Devocional

Miércoles 22 DE MARZO DE 2023

Una navidad diferente

Lucas 1:26-38

El cuadro romántico que muchos tenemos acerca de la Navidad, con una virgen María en calma que recibe las buenas nuevas del anuncio del ángel como una especie de regalo y de bendición, muy poco tiene que ver con lo que nos cuenta el evangelista Lucas, donde vemos que María se sintió turbada y con mucho miedo frente a la aparición celestial.

Exposición

La sorpresa de María (vv. 26-34). María estaba comprometida (desposada) con José. En la cultura judía existía una ceremonia anterior al matrimonio, donde la pareja se comprometía delante de testigos y ambos eran considerados desde aquel momento, marido y mujer, aunque todavía no vivieran juntos hasta después de la ceremonia de boda. Este compromiso de desposorio que venía a durar un año, era tan fuerte como el compromiso del matrimonio mismo. Mateo nos narra el relato de como José decidió abandonarla en secreto en vez de acusarla, y el ángel se le apareció también a él para que no llevara a cabo su plan. (Mt. 1:18-20).

La respuesta de María (vv. 35-38). Hágase conmigo según tu palabra (v. 38). María no discute con Dios, ni mira a su alrededor exigiendo una explicación. Basta con que Dios haya hablado. Esto es suficiente para que ella obedezca. Simplemente porque Dios es Dios y su Palabra es verdad. Los mandamientos de Dios no nos han sido dados para ser discutidos, sino para ser obedecidos.

Aplicación

¿Cómo es posible que Dios hiciera depender el destino de la humanidad de la respuesta de una joven adolescente? El embarazo de María, de “padre desconocido” y en medio de una situación de “necesidad económica”, hubiera sido en nuestros días razón suficiente para recurrir al aborto. Si además decía que había concebido por intervención del Espíritu Santo, se hubiera tenido que someter a un tratamiento psiquiátrico y hubiera reforzado aún más la idea de interrumpir el embarazo. Nuestra sociedad, más necesitada de un Salvador que nunca, no hubiera permitido que ese niño naciera. Pero para Dios no hay nada imposible (v. 37), y María, cuya paternidad no había sido planificada, respondió de una manera atrevida y valiente.

Pensamiento: Si la necesidad más grande del ser humano hubiera sido la salud, Dios hubiera enviado un médico. Pero la necesidad más grande era el perdón, por eso Dios nos envió un Salvador.

Unión Bíblica “Notas Diarias” Por : Jaime Ardiaca