nadie debe olvidar que el verdadero distintivo de un cristiano, no es lo que cree, sino como ama. Quién siente más amor por sus tradiciones y formas que por sus hermanos, es un hipócrita, que tiene apariencia de piedad, pero niega la eficacia de ella. El verdadero amor está siempre dispuesto a restaurar, y se regocija con las bendiciones que Dios puede otorgar al necesitado.
Oración: Señor, dame tu misma forma de sentir.
Por : Samuel Pérez Millos
Sábado 27 DE MAYO DE 2023
El reino de Dios
Lucas 13:18-21
Jesús ilustraba su enseñanza con ejemplos que podían comprender todos y que ayudaban a entender la verdad.
Exposición
El reino de Dios. Debe entenderse como la esfera en donde Dios gobierna y es obedecido y reconocido. Sin duda el reino en el tiempo actual se manifiesta en la Iglesia. La gente esperaba que apareciera como algo grande, pero se equivocaban. Jesús la compara a una pequeña semilla de mostaza, que crece hasta hacerse un árbol (v. 19). Hasta tal punto se hizo grande que permitió a las aves, en este caso aves inmundas, introducirse en ella. No todas aparentan ser malas, pero ninguna es el árbol, figura de la iglesia, sino elementos ajenos a ella. También la compara con la levadura.
Generalmente en la Biblia es figura de lo pecaminoso. Un poco de levadura hace fermentar toda la masa (1 Co. 5:6). Así también la doctrina, base de fe de la iglesia, se ha visto alterada de lo que no procede de Dios, y que corrompe la verdad (v. 21). Las aves comen la semilla, figura de la Palabra, para que no de fruto. La levadura produce alteraciones en la harina, que es también ilustración de la Palabra. El Señor se refirió a tres clases de levadura: La de los fariseos, que era una religiosidad externa en vidas corrompidas; la de los saduceos, humanistas que negaban lo sobrenatural; la de Herodes, una vida de corrupción degradante.
Aplicación
De la pequeña semilla que es el inicio de la iglesia, por la gracia se hizo algo muy grande. Las aves son introducidas por el maligno para que coman la semilla de la Palabra y la deje sin fruto. Tres problemas producen quienes estando en la iglesia no son creyentes: Como las aves producen un continuo ruido que molesta; ensucian el entorno; anulan el fruto.
La iglesia está llamada a predicar y enseñar la Palabra y solo ella (1 Ti. 4:6). Ninguna iglesia está exenta de que algunos escondan levadura en la harina de la buena doctrina, y corrompe a los creyentes que la siguen.
Reflexión: Tolerancia con el pecado y ausencia de Biblia, destruyen la iglesia.
Por : Samuel Pérez Millos
Domingo 28 DE MAYO DE 2023
Solemne advertencia
Lucas 13:22-30
Una pregunta hecha a Jesús sobre si eran pocos los que se salvaban, ocasionó la enseñanza y advertencia que siguen.
Exposición
La pregunta. Era meramente curiosa. La gente estaba interesada en saber cuántos se salvaban, pero no tenían interés en saber que debían hacer ellos para salvarse (v. 23).
La respuesta. La salvación no puede tomarse a la ligera, requiere una determinación para aceptar el mensaje de vida. No hay esfuerzo humano que pueda salvar, pero es necesaria la decisión, ya que cuando no haya oportunidad muchos procurarán salvarse y no podrán (v. 24).
Llegará un momento en que la puerta de la gracia se cerrará. Eso marcará una distinción entre los que estén dentro y los que estén fuera. Algunos llegaron a la puerta, pero no pasaron por ella. Reclamarán entonces haber conocido intelectualmente al Salvador, pero serán ignorados por él (v. 25).
Apelarán a las experiencias bendecidas que tuvieron en sus vidas, siendo huéspedes en la mesa de la gracia; conocedores de la Palabra y de la invitación salvadora (v. 26). Pero eso no les valdrá. Eran desconocidos como creyentes y, por tanto, seguían siendo perdidos, hacedores de maldad (v. 27).
Llamaban a la puerta, pero se les dice: «¡Lejos de mi puerta, gente impía!» En lugar de salvación solo tendrán perdición, lágrimas y angustia, eternamente excluidos (v. 28). De todos los lugares habrá quienes estén sentados en el banquete eterno, porque aceptaron el mensaje, mientras que otros están fuera (v. 29).
Aplicación
Un grave problema es pensar que cristianismo es religión, cuando es relación con Cristo. Hay quienes se contentan con conocer la Biblia, asistir al culto, presentarse como cristianos, pero solo son salvos los que acceden al reino de Dios por fe en Jesús. Cada uno debe preguntarse si acaso esté solo cerca del Señor. El que está muy cerca se pierde igual que el que está lejos, porque solo se salva quien está en él.
Reflexión: Solo Jesús es seguridad para salvación, poder para la vida y esperanza de gloria.
Por : Samuel Pérez Millos
Lunes 29 DE MAYO DE 2023
Lamento de Jesús
Lucas 13:31-35
Unos fariseos advirtieron a Jesús sobre el peligro que corría su vida si permanecía en Galilea, sobre la que reinaba Herodes.
Exposición
La advertencia. Aunque era verdad los propósitos de Herodes contra Jesús, no era menos interesada la noticia. Aquellos estaban interesados en que Jesús saliera de allí para que tuviesen libertad para hacer sus malas obras (v. 31).
El Señor les envía con un mensaje para Herodes, en el que se expresa su autoridad para actuar liberando endemoniados y sanando enfermos, hasta que haya terminado la obra para la que fue enviado (v. 32). El rey no podía nada contra el Soberano para impedir su misión, y como profeta debía morir en Jerusalén.
El lamento. Al mencionar la ciudad, expresó su tristeza en un amargo lamento sobre ella. Primero pone de manifiesto la maldad de su actuación contra Dios, matando a cuantos le fueron enviados para llamar a su gente al arrepentimiento. Aquellos profesaban exteriormente una relación con Dios, pero se rebelaban contra él con un corazón endurecido (v. 34a).
Menciona su gracia recordándoles que muchas veces había querido recogerlos dándoles cobijo y calor, manifestándoles su misericordia, pero al quise suyo, respondían con un «no quiero» de ellos (v. 34b).
El afán salvador de Jesús, agrava el rechazo perverso de ellos. Por esa razón: vuestra casa os es dejada desierta. Había sido el lugar de la casa de Dios, pero ahora era la de ellos. Puesto que rehúsan ser reunidos, el Señor les deja y no será visto de ellos hasta que se produzca su segunda venida, en poder y gloria (v. 35).
Aplicación
Dos sencillas lecciones se desprenden del pasaje: 1) Dios es soberano. Nada ni nadie puede hacer fracasar su plan e impedir su propósito. En esto descansamos, porque sus promesas son firmes, porque Él es fiel. 2) La obra de Dios solo se puede hacer en comunión con Cristo, porque separados de Él, nada podemos hacer.
Reflexión: ¿Dónde está Cristo y qué lugar ocupa en mi vida?
Por : Samuel Pérez Millos
Martes 30 DE MAYO DE 2023
Manifestación de la gracia
Lucas 14:1-6
Jesús era un hombre social. Muchas veces comía con otros para conversar y enseñar. En esta ocasión la escena tiene lugar un sábado, día de reposo, en presencia de algunos fariseos.
Exposición
La situación. El Señor fue invitado a comer por un principal entre los fariseos. Algunos de estos estaban con él a la mesa, no para oír sus enseñanzas, sino con el propósito de acecharle buscando un motivo válido para acusarle y condenarle (v. 1). Jesús tenía como objetivo uno bien distinto: hacer el bien. Aquel día un hidrópico estaba presente y Jesús iba a mostrar la misericordia de Dios hacia el enfermo (v. 2).
Antes interpeló a los que buscaban ocasión contra él, preguntándoles si era lícito, esto es, de acuerdo con la ley de Dios, sanar en sábado (v. 3). La pregunta era comprometedora. Si decían que era lícito aprobaban la conducta de Jesús, si lo negaban desaprobaban la Ley. Los hipócritas callan cuando son sorprendidos. El Señor actuó sanándole y despidiéndole (v. 4).
Luego hizo ver la hipocresía de ellos, cuando permitían hacer en sábado lo que les favorecía; no atendían al animal en peligro porque le amaban, sino porque les beneficiaba (v. 5). Luego de la sanidad del enfermo, un silencio culpable se manifestó: no le podían replicar.
Aplicación
Religión y relación son incompatibles. Los fariseos estaban llenos de religión, pero no tenían relación con Dios. Aquellos adoraban la Ley, buscando el cumplimiento extremo al considerar como un quebrantamiento del descanso tener misericordia con un enfermo. La misericordia hacia el necesitado ocupaba un segundo lugar en sus vidas.
Sin embargo, habían buscado fórmulas para beneficiarse de lo que negaban a los demás. Hay muchos con esta forma de vivir. Exigen el cumplimiento de los principios religiosos, viven pendientes de su historia y de sus tradiciones, pero son incapaces de amar. La misericordia es algo desconocido en sus vidas, al ser sustituida por la rigidez de la ley, convirtiéndose en un fracaso de vida.
Reflexión: Si no tengo amor, nada soy, de nada me sirve.
Por : Samuel Pérez Millos
Miércoles 31 DE MAYO DE 2023
El Maestro enseñando
Lucas 14:7-14
Un ejemplo de conversación provechosa. En la mesa aprovecha para enseñar a los que estaban con él en aquella ocasión.
Exposición
Sobre el orgullo. Jesús observó cómo los convidados buscaban los lugares principales en la mesa. Ninguna acción pasa desapercibida para Jesús (v. 7). Les advierte que quienes se adelantan para sentarse pueden quedar avergonzados, si llega luego un invitado más distinguido y tienen que ceder el sitio (vv. 8-9). En contraste ocupar un lugar inferior, trae como consecuencia recibir un honor especial a ser invitado a ocupar un puesto mejor (v. 10). Con una sencilla aplicación cerró la parábola: El que se enaltece será humillado, y el que se humilla, será enaltecido.
Sobre la ostentación. Advierte al anfitrión sobre el alarde de un derroche innecesario, con comidas fastuosas que buscan impresionar. Estas fastuosidades incitan a corresponder a otros de la misma manera (v. 12). El mejor modo de usar los recursos es atender a los que no tienen de qué vivir, ni pueden alcanzarlo (v. 13). No será perder algo, sino alcanzar recompensa eterna en el cielo (v. 14).
Aplicación
El deseo de aparentar y ser alabado de la gente, es una manifestación pecaminosa de la arrogancia. Buscar los mejores sitios equivale a desear el lugar de los honores. Hay quienes desean ser conocidos en la obra de Dios, no como siervos, sino como grandes. El aplauso fácil, la honra de los hombres, roba la gloria de Dios. Algunos desean hacer ostentación de sus títulos académicos, y buscan ser tratados como corresponde a su dignidad humana. Estos son escoria para Dios, e instrumentos inútiles en su obra. La ostentación va generalmente unida a la arrogancia. Las manifestaciones de ella tienen el propósito de conseguir la admiración de los demás, para recibir de ellos una acción equivalente. El secreto está en dar a quienes no puede devolver, para ser bendecidos, no siempre aquí, pero con toda seguridad en la vida venidera.
Reflexión: Tal vez en mi vida haya demasiada ambición y grandeza, cuando lo que necesito es entrega y humildad.
Por : Samuel Pérez Millos
