Julio

Sábado 01 DE JULIO DE 2023

Al diablo también le intereso

Lucas 22:31-38

Satanás había entrado en Judas para moverle a hacer lo que hizo, y aunque a corto plazo pareció tener éxito, justamente en el sacrificio de Jesús iba a estar su derrota. Los demás apóstoles no iban a estar exentos de las asechanzas del diablo.

Exposición

No ha de extrañarnos la expresión Satanás os ha pedido para zarandearos. Evidentemente nos viene a la mente el libro de Job, en el que también vemos cómo Dios permite que el enemigo tiente al patriarca, pero siempre bajo los límites que el Soberano impone. La intención del diablo era atacarles en el punto nuclear de cualquier creyente, su fe; y es por eso que Jesús ora por ellos en este sentido.

Pedro iba a experimentar ese zarandeo de manera trágica negando a su Señor. Ahora bien, su negación no iba a ser tanto por un problema de fe sino de cobardía.

Alguien que haya pasado por una prueba así y se haya vuelto (convertido) después de ese fracaso moral y espiritual, es la persona idónea para confirmar a sus hermanos.

Lo más álgido de la lucha contra el reino de las tinieblas daba comienzo. De aquí que Jesús contraste la misión que tuvieron en Galilea (10:4) con la que iban a tener a partir de ahora. El Siervo de Yahweh iba a ser entregado. No podía concebirse hostilidad mayor. Se ve, por la respuesta de Jesús, que no habían entendido mucho.

Aplicación

Ninguno de nosotros estamos libres de las asechanzas del diablo. De una u otra manera monta sus artificios para intentar hacernos caer. Igual que el Señor oró por los apóstoles, también lo hizo por todos y cada uno de nosotros, los que habíamos de creer en él (Jn.17:20), y lo sigue haciendo (He. 8:1). Y si nos tienta, fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. (1Co 10:13)

Pensamiento: La puerta del corazón humano no tiene la manija por fuera, y solo se puede abrir desde dentro. (William Barclay)

Unión Bíblica “Notas Diarias” Por : Alberto Arjona

Domingo 02 DE JULIO DE 2023

¡Quien no conoció pecado!

Lucas 22:39-46

Intentar adentrarnos en la lucha (agonía) espiritual que el Señor libró en Getsemaní es pretender sentir algo que solo el Padre y el Hijo pudieron sentir.

Exposición

El texto de Lucas que consideramos es quizás menos explícito en detalles que el de los otros sinópticos, pero posiblemente sea el más impresionante.

La oración de Jesús, el no se haga mi voluntad, sino la tuya, no es una expresión de amarga resignación, ni de rendición, ni mucho menos de frustración, sino de verdadera confianza en Dios.

Solo Jesús era capaz de valorar la terrible visión del pecado de todos los hombres y de sus consecuencias. El que no conoció pecado iba a hacerse ofrenda por el pecado. De ahí el si quieres pasa de mí esta copa. En ninguna manera Jesús estaba dramatizando algo que no sentía.

Estamos en el momento clave de la Historia. La salvación de los hombres dependía de su decisión. Podía volverse atrás pero habló con el Padre, fue fortalecido por un ángel del cielo, tomó su decisión… ¡y venció! Su lucha en oración fue tan intensa que el médico Lucas describe una hematidrosis, es decir la caída de sudor viscoso mezclado con sangre.

Aplicación

En la medida que crecemos en el conocimiento de Dios, valoramos más su amor porque también adquirimos mayor conciencia de la fealdad del pecado. Cuando un joyero quiere destacar la belleza de una joya la superpone sobre un fondo de terciopelo negro.

Quitar gravedad al pecado es devaluar la medida del amor de Cristo, devaluar su gracia. Se habla mucho en los púlpitos modernos del amor de Dios y poco o nada de su justa ira por causa de nuestro pecado, lo cual paradójicamente impide presentar la naturaleza del amor de Dios en toda su dimensión para que el pecador caiga rendido ante su gracia.

Pensamiento: Hagamos como Pablo. Prescindamos de los demás, como si fuéramos únicos en el mundo y digamos con él: el cual me amó y se dio a sí mismo por mí. (Gá. 2:20b)

Por : Alberto Arjona

Lunes 03 DE JULIO DE 2023

¿Qué le pasaría?

Lucas 22:47-53

El compromiso de Judas fue entregar a Jesús. Podía haber ido, como fue, encabezando el grupo y simplemente señalarle: “¡aquí está, ahí lo tenéis!”. Pero lo besó.

Exposición

La traición de Judas tuvo que ser muy dolorosa para Jesús; era uno más de su círculo íntimo, de los doce. Dolorosa en el fondo y dolorosa en la forma. La felonía del traidor no pudo ser mayor. El beso no fue solo la manera de señalar al Señor.

Mateo utiliza una palabra que quiere decir “un beso muy afectuoso”, un beso de amor (katafilein). De ahí la respuesta de Jesús: ¿con un beso…? Seguro que una acusación directa, e incluso un insulto, hubiera sido menos doloroso.

¿Sería por la mala comprensión de los discípulos de lo que les había dicho Jesús (36-38) que sacaron la espada para defenderse? No habían aprendido todavía que el reino que el Rey les había predicado no era de este mundo.

Pero es curioso cómo es Jesús, el buscado y apresado por la turba, el que realmente controla la situación. Con serenidad sana al herido e insta a sus captores a que respondan a una pregunta que ni querían ni podían responder. Si le hubieran arrestado mientras enseñaba en el templo, el pueblo se les hubiera echado encima.

Aplicación

Jesús no era uno de esos maestros inaccesibles con los que no se pudiera dialogar. ¿Qué estaría pasando en la mente de Judas?

Podemos suponer que le entraron dudas, que comenzaría a estar internamente en desacuerdo con la manera que Jesús hacía las cosas, e incluso que no aceptara su enseñanza acerca del reino de Dios. Quién sabe.

Las dudas no son elementos extraños en la vida cristiana, los conflictos cognitivos tampoco. Que nadie se escandalice si un hermano dice que tiene dudas.

Si nos asaltan también a nosotros no tratemos de negarlas. Si las tienes trátalas con Jesús, explícale lo que te pasa, pídele que abra tu entendimiento. ¡Vaya si lo hará!

Pensamiento:…llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. (2 Co. 10:5)

Por : Alberto Arjona

Martes 04 DE JULIO DE 2023

¿Cobarde o valiente?

Lucas 22:54-62

Nadie se hubiera enterado de la negación de Pedro si él mismo no la hubiera contado. ¿Hay mejor manera de hablar del perdón del Señor que compartir lo que ha hecho con uno mismo?

Exposición

Las casas de la época en Palestina tenían un patio alrededor del cual se construía la vivienda. A una casa así llevan a Jesús para ser interrogado por el sumo sacerdote. Pedro se mete también al patio, lo que no estaba exento de riesgo. Iba solo. Hay, por consiguiente, una diferencia con los demás.

Alrededor del fuego una criada le reconoce como uno de los que estaban con Jesús. Nadie le impedía que después de haber dicho no lo conozco, se levantara y desapareciera también en la oscuridad. Pero decidió permanecer, preocupado por Jesús. Pedro está sumido en una gran contradicción. Ama a Jesús con sinceridad y a la vez tiene miedo, quiere salvar su vida.

No terminó de decir no sé lo que dices cuando el gallo cantó. La mirada de Jesús, conducido por los guardias del templo le trajo a la mente sus palabras.

Desde luego no sería una mirada inquisitorial, ni condenatoria, sino una mirada de amor, de perdón, una mirada restauradora.

Aplicación

Pedro aprendió bien la debilidad de la naturaleza humana, la que fracasa con la mejor de las intenciones, la que hace lo que no queremos y sí lo que no queremos. Jesús se lo había advertido después de su declaración de lealtad hasta la muerte (vv. 3334). Posteriormente también Pablo nos diría: El que piense estar firme, mire y no caiga (1 Co.10:12).

¿Hubiera sido distinto si hubiera velado en oración con el Señor en Getsemaní? Judas traicionó; Pedro negó, lo cual es otra forma de traición.

Al primero el remordimiento le llevó al suicidio; al segundo el enorme sentimiento de culpa le llevó a las lágrimas, al arrepentimiento y a la restauración. ¡Hay diferencia!

Pensamiento: Hace falta mucho valor para no negar a Cristo, pero quizás hace falta mucho más para contar nuestros fracasos a los hermanos.

Por : Alberto Arjona

Miércoles 05 DE JULIO DE 2023

¡Ha blasfemado!

Lucas 22:63-71

Lástima que la prisa con la que se produjeron los hechos no era para esclarecer la verdad sino para cometer el crimen más injusto de la Historia.

Exposición

Jesús había sido interrogado aquella noche de forma oficiosa, pues hasta la mañana no podía reunirse el Sanedrín. Así que se lo dejaron a los policías del templo para que se divirtieran con él durante las horas que faltaran.

Llega la mañana. El tribunal está reunido en el Salón de la Piedra Tallada del templo. Parece que los testimonios de los testigos buscados no concuerdan. Así que solo hay una salida, que los jueces hagan el papel de acusadores, intentando conseguir de Jesús una declaración por la que se le pudiera acusar de blasfemia.

A la pregunta ¿eres tú el Cristo? Jesús contesta con gran coherencia. Dijera lo que dijera no iban a creerle, y si Jesús hacía preguntas sobre el Mesías para llegar a una conclusión correcta, tampoco iban a servir de nada. Así que Jesús va al grano: De ahora en adelante el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios (v. 69). Al entender perfectamente las implicaciones de lo que había dicho, teniendo en cuenta Dn.7:13, hicieron la pregunta lógica: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? (v. 70). La respuesta de Jesús les llevó a no dudar de que Jesús estaba blasfemando al hacerse igual a Dios.

Aplicación

Qué rabia sentimos ante las escenas de extrema injusticia. Como ciudadanos de un estado de derecho estamos acostumbrados a exigir que el poder judicial haga bien su papel, y podemos y debemos levantar la voz cuando entendemos que no es así. Pero hay otro tipo de injusticias que pueden llegar a nosotros por causa de nuestra fe.

Dice Pedro que esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. (1 P. 2:19). Soportarlas puede conllevar bendición para muchos por causa del testimonio.

Pensamiento: Gracias a la mayor injusticia que se ha cometido en este mundo Dios nos ha declarado justos.

Por : Alberto Arjona

Jueves 06 DE JULIO DE 2023

Había que mojarse

Lucas 23:1-12

Para los judíos el delito de Jesús estaba claro, había blasfemado y era digno de muerte. Para los romanos eso no constituía ningún delito. Había que inventar algo para que Roma le condenara.

Exposición

La acusación que se le hace a Jesús ante Pilato es falsa y ridícula. ¿Pervertir a la nación quien vivió haciendo el bien? ¿Prohibir dar tributo a César?

Había que enfatizar lo que pudiera levantar todas las alarmas entre los romanos, por ejemplo que Jesús decía de sí mismo que era el Mesías, y aclarando la gravedad del asunto añaden: “un rey”. Así que Pilato pregunta y Jesús responde con una frase que reviste no una evasiva sino solemnidad. Está claro que Pilato con ello no entiende que Jesús fuera uno de esos “mesías” rebeldes que de vez en cuando se levantaban contra el imperio con un grupo armado. No encuentra delito. A ver si diciendo que es galileo, pues casi todos los sediciosos que se rebelaban contra Roma lo eran, pudieran provocar alguna animadversión en Pilato contra Jesús. Tampoco resultó. Pero al gobernador este dato le sugiere una idea para quitarse el problema de encima: mandárselo a Herodes Antipas, tetrarca de Galilea.

Herodes, que había oído cosas acerca de Jesús, cree que va a tener la ocasión de divertirse con él, como si fuera un taumaturgo, pero Jesús nada responde. Silencio de Jesús, gritos de acusación de sacerdotes y escribas, y como resultado Jesús termina vestido de una vestimenta e irrisoria entre la soldadesca. Si es el rey, pongámosle vestiduras reales y riámonos un rato.

Aplicación

A Pilato se le presentó una situación difícil en la que tenía que implicarse. Como haber hecho lo que tenía que hacer le hubiera ocasionado muchos problemas, optó por evadir la situación. Criticamos a Pilato, ¿y qué hacemos nosotros cuando sabemos que intervenir en una situación nos va a complicar la vida? Recordemos que hay pecados de acción pero también de omisión.

Pensamiento: No hacer nada malo no es sinónimo de ser bueno.

Por : Alberto Arjona

Viernes 07 DE JULIO DE 2023

¡Crucifícale, crucifícale!

Lucas 23:13-25

Pilato está convencido de la inocencia de Jesús y a la vez muy presionado por los líderes judíos. Ahora intenta resolverlo haciendo un intercambio.

Exposición

La contundencia con la que habla Pilato acerca de su convicción de que Jesús es inocente no es una mera opinión. Le ha interrogado y no encuentra delito alguno en él. Incluso lo apoya con el hecho de que ni siquiera Herodes lo había encontrado. Seguro estaba antes de enviárselo a Herodes y seguro está después.

Está claro que si hubiera sido coherente, hubiera soltado a Jesús. Pero ni entonces ni hoy la justicia es independiente ni está libre de presiones. Así que quien tiene que administrar justicia cede porque hay otras cosas por encima de esta.

Al principio intenta contentarles: le castigo, le suelto y os quedáis satisfechos (v. 16). Como eso no resultó, intenta el intercambio con un conocido “terrorista”, pero tampoco eso les satisface. Prefieren la liberación del sedicioso Barrabás. Un intento final: y ¿Qué mal ha hecho este? Ningún delito digno de muerte he hallado en él. Pero sucede algo que se da con mucha frecuencia en nuestros días, que la razón la llevan los que más chillan.

Aplicación

De la cobardía de Pilato ya hemos hablado. Tenía la convicción de que Jesús era justo pero prefirió tomar el camino fácil. Y la multitud vociferante, ¿Qué convicción tenía sobre Jesús? Parece que las multitudes se mueven más por emociones que por convicciones. Cuidado porque nosotros vivimos entre multitudes, las modernas multitudes de los medios de comunicación, de los círculos de opinión, de las redes sociales. Mantener nuestras convicciones ni es fácil ni podemos hacerlo por nosotros mismos. La renovación de nuestro entendimiento es la única manera de no ceder ante la presión que quiere conformarnos a la hechura del mundo. (Ro.12:2)

Pensamiento: …no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido. (Ef. 4:18)

Por : Alberto Arjona

Sábado 08 DE JULIO DE 2023

¿Tomar su cruz o la mía?

Lucas 23:26-31

El tormento de la flagelación, el more romanum era un preámbulo legal a toda ejecución. Marcos detalla que le habían azotado. Jesús estaba exhausto.

Exposición

Las autoridades romanas podían pedir a cualquiera que cargara con un peso cuando fuera necesario por el espacio de una milla. Así que el centurión requisaría a Simón de Cirene para que cargara con el patibulum de Jesús.

Posiblemente gran parte del pueblo que había tenido contacto con Jesús no entendía lo que estaba pasando y seguían al reo. No eran todos los que estaban en Jerusalén los que habían gritado ¡hosanna! ni eran todos los que habían gritado ¡crucifícale! Lucas describe el llanto de las mujeres que le seguían entre la multitud. Estaban prohibidas en las ejecuciones las manifestaciones de duelo porque podían interpretarse como protesta, por lo que corrían un serio riesgo.

Jesús, que aún tiene fuerzas para hablar, advierte nuevamente lo que le esperaba a la nación. La expresión que usa es sorprendente por lo que tiene de contradictoria para la mentalidad judía. Si había alguna desgracia, algo que interpretaran como una maldición para una mujer judía, era la de no poder tener hijos. Jesús llama a las tales ahora bienaventuradas porque no tendrán la horrible experiencia de pasar juntamente con sus hijos el juicio que iba a acontecer en Jerusalén.

Aplicación

No sabemos más datos de aquel Simón de Cirene, aunque se le nombra en los tres sinópticos. Por sorpresa, sin esperarlo, le hacen cargar con aquel instrumento de tortura en el que Jesús iba a ser colgado.

Buena ilustración para pensar cómo todos y cada uno de nosotros hemos tomado parte en aquella ejecución. Y otra más. Simón llevó la cruz de Cristo a la fuerza, por imposición. Nosotros, si verdaderamente somos sus discípulos, hemos de llevarla voluntariamente.

Oración: Señor, llevar tu cruz con resignación o amargura es lo mismo que no llevarla. Quiero llevarla con sabiduría para honrar y glorificar a Dios.

Por : Alberto Arjona

Domingo 09 DE JULIO DE 2023

Unos se burlan, otros se arrepienten

Lucas 23:32-49

Acostumbrados a ver iconos relativos a la solemnidad de la crucifixión, puede chocarnos la sencillez con la que Lucas la describe. Era solo eso, una escena cotidiana, tres reos que se iban a ejecutar.

Exposición

Contemplada la escena desde fuera, Jesús es un malhechor más, uno de tantos. Pero la realidad es muy diferente: el Justo y dos malhechores. Enseguida Lucas destaca las palabras de Jesús: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. ¿No saben lo que hacen? ¿Quiénes? Los soldados por supuesto, pero ¿las autoridades también?

Hemos visto como lo hicieron todo de la manera más concienzuda posible, podríamos decir que con premeditación, alevosía y nocturnidad. Pero la realidad es que ni los unos ni los otros lo sabían, pues de ser así nunca habrían crucificado al Señor de la gloria (1 Co. 2:8). Por ignorancia lo habían hecho (Hch. 3:17; 13:27). Todo se estaba cumpliendo, hasta en los más mínimos detalles según la profecía (Sal.22:18).

Un pueblo que mira, unos gobernantes que se burlan, unos soldados que le escarnecen,… y todo ello delante de un título que proclamaba una gran verdad en tres idiomas para que todo el mundo se enterara, un título que solo podemos entender los redimidos: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.

Aplicación

Hasta el último momento, en el que Jesús entregó voluntariamente su vida al Padre, su gracia se manifestó impactando la vida de los que le rodeaban. ¿Qué es lo que vio el malhechor “bueno”? Que él estaba recibiendo lo que merecía pero que Jesús era justo. Poco parece, pero le estaba pidiendo a un moribundo que se acordara de él cuando viniera en su reino. Eso implicaba su resurrección y venida en gloria. El centurión, por lo que vio, también entendió que el crucificado era justo, y los presentes se daban golpes de pecho. Nosotros tenemos el privilegio de conocer muchas más cosas del Señor. ¿Y cómo reaccionamos?

Oración: Señor, ayúdanos a vivir a la altura de lo que vamos conociendo cada día de ti.

Por : Alberto Arjona

Lunes 10 DE JULIO DE 2023

Un hombre con esperanza

Lucas 23:50-56

Los cuerpos de los malhechores no se enterraban, se dejaban para los perros y los buitres, y Jesús había sido considerado uno de los tantos delincuentes ajusticiados por la ley romana.

Exposición

Nuestro personaje, José de Arimatea, es citado por los cuatro evangelistas. Los datos que tenemos de él son que era discípulo secreto de Jesús, miembro del Sanedrín, varón bueno y justo, y que pidió a Pilato el cuerpo de Jesús de manera osada, es decir dando la cara por Jesús cuando los demás discípulos estaban escondidos.

Lucas nos dice además que en el Sanedrín él no había consentido el acuerdo ni los hechos de ellos. No sabemos si haría una defensa de Jesús a viva voz o se callaría viendo que el caso estaba perdido de antemano. La profecía de Is. 53:9 había de cumplirse: Se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte.

Era el día de parasceve o de la preparación de la pascua. El sábado iba a comenzar, pues se contaba desde la caída del sol del día anterior. Las mujeres observaron el lugar del sepulcro y todos los detalles con el fin de volver, una vez pasado el día de reposo, con los ungüentos y especias aromáticas.

Aplicación

Se dice de José de Arimatea que era un hombre que esperaba el reino de Dios. Evidentemente cuando fue de esa manera tan directa para reclamar el cuerpo de Jesús, estaba muy claro que su esperanza no se había venido abajo. Esperaba el reino en vida de Jesús y también recogiendo su cadáver.

¿Cuál sería su idea acerca de la manifestación de ese reino? No lo sabemos; posiblemente estaba lleno de dudas, de contradicciones, pero actúa.

Buen ejemplo para nosotros. Sabemos muchas más cosas que él sabía, pero tenemos lo más importante en común, que también esperamos el reino de Dios.

Pensamiento: ¿De verdad deseamos intensamente la manifestación del reino de Dios o nos sentimos muy cómodos así?

Por : Alberto Arjona

Martes 11 DE JULIO DE 2023

¿Por qué se sorprendieron?

Lucas 24:1-12

Habíamos dejado a las mujeres con las especias aromáticas y los ungüentos preparados la tarde del viernes, antes del anochecer, y respetando el sábado conforme al mandamiento.

Exposición

La costumbre judía en cuanto a los cadáveres consistía en embalsamarlos y envolverlos con largas tiras de lino a modo de vendas. No los enterraban sino que eran colocados en el interior de una cueva sobre la roca. Dicha cueva se cerraba con una pesada piedra en forma de rueda.

Por supuesto que las mujeres nada sabrían acerca de una guardia montada en la puerta de la tumba para evitar el secuestro del cadáver, así que su única preocupación, muy lógica, era la de mover la piedra para tener acceso al cuerpo de Jesús.

Su sorpresa es mayúscula al ver la piedra removida dando libre acceso al interior. ¿Dónde estaría el cuerpo? En actitud temerosa escuchan las voces de los varones con vestiduras resplandecientes. La forma de darles la noticia de que Jesús había resucitado es haciéndoles una pregunta impactante.

¿Buscar al que vive? ¿Cómo que vive? Si nosotras mismas estuvimos presentes cuando se depositó su cuerpo en el poyo de piedra. No se acordaban de lo que Jesús les había dicho acerca de su muerte y resurrección hasta que aquellos varones no se lo recordaron.

Aplicación

¿Será que ponemos atención solo a aquello que queremos oír? Hay creyentes que tienen subrayados todos los textos bíblicos que hablan de promesas de bendición y cuando les llega una prueba se extrañan.

¿Por qué no subrayar también aquellos textos que nos aseguran que vivimos en un mundo hostil al evangelio y en una creación sujeta a vanidad? Ellas no se acordaban de lo que Jesús les había dicho acerca de su muerte y su resurrección.

Los discípulos también lo habían escuchado e igualmente les cogió de sorpresa. Pedro incluso se rebeló contra aquella posibilidad. ¡Ni mencionarlo! (Mt. 16:22).

Pensamiento: Hay quien ha hecho de la Biblia una colección de versículos preferidos.

Por : Alberto Arjona

Miércoles 12 DE JULIO DE 2023

¡Ahora encaja todo!

Lucas 24:13-35

Quizás las noticias que más nos duelen son aquellas que rompen de plano nuestras expectativas, las que anulan nuestras esperanzas.

Exposición

Imaginemos la frustración de estos discípulos a los que Lucas nombra como dos de ellos. Seguramente habían celebrado la pascua en Jerusalén y se habían encontrado con los terribles acontecimientos en torno a Jesús. Su desorientación daría pie al debate que Jesús mismo interrumpió “tirándoles de la lengua” para que expresaran el contenido de su conversación y el porqué de su tristeza.

Pensaban que ese “profeta” del que hablaban era el Mesías, el que iba a redimir a Israel (Jn. 6:14; Hch. 7:37). La promesa mesiánica dada por Moisés fue: Profeta en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Yahweh tu Dios; a él oiréis (Dt. 18:15). ¿Cómo encajar eso con los acontecimientos? Para añadir mayor confusión habían oído rumores acerca del testimonio de unas mujeres que parecía confirmado por otros discípulos.

Así que el “acompañante desconocido”, partiendo justamente desde Moisés les fue instruyendo acerca de lo que las Escrituras decían del Mesías: padecimiento, muerte, resurrección y gloria. Al llegar a la casa y serles abiertos los ojos su sorpresa y gozo fueron tales que emprendieron el camino hacia Jerusalén nuevamente, de noche y a unos doce kilómetros de distancia, para ir al encuentro de los once. No cabía duda, el Señor verdaderamente había resucitado.

Aplicación

Uno de los síntomas más evidentes de una buena salud espiritual es la de que un cristiano busque la compañía de sus hermanos en Cristo. Esto hicieron los dos discípulos. No fueron a preguntar, a asegurarse, sino a compartir su encuentro con Cristo y a confirmar con los demás lo que las Escrituras decían de él. Volaron.

Tenían vivo deseo de juntarse con ellos. ¿Cómo puede ser que haya creyentes que digan que prefieren quedarse en su casa para encontrarse con Dios?

Pensamiento: y puestos en libertad, vinieron a los suyos. (He. 4:23) …

Por : Alberto Arjona

Jueves 13 DE JULIO DE 2023

¡Menudo cambio!

Lucas 24:36-49

Los discípulos de Emaús llegan al lugar donde están los once. Unos y otros hablan de lo que saben y de pronto… ¡Jesús se puso en medio de ellos!

Exposición

Un aposento cerrado y… ¿un fantasma que dice paz a vosotros? Se espantan, se aterrorizan. No es de extrañar. Ellos estaban hablando de la resurrección corporal de Jesús, y un cuerpo no atraviesa paredes para entrar en un aposento. ¿Estaban viendo un espíritu? Evidentemente nada sabían de las características del cuerpo glorificado de Jesús, pues, toda nuestra experiencia es espacio-temporal.

Por eso el Señor pone mucho interés en que supieran que había resucitado corporalmente pero con un cuerpo glorificado, capaz de ser tocado, capaz de comer y a la vez de aparecer en un recinto cerrado. Igual que toda la Escritura nos revela la realidad celestial con lenguaje terrenal, humano, así hace el Señor, aunque no por ello vamos a entender la naturaleza de un cuerpo glorificado.

Una vez convencidos de la gloriosa resurrección de su Señor, vino lo más importante: Toda la Escritura tenía sentido en él, en su persona y en su obra, porque por medio de él cualquier ser humano podía ser perdonado de sus pecados. Eso sí, una advertencia: “No salgáis corriendo con vuestras propias fuerzas a contárselo a todo el mundo hasta que recibáis el Espíritu Santo; si no, no podríais cumplir esta misión”.

Aplicación

Es la única referencia que tenemos de lo que es un cuerpo glorificado, muy vaga por cierto. No es un cuento de hadas sino lo que también nos espera a nosotros. Es una preciosa promesa de Dios: lo corruptible se vestirá de incorruptible y lo mortal de inmortalidad (1 Co.15:53).

Seremos semejantes a él porque lo veremos tal como él es (1Jn. 3:2). Pablo está tan seguro de ello que pone esta etapa final de nuestra salvación en pasado (glorificó); ante Dios ya se ha realizado (Ro. 8:30).

Pensamiento: Ahora nuestro cuerpo es una tienda de campaña; dentro de muy poco será un sólido edificio. (2 Co.5:1)

Por : Alberto Arjona

Viernes 14 DE JULIO DE 2023

Mucho mejor así

Lucas 24:50-53

“¿Y dejas, Pastor santo, tu grey en este valle hondo, oscuro, con soledad y llanto, y Tú, rompiendo el puro aire, te vas al inmortal seguro? ¡Cuán pobres, .y, cuán ciegos ¡ay! nos dejas!” (Fray Luis de León).

Exposición

Aunque admiremos a Fray Luis de León, sin duda en esto se equivocaba. No hay ninguna queja por parte de los apóstoles por el hecho de que Jesús ascendiera al cielo.

Cierto que en un sentido era un final, pero el final de la dependencia de la presencia física del Señor entre ellos. Era a la vez el principio de una nueva manera, más íntima, de disfrutar de su presencia.

Aún debía llegar Pentecostés, pero podían entender ahora lo que les había dicho: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré (Jn.16:7).

Hasta ahora había estado con ellos; a partir de ahora estaría en ellos (Jn.14:19-20).

En ninguna manera los apóstoles se vinieron abajo; antes al contrario: Después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo (v. 52).

Gozo, una de las constantes de este evangelio que termina donde comenzó, en el templo, en la casa de Dios. Allí seguirían los apóstoles participando del culto con mayor entendimiento.

La obra de redención había culminado, les tocaba prepararse para recibir el Espíritu Santo que el Señor les había prometido.

Aplicación

En los años duros del llamado telón de acero, era frecuente que en la URSS se recluyera a los cristianos en un psiquiátrico por dar muestras de locura.

Hablaban con alguien que no estaba presente y se sentían acompañados por él.

Dios quiera que esa locura según el mundo sea también la de cada uno de nosotros.

Pensamiento: y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. (Mt. 28:40)

Por : Alberto Arjona

Sábado 15 DE JULIO DE 2023

En la tierra de Moab

Deuteronomio 1:1-18

Los primeros versículos del libro definen el lugar en el cual Moisés pronunció esta serie de discursos, la fuente de su contenido, y el contexto histórico en el cual se produjo.

Exposición

“Hola, soy Josué, hijo de Nun, y os voy a contar como mi maestro Moisés hizo un repaso de las leyes que Dios nos había dado mucho tiempo antes en el Monte Sinaí (u Horeb, como algunos lo llaman). El pueblo de Israel estábamos acampados en los campos de Moab, y delante de nosotros, al otro lado del Río Jordán, estaba la Tierra Prometida, la que Dios había prometido a nuestro padre Abraham tantos siglos antes. ¡Había llegado el momento en que el Señor iba a cumplir su promesa! Pero, claro está, al entrar en la tierra, no debíamos imitar el comportamiento inmoral e idólatra de los cananeos, sino establecer en Canaán la santa ley de Dios. De ahí el discurso de Moisés. Poco tiempo después de aquel momento, Moisés murió, y Dios me eligió a mí para dirigir al pueblo de Israel en la conquista de Canaán. ¡Pero esta es otra historia!

El maestro comenzó recordándonos como, después de entregarnos la ley, el Señor nos mandó comenzar nuestro viaje hacia Canaán. Por causa de nuestra rebeldía e incredulidad, aquel viaje se prolongó mucho, y muchos de nosotros habíamos olvidado los mandamientos de Dios. Así que aquel repaso nos vino bien. En aquellos años en el desierto, nos habíamos convertido en una nación muy numerosa, y Moisés no podía llevar él solo la administración de la justicia para todo el pueblo, así que él eligió una serie de hombres sabios y maduros en quienes pudo delegar esta función. Pero les recordó la obligación de aplicar la ley con la más absoluta imparcialidad. ¡Nada de favoritismos en el pueblo de Dios!”

Aplicación

Como Israel entonces, es fácil que nosotros hoy quedemos contaminados por las prácticas corrompidas de una sociedad idólatra e inmoral. Hoy también Dios insiste que conozcamos su Palabra y obedezcamos su voluntad para poder cumplir la misión de testimonio que nos ha dado. ¿Escuchar, estudiar y meditar la Palabra constituye una prioridad en nuestra vida espiritual?

Reflexión: “Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros” (Col. 3:16).

Unión Bíblica “Notas Diarias” Por : Timoteo Glasscock

Domingo 16 DE JULIO DE 2023

Una oportunidad perdida

Deuteronomio 1:19-40

La poca confianza de Israel en el poder de Dios provocó el fracaso de Israel en su primer intento de ocupar Canaán. Como consecuencia, tuvieron que pasar cuarenta años más vagando por el desierto. Moisés repasa el incidente y señala las causas del fracaso para que la historia no se repita.

Exposición

Hola, soy Josué de nuevo. Quiero contaros hoy cómo Moisés nos hizo recordar un incidente muy triste que ocurrió poco después de que el Señor nos mandó ponernos en camino desde el Monte Horeb hacia la Tierra Prometida. Llegamos pronto a la ciudad de Cades-barnea, el punto de partida que Dios había escogido para la invasión de Canaán. Moisés nos exhortó a comenzar la conquista, pero, no sin sabiduría, el pueblo propuso enviar primero un equipo de reconocimiento para que supiéramos qué era lo que nos esperaba. Encomendaron esta tarea a un grupo de doce espías, uno de cada tribu, y yo tuve el privilegio de ser el representante de mi tribu, la de Efraín.

Nuestra exploración resultó ser positiva. Trajimos frutos del país como muestra de su fertilidad. Sin embargo, las dudas de una mayoría de los espías acerca de nuestra capacidad de vencer en batalla a los cananeos contagiaron a todo el pueblo, y rehusaron avanzar. Sólo Caleb y yo insistimos que no teníamos nada que temer, porque nuestro Dios, que había demostrado su poder en Egipto y en el desierto, nos daría la victoria. Las palabras de ánimo de Moisés tampoco surtieron efecto. Entonces el Señor se enfureció con el pueblo, afirmó que ninguno de los adultos del pueblo, salvo Caleb y yo, entraríamos en aquella buena tierra, y nos mandó volver atrás, hacia el desierto”.

Aplicación

¡Qué torpeza la del pueblo de Israel, que había comprobado el poder de Dios en su liberación de Egipto y a lo largo del viaje por el desierto, y sin embargo no confiaba en Él para obtener la victoria contra los cananeos! Y sin embargo cuántas veces cometemos nosotros el mismo pecado de desconfianza e incredulidad, como si Dios nos iba a fallar. Con razón el Señor nos llamaría “hombres de poca fe” (Mt. 14:31; 16:8).

Reflexión: “Esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe” (1 Jn. 5:4).

Por : Timoteo Glasscock

Lunes 17 DE JULIO DE 2023

Una equivocación y un encuentro

Deuteronomio 1:41-2:13

No contentos con haber desobedecido al Señor una vez, Israel volvió a desoír su palabra, y sufrió una derrota humillante. Las consecuencias duraron treinta y ocho años, todo el tiempo que el pueblo vagaba por el desierto antes de acometer de nuevo la invasión desde las tierras de Edom y Moab.

Exposición

Ayer os conté cómo Moisés nos recordó la desobediencia de Israel frente al mandato del Señor de invadir la tierra de Canaán desde Cades-barnea, y como el Señor se enfureció con ellos. Sin embargo, allí no terminó la historia. Deseosos de rectificar su error, los rebeldes decidieron intentar la conquista a pesar de que el Señor la había prohibido. El resultado fue una derrota aplastante. Los amorreos nos pusieron en fuga, y tuvimos que retroceder hasta Cades, donde nos quedamos lamentando nuestro error.

Los días y los años de peregrinación por el desierto fueron pasando, los veteranos de entre el pueblo iban muriéndose, y por fin llegó el momento de intentar nuevamente la conquista de la tierra que Dios nos había prometido. Esta vez el Señor nos mandó hacia el norte, en lugar de iniciar la invasión desde el sur de Palestina. Esta ruta supuso cruzar las tierras de Edom y Moab. Éstas eran naciones emparentadas con Israel desde los tiempos de los Patriarcas, y por eso el Señor nos prohibió tajantemente pelear contra ellos. Nuestro encuentro con ellos había de ser pacífico, y debíamos comprar por dinero las provisiones que necesitábamos. Así fue, a pesar de los intentos de Balac, el rey de Moab, de perjudicarnos. Una vez más nuestro Dios nos protegió y nos trajo hasta el Río Jordán, a la misma frontera con Canaán”.

Aplicación

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso”, afirma el profeta Jeremías (Je. 17:9), y este hecho queda fielmente reflejada en el comportamiento de Israel en Cades-barnea. Así somos nosotros en tantas ocasiones: no cumplimos lo que nos manda el Señor, pero corremos a realizar lo que Él nos prohíbe. Cumplir la voluntad de Dios trae bendición; no hacerlo tiene consecuencias nefastas.

Reflexión: “Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” (Fil. 2:12).

Por : Timoteo Glasscock

Martes 18 DE JULIO DE 2023

Guerra y paz

Deuteronomio 2:14-37

En este pasaje vemos como Dios dirigió a Israel en su paso por Amón, como Moisés buscó un dialogo pacifico con Sehón, rey de Hesbón, y como éste respondió con violencia, provocando la guerra con Israel.

Exposición

Aquí estoy de nuevo para seguir contándoos el relato de mi maestro Moisés sobre las circunstancias de nuestra llegada a la Tierra Prometida. Durante los años vagando por el desierto, el Señor cumplió su palabra de eliminar toda la generación de hombres de guerra que fueron rebeldes (1:35). Los que quedamos con vida llegamos hasta la frontera de Canaán cruzando las tierras de tres pueblos, Edom, Moab y Amón. Por la relación de hermandad que teníamos con estas naciones, el Señor nos prohibió tajantemente entrar en guerra con ellos, y nos mandó mantener con ellos las relaciones más cordiales posibles.

Otro caso fue el del arrogante rey de Hesbón, que se llamaba Sehón. Para llegar a Canaán, como había ocurrido con las naciones anteriores, teníamos que cruzar por su territorio. Moisés inició el contacto con Sehón con palabras de paz, prometiendo pasar por su reino sin desviarse del camino, y comprando todas las provisiones que necesitábamos. Sin embargo, éste contestó con soberbia, prohibiendo nuestra entrada en sus territorios, y movilizó su ejército para impedirnos el paso. Como hizo con Faraón en Egipto, el Señor le confirmó en su tozudez, y le entregó en nuestras manos, de manera que obtuvimos una victoria absoluta que nos permitió tomar posesión de todo aquel reino. La intención del Señor de entregarnos la tierra que había prometido a Abraham comenzó a cumplirse”.

Aplicación

La destrucción total de Sehón y su pueblo, como de las demás naciones cananeas, nos produce una actitud de incomprensión y repulsa. ¿Cómo pudo Dios mandar un exterminio semejante? Recordemos que Dios dio a los cananeos cuatrocientos años para cambiar su estilo de vida execrable, que no aprovecharon (Gn. 15:13-16). Aun así, si estos pueblos hubieran adoptado la actitud sumisa de Rahab en lugar de la actitud arrogante de Sehón, hubieran conocido el perdón de Dios.

Reflexión: “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Stg. 4:6).

Por : Timoteo Glasscock

Miércoles 19 DE JULIO DE 2023

Fin de trayecto

Deuteronomio 3:1-29

Este capítulo narra la última etapa del viaje de Israel desde Egipto a Canaán, que abarcaba la conquista de Basán y el reparto de las tierras al este del Jordán, y termina con el pueblo acampado en Baal-peor, frente a la Tierra Prometida.

Exposición

Ha llegado el momento de describiros las circunstancias de nuestra llegada a la frontera de Canaán, tal como mi maestro Moisés nos recordó. Vimos antes cómo nuestro ejército había conquistado el reino de Sehón, que se situaba en la zona conocida como Galaad. Hubo otro rey, más al norte, que quiso hacernos frente también; se llamaba Og, rey de Basán. Era uno de los últimos descendientes de una raza de gigantes que habitaba aquellas tierras. Como botón de muestra de su estatura descomunal, os puedo decir que su cama de hierro medía cuatro metros. No era poca cosa enfrentarse en batalla a gente de semejante tamaño físico, pero, como en el caso de Sehón, el Señor nos dio una victoria completa.

Con esta conquista, las tierras al este del Jordán quedaban bajo nuestro control. Eran zonas de pastos excelentes, muy buenos para el ganado, y algunas de las tribus de nuestro pueblo pidieron a Moisés que les adjudicara Galaad y Basán como su herencia. Así las tribus de Rubén y Gad, y la mitad de la tribu de Manasés, pudieron asentarse ya en aquellas tierras, aunque sus guerreros se comprometían a acompañarnos a las demás tribus hasta que termináramos la conquista completa de la Tierra Prometida.

Quizá fue esta perspectiva que impulsó a Moisés a pedir al Señor que le permitiera entrar en la tierra para comprobar directamente su bondad. Sin embargo el Señor le negó esta posibilidad y le mandó subir al Monte Pisga para verla de lejos. A la vez me confirmó a mí como el que había de dirigir a Israel en su invasión de Canaán. ¡Menuda responsabilidad!”.

Aplicación

En este pasaje se revelan varios atributos de nuestro Dios. En primer lugar, su poder: es poderoso para derrotar a nuestros enemigos. En segundo lugar, su generosidad y su bondad: prepara una herencia hermosa para los suyos. Y en tercer lugar, Su soberanía: tenemos que aprender a someternos a su voluntad aun cuando nuestros deseos son otros.

Reflexión: “Padre… no lo que yo quiero, sino lo que tú” (Mr. 14:36).

Por : Timoteo Glasscock

Jueves 20 DE JULIO DE 2023

“Ahora, escucha...”

Deuteronomio 4:1-24

Antes de entrar en un repaso detallado de la ley de Dios, Moisés advierte al pueblo de Israel de la necesidad de escuchar bien su enseñanza, de ponerla por obra, y a guardarse del gran peligro de la idolatría.

Exposición

Terminado su relato del viaje nuestro por el desierto hasta los campos de Moab, y a punto de recapitular lo esencial de la ley de Dios, mi maestro Moisés nos hizo a todos una llamada a la obediencia incondicional frente a los mandamientos del Señor. ¡Tantas veces habíamos fallado en este aspecto durante nuestra peregrinación por el desierto! Lo primero que nos recordó fue que el Señor es justo, dando a su pueblo leyes que marcan la rectitud tanto en la vida nacional como en la personal, y castigando a los que no respetan sus leyes y le niegan su obediencia. No debíamos ni añadir ni quitar de la palabra de Dios, ni imitar la conducta inmoral e idólatra de aquellos rebeldes que murieron en Baal-peor, sino esforzarnos por guardar y poner por obra su ley, porque esto nos engrandecería ante las naciones vecinas (1-8).

Nos enseñó también que nuestro Dios es espíritu, y por lo tanto invisible. Pudimos comprobar esta realidad en Horeb, donde oímos a Dios hablándonos desde el monte, de en medio del fuego, pero sin ver la figura que nos hablaba. Debíamos desechar totalmente la idolatría, y así distinguirnos de las naciones de alrededor, marcadas por la multitud de sus dioses e imágenes (9-14). Y eso, según Moisés, porque, en tercer lugar, el Señor es un Dios celoso, que prohíbe de forma tajante que fabriquemos cualquier figura que pretende representarle (15- 23). La razón de su advertencia quedó resumida en una frase lapidaria: “Yahvé tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso’ (24)”.

Aplicación

La solemnidad que debe inducir en nosotros esta última frase nos impulsa a una reflexión seria: con Dios no debemos jugar, ní tomar sus mandamientos a la ligera, porque el que juega con el fuego divino termina quemándose. La superficialidad y la ligereza que marcan en general nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios tienen consecuencias funestas.

Reflexión: “Sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia” (He. 12:29).

Por : Timoteo Glasscock

Viernes 21 DE JULIO DE 2023

Mirando adelante y atrás

Deuteronomio 4:25-40

Anticipando el asentamiento de Israel en Canaán, Moisés invita al pueblo a echar un vistazo al futuro, para prevenir los problemas de idolatría que pudieran surgir, y otro al pasado, para reflexionar sobre lo singular de la revelación y la redención de Dios.

Exposición

Hola, aquí estoy yo, Josué, de nuevo, para seguir contándoos, como Moisés nos exhortó al pueblo de Israel en los campos de Moab. Nos quería preparar para las circunstancias que iban a surgir a raíz de nuestra conquista de Canaán, y sobre todo advertirnos de los peligros de la contaminación con la falsa religión de los cananeos. En mi pueblo ha habido una tendencia constante hacia la rebeldía frente al Señor en lo referente a fabricar esculturas e imágenes de falsos dioses para adorarlos (25). Moisés nos advirtió que sufriríamos la retribución del Señor si siguiéramos este camino (26-28), siendo desterrados de nuestra patria. A la vez nos habló de la disposición del Señor de efectuar nuestra restauración si volviéramos a Él arrepentidos y humillados (29-31).

Pero además de esta mirada hacia el porvenir, nos invitó a pensar en la experiencia única del Señor que habíamos tenido en el pasado, al transmitirnos su revelación por medio del fuego en el Monte Sinaí y de las circunstancias de nuestra redención de Egipto (32-34). Las razones de darse a conocer así eran evidentes: para que llegáramos a conocerle y tener la convicción de que El es el único Dios verdadero (35-36), y para que fuéramos para El una nación especial, establecida en Canaán para transmitir a las demás naciones el conocimiento de Él (37-38). Por todo ello, Moisés nos dirigió una llamada a la reflexión acerca del carácter único de nuestro Dios y la importancia de responder a su elección obedeciendo escrupulosamente sus mandamientos (39-40).”

Aplicación

Las palabras de despedida del Apóstol Juan a los creyentes de Asia, “Hijitos, guardaos de los ídolos” (1 Jn. 5:21), siguen siendo enormemente relevantes al pueblo de Dios en el día de hoy, tan contagiado por los falsos dioses que abundan en nuestra sociedad pagana.

Reflexión: “Os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo” (1 Ts. 1:10).

Por : Timoteo Glasscock

Sábado 22 DE JULIO DE 2023

Seguridad y solemnidad

Deuteronomio 4:41-49

Antes de entrar de lleno en la enumeración de los estatutos y los mandamientos dados por Dios, Moisés señala las ciudades de refugio para casos de homicidio involuntario.

Exposición

Hola, soy Josué, y quiero retomar lo que ayer os decía acerca del discurso de Moisés a Israel en la frontera con Canaán. “ Después de su repaso de lo que había sido nuestras experiencias desde que salimos de Egipto, liberados por fin de la esclavitud, mi maestro se preparaba para explicarnos las leyes de nuestro Dios y sus implicaciones para nuestra vida en la Tierra Prometida. Pero primero nos habló de las ciudades de refugio que él quería designar en distintas zonas de nuestra patria futura. En ellas podrían encontrar la seguridad las personas que por accidente y sin intención habían matado a otro, hasta que pudiera celebrarse un juicio con todas las garantías legales. La sed de venganza de la familia del fallecido fácilmente iniciaría una vendetta con consecuencias muy graves, y esta provisión tenía el propósito de evitar semejante escalada de violencia. Así que Moisés señalaba tres ciudades en las tierras que ya habíamos conquistado para cumplir esta función entre las tribus que se habían asentado allí. Más tarde haría lo mismo para las demás tribus (Dt. 19:2-13).

A continuación comenzó a exponer ante nosotros la ley de Yahvé, sus testimonios, estatutos y decretos que habíamos recibido en Sinaí, y que Moisés quería enfatizar de nuevo al adentrarnos en tierras de los cananeos. El lugar exacto de su discurso fue al este del Jordán, en el valle de Baal-peor, ubicado en las zonas que habíamos ocupado después de las batallas contra Sehón y Og, los reyes amorreos, y al pie de la gran montaña Pisga. Menciono estos detalles para que os deis cuenta de la gran solemnidad que rodeó aquel momento para el pueblo de Israel.”

Aplicación

En la provisión de ciudades de refugio vemos revelados tanto la justicia de Dios como su amor. El mayor ejemplo de esta armonía perfecta en la forma de actuar Dios frente a los hombres la encontramos en la cruz de Cristo (Ro. 3:24-26).

Reflexión: “Un mandamiento nuevo os doy… como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Jn. 13:34).

Por : Timoteo Glasscock

Domingo 23 DE JULIO DE 2023

Oye, aprende y practica

Deuteronomio 5:1-21

En este pasaje se nos habla del pacto que Dios hizo con el pueblo de Israel en el Monte Sinaí, y de los diez mandamientos fundamentales que constituían el armazón de este pacto.

Exposición

Bueno, hoy quiero hablaros del resumen de las normas básicas que nos dio Moisés para nuestra relación con Dios, con nuestras familias y con nuestros vecinos. Por su importancia, exigió que escucháramos con mucha atención sus palabras, que las grabáramos en nuestras mentes, y que las pusiéramos en práctica en la vida diaria (1). “Comenzó recordándonos el pacto que Dios había hecho con nosotros en el Monte Horeb. ¡Imposible olvidar aquello! Ardía el monte con fuego, y de en medio de aquel espectáculo aterrador escuchamos la voz de Dios mismo, como si nos hablara cara a cara. Tan gran fue nuestro miedo que Moisés tuvo que actuar como interlocutor con Dios, repitiéndonos las palabras que el Señor le decía (2-5).

Aquellas enseñanzas se resumían en diez principios fundamentales, fáciles de memorizar, aunque difíciles de practicar, por el espíritu de rebeldía que se anida en nuestros corazones. En primer lugar, había cuatro mandamientos que gobernaban nuestra relación con Dios: no debíamos adorar a otros dioses fuera de El, ni hacer ninguna imagen de Él, ni tomar su nombre en vano, y debíamos guardar el séptimo día de la semana como día de reposo, una oportunidad para descansar y reflexionar en todos las maravillas que Él había hecho a nuestro favor (6-15). Luego nos exigió que diéramos siempre a nuestros padres la honra que les correspondía (16). En tercer lugar, hubo otros cinco mandamientos que definían cómo debe ser nuestra relación con nuestros vecinos: no debemos ni matar, ni cometer adulterio, ni robar, ni dar falso testimonio, ni codiciar nada que pertenecía a otra persona (17-21).”

Aplicación

Las normas que Moisés repitió a Israel en aquella ocasión siguen siendo plenamente válidas para nosotros, no como un camino de salvación, sino como guía para asemejarnos al Dios que nos redimió y cumplir su voluntad para nosotros.

Reflexión: “El que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y se guía por ella… será bienaventurado en lo que hace” (Stg. 1:25).

Por : Timoteo Glasscock

Lunes 24 DE JULIO DE 2023

La gran voz

Deuteronomio 5:22-33

La voz ensordecedora de Dios hablando desde el Monte Horeb. y el fuego que amenazaba con consumirlos a todos, produjeron tal impresión en el pueblo de Israel que pidieron encarecidamente a Moisés que fuese su interlocutor ante Dios, mientras ellos se mantenían a distancia. ¡Qué impresionante estar en la presencia del Dios santísimo!

Exposición

¡Qué impacto nos produjo aquella escena en Sinaí! Recuerdo . vívidamente los truenos y los relámpagos, un estruendo como si fuera el sonido de miles de trompetas, el humo y el fuego, la nube y la oscuridad, y la voz atronadora de Dios que lo sacudía todo (22). Tal susto y temor tenía todo el pueblo que nos acercamos a Moisés para pedirle que nos permitiera retirarnos de las laderas del monte para ponernos a salvó de aquel terrible fuego. ¡De verdad que temíamos por nuestras vidas! Le rogamos que fuera él nuestro intermediario en el contacto con Dios, para recibir su revelación y luego transmitirla a nosotros, y nos comprometimos solemnemente a poner en práctica todo lo que el Señor nos dijera (22-27).

Aquella actitud nuestra recibió la aprobación del Señor (28). También expresó su anhelo de que nuestros corazones estuvieran siempre llenos de aquel espíritu de temor y reverencia que nos impulsaría a la obediencia frente a sus mandamientos, porque esa era la clave para recibir su bendición (29). Por eso no dio también una amonestación seria acerca de comportarnos siempre conforme a su voluntad expresada en sus preceptos y mandamientos, sin apartarnos de ellos. Andar por el camino que Él nos marcaba en su palabra es el mejor forma de conocer y comprobar cada día su bendición en nuestro viaje por este mundo (30-33).”

Aplicación

Una visión de Dios que resalta sólo su amor y su perdón, pero que deja a un lado su santidad, su grandeza y su poder, es una percepción errónea, desequilibrada e impropia de su carácter. Sin duda hemos perdido en gran medida hoy la capacidad de temblar ante la majestad de Dios, y urge recuperar la visión que Dios dio de sí mismo en Sinaí.

Reflexión: “Conducíos en temor durante el tiempo de vuestra peregrinación” (1 P. 1:17).

Por : Timoteo Glasscock

Martes 25 DE JULIO DE 2023

“Oye, Israel...”

Deuteronomio 6:1-25

Tres grandes temas dominan este pasaje: Palabra de Dios (1- 9), la fidelidad a Dios (10-19), y el testimonio a Dios (20-25).

Exposición

Hola, soy Josué de nuevo. Hoy quiero explicaros cómo Moisés nos dio el mayor mandamiento de todos, y cómo resaltó sus implicaciones. Primero nos insistió en la importancia de poner en practica todos los mandamientos del Señor si quisiéramos experimentar su bendiciones abundantes (1-3), y luego hizo una afirmación lapidaria: ‘Yahvé nuestro Dios, Yahvé uno es’. En esta sola frase desmontó todo el montaje idólatra de los pueblos paganos. A continuación nos señaló las implicaciones prácticas de esta verdad: no sólo debemos escuchar su palabra (3-4), sino ponerla en práctica, amando al Señor con todo nuestro corazón, alma y fuerzas (5), atesorándola en nuestros corazones (6), enseñándola a nuestros hijos en todo momento (7), y teniéndola presente, no sólo en nuestras casas sino incluso en nuestro cuerpos (8-9). “Dar esta prioridad a la palabra de Dios nos ayudaría, una vez asentados en la Tierra Prometida, a no olvidarnos de que toda la abundancia que íbamos a disfrutar no procedía de nuestros propios esfuerzos o ingenio, sino que fue un regalo suyo (10- 13). ¡Qué buen antídoto para el veneno del paganismo con sus múltiples dioses falsos! (14-15).

La fidelidad absoluta a Señor garantizaría la victoria sobre nuestros enemigos (16-19), y de esta manera podríamos dar un testimonio convincente a nuestros hijos y nietos del poder, la grandeza y la bondad de nuestro Dios. Él nos bendice en abundancia cuando ponemos en práctica las normas que expresan su voluntad para nuestras vidas (20-25)”.

Aplicación

¡Cuán importante es para la iglesia de Cristo hoy, y para su testimonio ante un mundo incrédulo, que demos prioridad a transmitir las verdades de la Palabra de Dios de generación a generación, a nuestros hijos y a nuestros nietos! No asumir esta responsabilidad bíblica es la causa principal de la aberrante ignorancia de la Palabra que se constata en nuestras iglesias. ¡Qué volvamos a ser el pueblo de la Palabra!

Reflexión: “Predica la palabra. Insiste a tiempo y fuera de tiempo” (2 Ti. 4; 2)

Por : Timoteo Glasscock

Miércoles 26 DE JULIO DE 2023

El peligro del sincretismo

Deuteronomio 7:1-11

Este pasaje nos habla del peligro de la idolatría, de la pureza que había de marcar el pueblo de Dios, y de su proceder frente a los mandamientos del Señor.

Exposición

¿Qué tal estáis? ¿Cómo marcha vuestra relación con el Señor? Este era un tema que le preocupaba mucho a Moisés cara a nuestra ocupación de la Tierra Prometida. El estilo de vida idólatra e inmoral de los pueblos cananeos era archiconocido. Hasta sacrificaban a sus hijos para aplacar la ira de sus dioses. Por ello Moisés puso mucho empeño en que, una vez asentados en la tierra, evitáramos todo contacto con las tribus derrotadas, por el peligro de que el contacto social nos llevara a adoptar sus nefastas prácticas idólatras (1-4). Debíamos ser escrupulosos en destruir todo su aparato religioso. Solo así podríamos cumplir las exigencias de Dios para nosotros, su pueblo escogido, de ser una nación apartada para Él y dedicada a su servicio (5-6). “No debíamos pensar tampoco que hubiera algo en nosotros mismos que nos hiciera merecedores de esta elección: el hecho de que Dios nos había escogido de entre las demás naciones Surgió de su amor, su gracia y su fidelidad al pacto hecho con los patriarcas y al juramento que lo confirmó (Gn. 22:16-18), y no de ningún mérito nuestro (7-8). Conscientes de ello, y sabiendo que nuestra actitud hacia el Señor -o de amor y obediencia, o de odio y rebeldía-, condiciona su forma de actuar hacia nosotros, debíamos esforzarnos en cumplir fielmente su palabra y su ley (9-11)”.

Aplicación

Constatamos en este pasaje principios de aplicación permanente y universal en cuanto a nuestra relación con Dios. El privilegio que tenemos de pertenecer a su pueblo parte de la iniciativa soberana de Dios, basada en su amor, su fidelidad y Su gracia; sin embargo, el disfrute de las bendiciones asociadas con esta relación depende de una actitud de sumisión y obediencia de nuestra parte, que revela la realidad de una fe viva en nuestros corazones. De ahí que el apóstol nos exhorta a ocuparnos en nuestra salvación con temor y temblor (Fil. 2:12).

Reflexión: “Recibid con humildad la palabra implantada, que es poderoso para salvar vuestras almas” (Stg. 1:21).

Por : Timoteo Glasscock

Jueves 27 DE JULIO DE 2023

El Dios incomparable

Deuteronomio 7:12-26

En esta sección del discurso de Moisés, se nos habla de cómo es nuestro Dios, de su fidelidad en base al pacto eterno, de las bendiciones con las que nos colma, y de la victoria que nos da sobre el enemigo.

Exposición

Hola de nuevo. ¿Cómo es vuestra visión de nuestro Dios? ¿Verdad que a veces tenemos una visión limitada? ¿Qué, consciente o inconscientemente, quizá por nuestra falta de fe, le empequeñecemos? Moisés sabía de esta tendencia en el pueblo de Dios, y por ello quiso enseñarnos acerca de quién es Él de verdad. Lo primero que nos recordó era que el Señor es fiel a su pacto hecho con los padres de nuestra nación (12), y es su fidelidad que garantiza que a pesar de nuestros muchos deslices, Él no nos abandona nunca. En segundo lugar, y en base a esta verdad, nos dijo que, si extendemos las manos de la fe y la obediencia, Él las llena hasta rebosar de las múltiples bendiciones con las que nos colma constantemente (13-16).

Puede que haya momentos en que nuestra fe flaquea, cuando los problemas nos parecen inmensos y los enemigos muy fuertes (17), pero incluso en estas circunstancias no debemos temer, porque de la misma manera en que el Señor actuó en el pasado, sacándonos de Egipto con mano fuerte (18-19), así hará con todos los adversarios que nos puedan aparecer (19-20). El nos garantiza tanto su presencia constante en medio de nosotros (21), como su poder inigualable ante el enemigo (22-24). Pero, ¡cuidado!, si nuestro Dios demuestra así su infinito poder y protección, espera de nosotros una fidelidad incondicional y el rechazo de todo lo que marca la sociedad idólatra pero que es abominable ante Él (25-26).”

Aplicación

Moisés nos enseña en este pasaje que nuestro Dios guarda el pacto, bendice a su pueblo y vence al enemigo. ¿Cómo debemos comportarnos antes estas verdades?

Reflexión: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Co 7:1).

Por : Timoteo Glasscock

Viernes 28 DE JULIO DE 2023

“No sólo de pan...”

Deuteronomio 8:1-20

En este capitulo Molsés habla al pueblo de Israel acerca de la disciplina de Dios en el desierto, de su bondad al introducirlos en una tierra muy fértil, y de su castigo si Israel llegara a olvidarse de Él y a adorar a los dioses cananeos.

Exposición

Como sabéis, el tiempo que pasamos vagando por el desierto no eran años fáciles. Moisés nos recordaba lo grande y espantosa que era aquella tierra, llena de serpientes y escorpiones, sin fuentes de agua para beber, ni frutos de la tierra para comer (15). Muchas veces nos preguntábamos por qué Dios nos hacía vivir en zonas tan inhóspitas. Había entre nosotros muchos que se quejaban y querían volver a Egipto donde la comida era mucho más abundante y variada. Moisés nos explicó el propósito de Dios en todo aquello: aprender la lección de que la vida humana verdadera es mucho más que la comida (1-3). Consiste sobre todo en una relación íntima con Él, marcada por la confianza plena en sus propósitos, su provisión y su protección, y la obediencia a su palabra. A pesar de nuestras quejas, en todo el tiempo de nuestra estancia en el desierto, nunca nos faltó ni comida, ni agua, ni ropa, sino que el Señor siempre suplía fielmente, y a veces milagrosamente, nuestras necesidades (4, 15-16).

Moisés nos recordó esto justo antes de entrar en otro tipo de tierra, donde íbamos a encontrar agua, comida y muchos otros recursos en abundancia (7-10). El peligro para nosotros en Canaán sería descuidar nuestra relación con Dios, olvidarnos de que todo lo que teníamos venía de Él, y caer en la autosuficiencia, e incluso en la idolatría (14, 17, 19). Moisés nos insistía una y otra vez: “Cuídate de no olvidarte de Yahvé tu Dios” (2, 11, 18). Si tal pecado cometiéramos, el castigo del Señor sería fulminante (20).”

Aplicación

La obsesión con lo material y la autosuficiencia orgullosa son también características de nuestra sociedad, y desgraciadamente en ocasiones de nuestra propia vida espiritual. Es sumamente importante recordar que todo lo que somos y tenemos viene del Señor, y responder a su bondad con la entrega de nuestras vidas en sacrificio santo.

Reflexión: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mt. 6:33).

Por : Timoteo Glasscock

Sábado 29 DE JULIO DE 2023

Un pueblo duro de cerviz

Deuteronomio 9:1-12

Por medio de Moisés, Dios recuerda a su pueblo la realidad del poderío de los pueblos cananeos, la razón por la cual el mismo Señor los va a destruir, y la rebeldía que ha marcado a Israel desde los mismos días de su salida de Egipto.

Exposición

¡Qué rebelde y perverso es el corazón humano!, ¿verdad? Moisés seguía hablándonos sin pelos en la lengua. Estábamos a punto de entrar en la Tierra Prometida, y, como habíamos comprobado anteriormente, las naciones que la ocupaban eran numerosas y ocupaban ciudades amuralladas. Sin embargo, no debíamos temerles, porque el Señor nuestro Dios nos daría la victoria. Iría delante de nosotros como fuego consumidor, y entregaría a nuestros enemigos en nuestras manos, incapaces ya de resistir nuestro avance (1-3). Esto fue lo que pasó justo después, cuando asaltamos la ciudad fortificada de Jericó, y Dios destruyó milagrosamente sus murallas.

Sin embargo, nos advirtió Moisés, no debíamos pensar que estas victorias era como un premio por nuestra fidelidad al Señor, porque ocurría todo lo contrario (4-6). Lo que provocó la destrucción de los pueblos cananeos fue su propia maldad impenitente, y no nuestra rectitud ante Dios. Desde que salimos de Egipto, y en todo el tiempo de nuestro viaje por el desierto, habíamos dado pruebas abundantes de un espíritu empedernido de rebeldía y desprecio frente a Dios (7). La muestra más indiscutible de esta realidad fue el incidente del becerro de oro en el monte de Horeb, mientras Moisés estaba en lo alto del monte recibiendo la ley directamente de Dios (8-12). Por lo tanto, la iniciativa del Señor al destruir a aquellas naciones obedecía, no a ningún mérito nuestro, sino a la maldad de los habitantes de Canaán y la fidelidad de Dios a su pacto con los patriarcas, conforme a su juramento (5).”

Aplicación

La clave de la victoria en la lucha espiritual no radica ni en los recursos naturales que nosotros tengamos, ni en nuestra pretendida espiritualidad, sino en el poder del Dios omnipotente que pelea por nosotros (Ex. 14:4).

Reflexión: “Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2 Co. 10:4).

Por : Timoteo Glasscock

Domingo 30 DE JULIO DE 2023

El intercesor

Deuteronomio 9:13-29

Profundizando en el tema del becerro de oro, Moisés recuerda como Dios amenazó con destruir al pueblo rebelde, como Israel persistía en su Infidelidad, y como él mismo había intercedido por ellos.

Exposición

Ayer os hablé de las amonestaciones contundentes que Moisés nos dirigió al hablarnos de nuestra invasión de Canaán. Para subrayar sus palabras, nos contó con detalle cómo había tenido que Interceder ante el Señor en Horeb para que no fuéramos destruidos por completo. ‘Pueblo duro de cerviz’ fueron las palabras empleadas por el Señor para describir nuestra actitud rebelde. Afirmó su intención de destruir a Israel y colocarle a Moisés como gobernador de otro pueblo, más fuerte y numeroso (13-14). Al escuchar esto, mi maestro bajó en seguida del monte (y yo con él, porque le había acompañado), para averiguar qué es lo que estaba ocurriendo. Al ver lo que había hecho Israel, fabricando un becerro como representación de su Dios, se enfadó tanto que tiró las dos tablas de la ley, que se rompieron en pedazos (15-17). Pero a pesar de su ira, se puso a clamar a Dios pidiendo que los perdonara este gran pecado, y el Señor le escuchó (18-19). Incluso tuvo que interceder a favor de su propio hermano Aarón, el sumo sacerdote, que se había prestado a dirigir aquel acto abominable (20). Rompió el becerro, lo desmenuzó y echó el polvo en un arroyo (21). “Pero esto no fue la única ocasión en que el pueblo mostró su empeño en ir contra Dios. En muchos lugares del camino hacia Canaán se produjeron incidentes semejantes de quejas, murmuraciones y actos de desobediencia (22-24). Sólo el empeño de Moisés en interceder a favor del pueblo evitó su destrucción por parte del Señor (25-29)”.

Aplicación

¡Cuánto nos enseña este pasaje sobre el espíritu de rebeldía a que anida en el corazón del hombre! ¡Y cuánto también acerca de la necesidad de orar los unos por los otros para que seamos sanados! (Stg. 5:16). Y sobre todo, ¡cuántas gracias debemos dar al Padre por Aquel que está a su diestra, intercediendo por nosotros! (Ro. 8:34).

Reflexión: “Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Jn. 2:1).

Por : Timoteo Glasscock

Lunes 31 DE JULIO DE 2023

”Y ahora, Israel...”

Deuteronomio 10:1-22

Moisés concluye su advertencia sobre el peligro de la deslealtad al Señor con una exhortación a Israel para que su relación con Dios esté marcada siempre por la fidelidad absoluta.

Exposición

Recordaréis como Moisés nos habló muy seriamente sobre la infidelidad que tantas veces marcó nuestra relación con Dios. Sobre todo, nos señaló como ejemplo el pecado del becerro de oro. Sin embargo, y a causa de la intercesión de Moisés (10), Dios quiso darnos una segunda oportunidad, y mandó a Moisés seguir adelante al frente de nuestro pueblo hacia la Tierra Prometida (11). Volvió a darnos las tablas de la ley (1-2), y dijo a Moisés que preparara un arca de madera donde guardarlas, para que acompañaran a Israel como testimonio constante a la voluntad de Dios (3-5). Nos dio además un nuevo sacerdote (6), y nombró a la tribu de Leví como responsables de cuidar del arca y llevarla en nuestros viajes (8-9). No quería que su ley faltara nunca en medio de su pueblo.

En vez de destruirnos, nuestro Dios nos dio una segunda oportunidad. Debíamos aprender bien la lección antes de entrar en Canaán, para no volver a tropezar dos veces en la misma piedra. Así, Moisés nos exhortó sobre la necesidad de cuidar nuestra relación con Dios. Debíamos temerle, andar siempre en sus caminos, amarle y servirle con todo nuestro corazón y alma, y guardar sus mandamientos (12-13). En su soberanía y su misericordia, nos eligió para ser su especial tesoro entre todas las naciones (14-15, 22). Nuestra respuesta a su gracia debía ser una dedicación plena, de corazón y no de apariencias (16), y el empeño en comportarnos hacia otros como Él se comportó con nosotros (17-19). Él, y solo Él, había de ser el objeto de nuestros deseos, de nuestra reverencia y de nuestra alabanza.”

Aplicación

En su gracia abundante, el Señor nos ha dado también una nueva oportunidad y un nuevo comienzo. “Si alguno está en Cristo, nuevo criatura es” (2 Co. 5:17). El Señor espera de nosotros la misma entrega incondicional que exigió a Israel.

Reflexión: “Cristo… por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquel que murió y resucitó por ellos” (2 Co. 5:15).

Por : Timoteo Glasscock