Devocional
Lunes 01 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Ritos o integridad
Isaías 58:1-14
Íntegro es algo completo en todas sus partes. Dios no demanda la perfección absoluta, exclusiva de él; quiere un ser humano que, en su totalidad, le ame (Dt. 6:4-7).
Exposición
Cuando Dios no escucha (vv. 1-5). El pueblo es rebelde, busca su autonomía apartándose voluntariamente del sometimiento a su Señor (v. 1). En apariencia les gusta conocerle y acercarse a él con sacrificios y oraciones, pero le acusan de hacer oídos sordos a su observancia religiosa (v. 3). En el AT solo se ordenó un ayuno (afligir el alma) en el día de la expiación (Lv. 16:29, 31), pero se proclamaba también en épocas de calamidad (Jer. 36:9) y después de la caída de Jerusalén ante Babilonia se instituyeron otros cuatro (Zac. 8:19). El propósito original de abstenerse de alimentos y bebidas era el arrepentimiento o discernir la voluntad de Dios. La denuncia por boca del profeta es que buscan sus propios intereses mientras lo hacen, se aprovechan de sus obreros, olvidan la justicia social, insultan y andan a puñetazos; se han quedado con un ritual exterior sin auténtica fe en su seno (vv. 3b-5).
Coherencia (vv. 6-14). El deseo de Yahweh es una actitud consecuente con quién es él y quiénes los suyos. Es preciso un cambio en las relaciones con el prójimo (vv. 6-12) y con Dios (vv. 13-14). Romper con la violencia verbal y física, satisfacer las necesidades de los vulnerables, traducir la justicia interior en actos externos de justicia y misericordia; todo ello traerá bendición, sanidad y restauración nacional, protección y guía, llenura profunda del alma y respuesta a las oraciones. Disfrutar el día de reposo y no sufrirlo por obligación, dedicarlo al Señor y no profanarlo a conveniencia; el resultado, gozo en el Señor y prosperidad por la recepción de las promesas hechas a Israel (Dt. 30:8-10, 19-20). No serán defraudados.
Aplicación
Ofrendar, ayunar, orar, tienen sentido si nacen de la comunión con Dios (Mt. 6:1-18). Asistir a la iglesia ayer domingo, cantar al Señor y adorarle, no es algo disgregado de nuestra vida hoy lunes. Solos o en familia, en ocio o trabajo, en ambiente agradable u hostil, el amor de Cristo y a Cristo transforme toda actitud y acción.
Oración: Quiero conducirme en mi propia casa con integridad de corazón (Sal. 101:2)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: Marisa Guardiola
Martes 02 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Dios es el mismo
Isaías 59:1-21
El Dios que abrió el Mar Rojo, tumbó los muros de Jericó o dio la victoria en cientos de batallas no ha perdido facultades ni el interés por su pueblo. Son ellos quienes insisten en alejarse (vv. 1-2).
Exposición
Un pueblo sin ánimo de cambio (vv. 3-15a). Muchos hacen hoy su lista de propósitos para el año nuevo, que apenas se cumplirán por falta de motivación. Judá lleva años oyendo a los profetas, saben por qué ha caído el reino del norte (2 R. 17:13- 20), pero son tercos y porfiados. Siguen mintiendo, asesinando, pecando contra Dios y los hombres, conscientes de lo que hacen (v. 12). Su sociedad se tambalea a causa de la injusticia, corrupción, deshonestidad, conspiraciones, inseguridad ciudadana. Viven como en la oscuridad, como ciegos o muertos sin esperanza de liberación. Isaías, aunque no es culpable, confiesa el pecado y sus consecuencias como si fuera propio (vv. 9-15a).
Un Dios dispuesto a actuar (vv. 15b-21). Dios no permanece insensible en el cielo. Ve lo mala que es la situación y que nadie es capaz de intervenir. Él mismo se viste de guerrero, en la descripción del profeta, para traer justicia y salvación y vencer a los enemigos. El Redentor ya vino una vez como ese único mediador capacitado para salvar a su pueblo de sus pecados y liberar de esclavitud (Mt. 1:21; He.2:14-16), pero este texto hace referencia a su segunda venida. Pablo cita los vv. 20-21 en Ro. 11:26-27, hablando del futuro plan de Dios para Israel. El Mesías vencedor será visto en su gloria y temido por toda la tierra y hará un nuevo pacto con los israelitas que se vuelvan a él: derramará su Espíritu y pondrá su palabra en ellos (Jer. 31:31-34, 32:40; Ez. 36:23-28; JI. 2:29).
Aplicación
Cualquier informativo en tiempos de Isaías habría generado una desazón parecida a la actual. Podemos sumarle las inseguridades del mañana. Qué gran seguridad da saber que Dios es el mismo hoy, ayer y por los siglos. Descansemos porque nuestra vida está en sus manos, pero no nos estanquemos. Mayores o jóvenes, sigamos dispuestos cada día a crecer en su conocimiento, madurar e ir cambiando a la imagen de Cristo, en el poder del Espíritu Santo.
Pensamiento: ¡Tal vez el Señor regrese o nos lleve con él este próximo año!
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: Marisa Guardiola
Miércoles 03 DE SEPTIEMBRE DE 2025
La gloria de la Ciudad Santa
Isaías 60:1-22
En estos últimos capítulos de Isaías, Dios muestra su misericordia para con su pueblo y la gloriosa restauración de la Ciudad Santa.
Exposición
La luz (vv. 1-3) ¡Qué promesa tan gloriosa! Es maravilloso leer esto. En esta parte final del libro de Isaías nos encontramos con las promesas de Dios sobre el Mesías y la restauración de su pueblo. Las naciones andarán en tinieblas, pero la luz de Dios nacerá sobre Israel (Jn. 1:9). Qué anuncio sublime de la venida del Señor Jesucristo, la Luz vino a los hombres, y fue bendición a todas las naciones pues la luz de Cristo sigue atrayendo a gentes de todo el mundo (Ap. 5:9).
Las bendiciones de Dios (vv. 4-14). Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, Yahweh no solo le liberó de la opresión de Faraón y le concedió la libertad, sino que además llenó sus manos con el oro de los egipcios (Ex. 3:22). Ahora Isaías describe una nueva restauración, pero de dimensiones cósmicas. Todas las naciones bendicen a Israel. Todas las naciones sirven a Israel. Todas las naciones, del este y del oeste, traen sus riquezas y Dios multiplica el estado de su pueblo como multiplicó el estado de Job después de un tiempo de prueba (Job 42:10). Todos los enemigos de Israel serán vencidos, serán postrados en tierra (v.14) y reconocerán la gloria de la Ciudad Santa.
Una ciudad Eterna (vv. 15-22). Hasta cierto punto podemos ver estas promesas cumplidas en el pueblo de Israel, pero de forma muy limitada, muy imperfecta. De forma tenue, como quien ve su reflejo en el agua turbia, los modelos terrenales son anticipos de los celestiales. Isaías continúa con una descripción aún más gloriosa de lo que cabe imaginar. La Jerusalén terrena tan solo es una sombra de la Jerusalén celestial (Heb. 8:5). La Ciudad Santa será una ciudad eterna, cuyo gozo será por siempre (v. 15). Una ciudad donde nunca más se oirá violencia (v. 16). Una ciudad donde ya no habrá sol, porque la gloría de Yahweh será por luz perpetua (vv. 19-20).
Aplicación
El lenguaje usado por Isaías es el mismo que Juan usa en Apocalipsis cuando describe la Jerusalén celestial (Ap. 21:23 y 22:5). Esperamos y añoramos esa restitución gloriosa descrita por Isaías y por Juan. Anhelamos entrar por las puertas de perla de una ciudad donde ya no habrá llanto ni dolor.
Oración: Maranatha. Si; ven, Señor Jesús. (Ap. 22:20)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: David Barceló
Jueves 04 DE SEPTIEMBRE DE 2025
El Renuevo de Israel
Isaías 61:1-11
La restauración de Israel viene de mano del Mesías, el ungido de Yahweh, en cuya mano está consolar a los afligidos y edificar la ciudad de Dios.
Exposición
El Espíritu de Yahweh está sobre mi (vv. 1-3). Sin duda, el mejor intérprete de este pasaje es el Señor Jesucristo. En Lucas 4:17-21 Jesús lee estos versos y dice Hoy se ha cumplido esta escritura delante de vosotros. Cristo proclamó una época de gracia abundante, el año de la buena voluntad de Yahweh, esa buena voluntad que los ángeles anunciaban (Lc. 2:14). Es curioso observar que junto a la buena voluntad de Yahweh, Isaías añade y el día de venganza del Dios nuestro (v. 2). En efecto, el consuelo de los suyos y el castigo de sus enemigos van de la mano, Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan (2 Ts. 1:6).
Un pacto perpetuo (vv. 4-9). Cuando una ciudad era abandona-da, ya no tenía esperanza alguna de ser reedificada. Sus ruinas se deterioraban cada vez más con el paso del tiempo. Sin embargo, Dios anuncia una restauración gloriosa para su pueblo. Aún las ruinas más antiguas serán reedificadas (v. 4). En esta restauración, los pueblos extranjeros no serán enemigos, sino colaboradores y amigos que cuidarán del ganado y los campos (v. 5). El pueblo de Dios será un pueblo de sacerdotes, un pueblo donde more la justicia, un pueblo con el cual Dios hará un pacto perpetuo.
¡En gran manera me gozaré! (vv. 10-11). El gozo de Isaías es muy grande. Ya ve la salvación de Dios consumada. Salvación, justicia, bendición, y a su pueblo vestido como una novia ataviada para la boda (Ef. 5:25-27). Que hermosa visión de la salvación en Cristo. El Señor vino a anunciar las buenas nuevas, a edificar su Iglesia de la cual somos piedras vivas (1 P. 2:5), pues aun siendo gentiles venimos a ser parte del pueblo de Dios y una nación de sacerdotes (Gá. 3:7).
Aplicación
Demos gracias a Dios porque, en verdad, el pacto que ha hecho con nosotros es perpetuo e indestructible. Gracias a Dios que a pesar de nuestra transgresión, Él quiso que la tierra muerta produjera un renuevo (v. 11); (Gn. 1:12; Is. 4:1; Dn. 11:7; Zac. 6:12) Cristo Jesús.
Reflexión: Así ha hablado Yahweh de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Yahweh. (Zacarías 6:12)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: David Barceló
Viernes 05 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Ciudad Deseada
Isaías 62:1 -12
Este capítulo describe la Jerusalén que Dios desea, y la que Dios va a hacer que sea, una ciudad hermosa y deseada por las naciones.
Exposición
Por amor de Sión no callaré (vv. 1-5). En estos primeros versos el profeta expresa su deseo de proclamar la justicia de Dios, hasta que Sion sea reivindicada. Jerusalén ha de brillar como una antorcha, y recibirá un nombre nuevo de parte de Dios. Hefzi-bá significa «mi deleite está en ella», y Beula significa «desposada» (v. 4). Dios encontrará gran alegría en su ciudad santa, engalanada para Él como una novia el día de su boda (v. 5).
Dios ha puesto guardas (vv. 6-9). Sin duda, esta es la ciudad santa que Juan vio descender del cielo, la nueva Jerusalén, dispuesta como una esposa ataviada para su marido (Ap. 21:2). Sobre las murallas de su Iglesia, Dios mismo ha puesto guardas que velan por su bien sin descanso. Aquí pudiera referirse a los ángeles del Señor, pero lo que sí es cierto es que se refiere a los pastores que protegen el pueblo del Señor de los ataques del enemigo. Hay un trigo y hay un vino que es solo para los ciudadanos de la ciudad santa, un pan y un vino que no pertenece a los enemigos de Dios, sino a los que sirven fielmente al Rey (Mt. 26:26-29).
¡Allanad la calzada! (vv. 10-12). Preparemos el camino al Señor. Así como Juan el Bautista fue una voz que clamaba en el desierto para preparar el camino a Yahweh, nosotros tenemos el deber de publicar la gran obra de salvación del Señor (Is. 40:3; Mt. 3:3). Hemos de anunciar hasta lo último de la tierra que viene el Salvador (Ro. 10:15). Aquellos que son redimidos por Cristo, reciben títulos hermosos que expresan nuestra nueva identidad y expresan la asombrosa obra de gracia que Dios ha realizado en nosotros: pueblo santo, redimidos de Yahweh, ciudad deseada…
Aplicación
Qué inmensa la gracia de Dios, que siendo enemigos suyos, fuimos hechos aceptos en el amado (Ef. 1:6), y piedras vivas en su ciudad santa (Ef. 2:19-22).
Reflexión: Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1 P 2:9)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: David Barceló
Sábado 06 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Redentor perpetuo
Isaías 63:1-19
Ante la opresión de los enemigos de Israel, el pueblo del Señor debe mirar a Dios, nuestro eterno padre y nuestro redentor perpetuo.
Exposición
Vestidos rojos (vv. 1-6). El amor de Dios por su pueblo es expresado ahora en términos de protección y venganza. Edom era un gran enemigo de Israel, y Bosra la principal ciudad de Edom. De allí viene uno con sus vestidos manchados de sangre como un guerrero que regresa de la batalla. Al preguntarle cómo es que sus vestidos son rojos, el Vengador de Israel responde que están rojos por la sangre de sus enemigos, que fueron aplastados con su ira. Como si se tratara de los racimos en el lagar, Dios aplasta a sus enemigos, y lo hace Él solo, sin ayuda alguna (v. 5).
La bondad del Señor (vv. 7-14). El Señor defiende a los suyos, porque es misericordioso y paciente. Los siguientes versículos explican la razón de su bondad para con su pueblo De las misericordias de Yahweh haré memoria…. Qué pronto nos olvidamos de la bondad del Señor y venimos a él con reproches y peticiones. Miremos atrás. Él es el que libró a su pueblo de Egipto, les hizo pasar el Mar Rojo en seco, les guió por mano de Moisés… Dios cuidó a su pueblo para hacerse un nombre glorioso (v. 14). Sí, a veces pensamos demasiado en nosotros mismos, pero Dios encuentra la razón de su bondad en sí mismo, y nos guía por sendas de justicia por amor de su nombre (Sal. 23:4). Nuestro
Padre celestial (vv. 15-19). Si Dios es el vengador de Israel, que él solo vence a todos sus enemigos, y Dios es el cuidador de Israel que le sacó de la esclavitud de Egipto, ¿Qué hará el todopoderoso ahora con su pueblo? El profeta en estos últimos versículos del capítulo 63 suplica la misericordia de Yahweh. Dios es el padre celestial. Abraham no nos conoce, e Israel tampoco, pero Dios es el verdadero padre de los suyos, que nos conoce perfectamente, nuestro redentor perpetuo (v. 16).
Aplicación
¿Dónde pones los ojos en momentos de angustia? ¿Corre tu corazón tras los ídolos de este mundo? Mira al Señor, tu redentor, tu salvador, tu vengador. Él solo puede vencer a tus enemigos y consolar tus tristezas. Él solo lo hará, y ya en esta vida gustamos ya de ese consuelo perfecto de la vida venidera (Is. 25:8).
Reflexión: Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos. (Apocalipsis 21:4)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: David Barceló
Domingo 07 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Tú nos formaste, Señor
Isaías 64:1-11
En el capítulo 64 el profeta sigue clamando por la misericordia del Señor, a la vez que confiesa el pecado del pueblo y suplica el perdón de Yahweh.
Exposición
Tú eres Poderoso (vv. 1-4). El profeta confía plenamente en el poder de Dios para hacer prodigios. Dios lo ha demostrado muchas veces a lo largo de la historia de la redención. Dios es capaz de hacer cosas que ojo nunca vio ni oído oyó. Ante su presencia los montes se funden y las naciones tiemblan. Dios es EI-Shaddai, el todopoderoso, ¿por qué no iba a interceder ahora por su pueblo? ¿Por qué no socorre a Israel y restaura a Sion?
Nuestro Pecado es grande (vv. 5-7). Isaías sabe muy bien la razón, y confiesa el pecado de Israel. Dios sale al encuentro del que hace justicia y del que se acuerda de los caminos del Señor, ¿pero qué va a hacer con nosotros, que somos pecadores? ¿Podremos acaso ser salvos? (v. 5). La descripción del pecado es muy gráfica. Caímos al suelo como una hoja seca, y el viento de nuestra maldad nos llevó. Lo más justo de nosotros, es como un trapo sucio ante los ojos del Señor (v. 6). Por eso el Señor esconde su rostro de nosotros, porque somos pecadores, y Él es tres veces Santo. No merecemos su favor.
¿Callarás Señor? (vv. 8-12). Pero de nuevo el profeta clama a Dios. Sabe que Él es el todopoderoso, y también el todo bondadoso. Reconoce la realidad de nuestro pecado, pero clama por su piedad. Pide al Señor que no abandone a los suyos, porque son la obra de sus manos. Si Dios ha hecho con nosotros todo lo que ha hecho, ¿ahora te estarás quieto, Señor? ¿Callarás? ¿Abandonarás la obra de tus manos?
Aplicación
Gracias damos a Dios al saber que la obra que Él empezó la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Fil. 1:6). Dios no abandona lo que empezó, y al ver su obra en nosotros tenemos una gran confianza en que restaurará a su pueblo. Como dice el v. 5, Yahweh sale al encuentro del que hace justicia… y este no somos nosotros, sino que es Cristo Jesús. Cristo es recibido por el Padre, amado por el Padre, vengado por el Padre, y en Cristo nosotros somos más que vencedores (Ro. 8:37).
Oración: ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, Que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! (Salmo 31:19)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: David Barceló
Lunes 08 DE SEPTIEMBRE DE 2025
A sus siervos llamará por otro nombre
Isaías 65:1-16
El Señor expresa el castigo que merece la desobediencia de Israel, y a su vez la misericordia y bendición que verán sus siervos verdaderos.
Exposición
Mi pueblo me provoca (vv. 1-7). El pueblo de Israel de continuo provocaba la ira del Señor. Conocía la ley del Señor y su santidad, y sin embargo quebrantó la ley por completo. El v. 3 hace referencia a los sacrificios de los cultos cananeos. El v. 4 resalta el pecado de nigromancia, y el hecho de comer animales inmundos. Por todo ello, el pueblo de Israel merece el justo juicio de Dios y el furor de su ira. Así como el labrador toma los pámpanos en su mano y echa al fuego los que no dan fruto, el Señor quiere purificar a su pueblo y hacerlo santo.
No lo destruiré todo (vv. 8-12). Pero el Señor no desechará a Israel por completo. Si en una vid mala, hubiera racimos buenos, aún serían útiles para obtener mosto. Del mismo modo, en Israel hay verdaderos creyentes que serán restaurados (vv. 8-10). Dice el Señor, así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo. Sin embargo, aquellos siervos infieles, que siguieron lo que desagrada al Señor, serán echados de su presencia (vv. 11-12).
Mis siervos (vv. 13-16). Unos serán saciados y otros tendrán hambre. Unos se alegrarán y otros serán avergonzados. El Señor hace una distinción entre «vosotros», sobre los que cae su des-contento, y «mis siervos». Los siervos del Señor son un remanente dentro de Israel, pero a estos siervos fieles se añaden ovejas de otro rebaño (Jn. 10:16), los gentiles creyentes. Nosotros, los gentiles, somos de aquellos que no preguntábamos por el Señor ni invocábamos su nombre (v. 1) y sin embargo estamos a su ser-vicio. Unas ramas del olivo fueron cortadas, y otras ramas fueron injertadas (Ro. 11), y ahora por la misericordia del Señor nosotros que hemos sido injertados también formamos parte del olivo. Somos Israel, porque aquellos que son de la fe de Abraham, son hijos de Abraham (Gá. 3:7).
Aplicación
En verdad el Señor a sus siervos llamará por otro nombre (v. 15). En Antioquía por primera vez fueron llamados cristianos (Hch. 1126), y por su infinita gracia hemos sido adoptados a esta nación santa para andar en sus estatutos y hacer lo recto ante sus ojos.
Oración: Gracias Señor, por haberme hecho formar parte de tu pueblo amado, porque siendo enemigo tuyo, tú me has adoptado a tu familia.
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: David Barceló
Martes 09 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Una nueva Creación
Isaías 65:17-25
La promesa del Señor de una nueva creación es de aliento para el creyente que prosigue adelante a pesar de las luchas cotidianas.
Exposición
Me gozaré con mi pueblo (vv. 17-19). El Señor promete una nueva creación, tan sublime que todo lo anterior no vendrá más a la memoria. El Señor traerá gozo a su pueblo y gran alegría, al contemplar la nueva creación obra de sus manos. En Jerusalén no se oirá nunca más voz de lloro, ni voz de clamor (v. 19), lo cual nos recuerda a la Jerusalén celestial descrita en Apocalipsis 21:4: ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Cien años (v. 20). La imagen que tenemos delante es muy poderosa. Isaías describe un mundo privado de las frustraciones y dolores cotidianos. La nueva creación es como volver al Edén. El v. 20 describe la longevidad de niños y mayores. Si bien en la Jerusalén celestial ya no habrá muerte ni llanto ni dolor, esta referencia a la muerte apunta a la realidad presente de la nueva creación. La bondad y paciencia del Señor es una realidad aun con los pecadores, a los que les es concedido vivir cien años a pesar de su maldad. Es también evidencia de su gracia que Dios sea paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 P. 3:9).
Hoy y siempre (vv. 21-25). La nueva Creación empezó cuando la luz vino al mundo (Jn. 1), y Dios la hizo resplandecer en nosotros (2 Co. 4:6). Su Iglesia es su nueva creación, una creación empezada en el segundo Adán del cual tenemos vida todos los que somos de Cristo (1 Co. 15:45). La Iglesia es por tanto ya un anticipo de la Ciudad Santa, donde gustamos las realidades eternas descritas por Isaías. Nos espera una morada celestial (v. 22), y un trabajo precioso en servicio a Dios para siempre (v. 23). Nos espera una inexplicable intimidad y cercanía con el Señor (v. 24), y una armonía difícil de comprender (v. 25). La serpiente será totalmente derrotada, y ya no habrá dolor en la ciudad del Señor (v. 25).
Aplicación
Miremos con anhelo hacía la Ciudad Eterna. Con tan solo pensar en ella y en la victoria del Cordero sobre el pecado, cobramos aliento para seguir caminando.
Reflexión: Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eternal. (1 Tim. 6:12)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: David Barceló
Miércoles 10 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Los fieles de Yahweh
Isaías 66:1-17
Dios no habita en templo hecho por manos humanas. Si Él hizo todas las cosas, ¿Dónde estará su habitación?
Exposición
Escogieron lo que me desagrada (vv. 1-4). Dios se deleita en habitar en el corazón contrito y humilde, se deleita en el culto verdadero, y no en los sacrificios de los que escogen sus propios caminos (v. 3), tan desagradables como los sacrificios inmundos. El templo era idolatrado por los judíos, pero pronto habría de ser desolado. Cuando Esteban cita el v. 1 de este capítulo (Hch. 7:48-49), pronto los romanos habrían de destruir el templo. Pero el verdadero templo de Dios es su iglesia, creada por Él. La verdadera Iglesia no se ve en las obras religiosas, sino en la actitud humilde. Como Samuel dijera a Saúl, Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios (1 S. 15:22).
Gran Consuelo (vv. 5-13). Entonces las palabras del Señor se dirigen a los que son humildes ante el Señor, a los que tiemblan ante su palabra. Éstos, los creyentes de verdad, reciben la persecución y el rechazo de sus hermanos «en nombre de Yahweh». Así ha sido a lo largo de los siglos. Los cristianos fueron expulsados de las sinagogas, los cristianos fueron quemados por la Inquisición, y aún hoy los verdaderos creyentes son expulsados de las iglesias de Diótrefes por ser fieles a la Palabra del Señor (3 Jn. 1:9-10). Pero la salvación de su pueblo vendrá pronto. Como si un hijo naciera sin dolores de parto, así será la salvación del Señor, repentina y gozosa. Israel será liberado de Babilonia de esta manera, como lo fue de Egipto, pero también su Iglesia será liberada así para empezar una nueva época en la que Yahweh consolará los suyos como una madre a su pequeño sentado sobre sus rodillas.
La ira del Señor (vv. 14-17). Escribe Matthew Henry «Estos versículos, como la columna de nube y fuego, tienen un lado oscuro para los enemigos del reino de Dios y todos los que son rebeldes contra su corona, y un lado brillante para sus fieles súbditos». El Señor vencerá de forma terrible a sus enemigos, y así mismo purificará a su pueblo para su servicio.
Aplicación
Querido hermano, en medio de la aflicción, busca en Dios tu consuelo perfecto, busca la santidad de corazón, y espera con anhelo el Día del Señor.
Oración: Señor, dame oídos atentos para oír tu voz, para escuchar tu voz, y para obedecer tu voz.
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: David Barceló
Jueves 11 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Publicarán mi gloria
Isaías 66:18-24
El profeta mira, al final de sus palabras, tan lejos como puede, al día final de la victoria de Cristo y a los días de la eternidad.
Exposición
Pondré entre ellos señal (vv. 18-19). Estas palabras del profeta Isaías encuentran su perfecto cumplimiento en Pentecostés, cuando gentes de toda lengua y nación reciben el mensaje del Evangelio y pregonan las maravillas de Dios (Hch. 2). El Espíritu Santo descendió como señal sobre las frentes de los hijos de Dios (Ez. 9:4; Ap. 7:3), con Él fuimos sellados como propiedad del Señor (Ef. 4:30) para ser enviados a todas las naciones que aún no han escuchado de su gloria y su poder (Mc. 16:15).
De todas las naciones (vv. 20-21). La gloria de Dios está siendo predicada entre las naciones, y de entre todas las naciones están viniendo más hermanos nuestros a adorar al Señor. Que hermosa descripción de la inclusión de los gentiles en el Pueblo Santo. Nuestros hermanos de lejos vendrán por varios medios, ya sea en asno, caballo, literas o carros. Diferentes medios; pero un mismo destino. Así como todos nosotros venimos a Cristo de diferentes maneras y Dios usa diferentes instrumentos, pero nos encontramos todos en un mismo lugar, a los pies de la cruz. Los creyentes serán traídos por ofrenda a Yahweh (v. 20). No es que traigan ofrendas en sus manos, sino que ellos mismos son la ofrenda. Somos sacrificio vivo para nuestro Dios (Ro. 12:1).
Para siempre (vv. 22-24). Así como los cielos nuevos y tierra nueva serán para siempre (2 P. 3:13), el pueblo del Señor permanecerá también para siempre, porque en Cristo todas las cosas son hechas nuevas (2 Co. 5:17). En su Iglesia, el nombre del Señor permanecerá para siempre, y el nombre de los suyos también. Mientras la tierra permanezca y salga el sol, habrá cristianos que sirvan al Señor en un culto perpetuo, porque todos ellos son «real sacerdocio» a su servicio para siempre (1 P. 2:9). El gozo de los creyentes es mayor al cobrar conciencia de la calamidad de la que el Señor nos libra (v. 24).
Aplicación
Qué gozo tan grande el del creyente, al saber que pertenece a un Reino indestructible, creado por Dios para buenas obras (Ef. 2:10), y para anunciar su gloria.
Reflexión: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones. (Mateo 28.19)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: David Barceló
Viernes 12 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Llamado a predicar
Jeremías 1:1-19
¿Quién autorizó a Jeremías a predicar en nombre de Dios? Ante los profetas y predicadores, siempre debemos preguntarnos: ¿traen un mensaje de parte de Dios, o son solo palabras humanas que transmiten? Jeremías quiere esclarecer las razones por las cuales se atrevió a predicar a su pueblo.
Exposición
El contexto de su ministerio (vv. 1-3). El profeta comienza la redacción de sus predicaciones hablando de su identidad, su conexión con una familia sacerdotal del pueblo de Anatot, su llamamiento de parte del Señor, y las cuatro décadas durante las cuales ejerció su ministerio profético, justo antes del exilio de Judá en Babilonia.
La comisión y la capacitación de Jeremías (vv. 4-10). El mensaje inicial de Dios al profeta recalcó como le había preparado para su misión incluso desde antes de su concepción y nacimiento (vv. 4-5). Asustado por las implicaciones de aquella vocación. Jeremías confesó sentirse incapaz para realizarla (v. 6). pero el Señor le respondió que la fuerza necesaria no dependía de Jeremías, sino que sería su poder que le fortalecería, dirigiendo tanto sus acciones como sus palabras (vv. 7-8). Tocando la boca de su siervo, el Señor le capacitó con una autoridad innegable para actuar entre naciones y reinos, tanto para derribar y destruir como para edificar y renovar (vv. 9-10).
El contenido de su mensaje (vv. 11-19). Las visiones de la vara del almendro y de la olla hirviendo subrayan estos dos aspectos de su ministerio. El almendro habla del inicio de la primavera y el cumplimiento de las promesas de renovación: la olla, del juicio contra Israel, por causa de su rebeldía, maldad e idolatría, y por medio de la invasión enemiga (vv. 11-16). Predicar semejante mensaje provocaría una reacción furiosa en contra, pero Jeremías no debía temer: Dios le afirmaría en todo momento, y sus enemigos no le vencerían (vv. 17-19).
Aplicación
Sea cual sea la misión que el Señor nos confía, y sea cual sea la oposición que podamos encontrar, podemos tener la plena confianza de que Él estará a nuestro lado para fortalecernos y afirmarnos, capacitándonos para cumplir su voluntad.
Reflexión: …de manera que decimos confiadamente: el Señor es el que me ayuda, no temeré… (He. 13:6)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: Timoteo Glasscock
Sábado 13 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Alejados del Señor
Jeremías 2:1-19
Mandado por el Señor, Jeremías comienza su ministerio profético denunciando la infidelidad del pueblo de Dios, mostrado tanto en sus amoríos con los dioses paganos. como en sus flirteos con los grandes imperios, en busca de la seguridad.
Exposición
Una relación amorosa (vv. 1-3). El mensaje que Dios le ha entregado al profeta, tanto para la ciudad de Jerusalén (v. 2) como para todo el pueblo de Israel (v. 4), comenzaba recordando los prime-ros años del «matrimonio» de Dios con Israel después de la liberación de Egipto, años marcados por un enamoramiento evidente. Poco tiempo duraron aquellos sentimientos.
Un reproche merecido (vv. 4-13). Pronto vino el alejamiento y el abandono, la entrega a los falsos dioses de los pueblos cana-neos. ¿Qué fue lo que motivó aquel distanciamiento infiel? ¿Había alguna evidencia de injusticia o maltrato en la relación entre Dios y su pueblo? ¿Algún reconocimiento de la fidelidad bondadosa de Dios a lo largo de los muchos años pasados en el desierto? ¿Alguna razón por acusar a Dios de no haber cumplido fielmente sus promesas? Pero Israel le dio la espalda al Señor y se arrima-ron a los baales (vv. 4-8). Ninguna otra nación había hecho algo semejante (vv. 9-11). Fue un paso en falso, abandonando al que era manantial de aguas vivas para arrimarse a cisternas rotas y vacías, incapaces de saciar la sed (vv. 12-13).
El resultado funesto (vv. 14-19). Abandonar al Dios vivo y verdadero solo había abierto la puerta a incursiones enemigas devastadoras. Las maniobras de la nación para evitar nuevas invasiones, buscando hacer alianzas con Egipto o Asiria, eran inútiles. Nada los salvaría de los ejércitos de Babilonia, enviados por Dios para castigar su infidelidad.
Aplicación
Reconoce, pues, y ve que es malo y amargo el dejar al Señor tu Dios, y no tener temor de mí, declara el Señor, Yahweh de los ejércitos (2:19). Este principio espiritual es tan válido para nosotros hoy como lo fue para Judá en los tiempos de Jeremías. Amar al Señor es fuente de bendición; abandonarle solo trae amargura.
Reflexión: Demostremos gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia. (He. 12:28)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: Timoteo Glasscock
Domingo 14 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Tres errores crasos
Jeremías 2:20-37
El matrimonio de Dios con Israel, que tan bien había comenzado (2:1-3), se venía deteriorando desde hacia mucho tiempo, a causa de la infidelidad de la nación (2:4-19). ¿Había alguna forma de impedir una ruptura total? En primer lugar, era imprescindible que Israel reconociera hasta qué punto habla ofendido a Dios.
Exposición
La deslealtad (vv. 20-28). Israel había dado la espalda a Dios desde hacía mucho tiempo, dedicándose a la adoración de los falsos dioses, con el comportamiento inmoral (la prostitución «sagrada») que la acompañaba. Su infidelidad queda claramente señalada a través de una catarata de figuras que la ilustran gráficamente: el cautivo que rompe sus ligaduras (Israel consideraba que su matrimonio con Dios era una esclavitud, v. 20); la vid escogida que produce fruto incomestible (v. 21); la mancha que ningún habón es capaz de quitar (v. 22); la camella o el asna montés en celo, imposibles de domar (vv. 23-24); la sed que debía saciarse como sea (v. 25); o el ladrón descubierto con las manos en la masa (v. 26). La proliferación de prácticas idólatras afectaba a toda la nación, incluyendo a sus máximas autoridades (reyes y príncipes, sacerdotes y profetas, vv. 26-28).
El desprecio (vv. 29-35). Detrás de aquellas prácticas había una actitud de rebeldía empedernida, que ni la disciplina de Dios ni sus mimos habían quebrantado (vv. 29-32). A la idolatría y la inmoralidad había que añadir la injusticia y el derramamiento de la sangre de los pobres inocentes (vv. 33-34), aunque en aquellos corazones endurecidos no había la más mínima intención de reconocer aquellas perversidades (v. 35).
La desconfianza (vv. 36-37). Para colmo, más que confiar en el Señor en momentos de grave amenaza, buscaron el apoyo de Egipto o Asiria, como si los grandes imperios fueran más poderosos y más capaces de proporcionar seguridad que el soberano Dios.
Aplicación
¿Cómo vemos a nuestro Dios? ¿Creemos que es menos poderoso que las grandes potencias seculares? ¿Qué sus juicios no se van a producir? ¿Qué podemos flirtear descaradamente con los ídolos de nuestro tiempo? Dios nos pide la lealtad absoluta en nuestra relación con Él.
Reflexión: Porque nuestro Dios es fuego consumidor (He. 12:29)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: Timoteo Glasscock
Lunes 15 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Israel la infiel y Judá la perversa
Jeremías 3:1-13
Durante el reinado de Roboam, nieto del rey David, la nación de Israel se había dividido en dos partes. Las diez tribus que constituyeron el reino del norte retuvieron el nombre de Israel. Las dos tribus que quedaron en el sur y siguieron leales a la dinastía de David, se conocieron por el nombre de la tribu más numerosa, Judá. Israel pronto cayó en la idolatría más descarada, y como consecuencia sucumbió ante la invasión de Asiria, experimentando la amargura del exilio. Su suerte funesta dio la oportunidad a Judá de aprender una lección importante, pero no la quiso asumir. Prefirió seguir en la senda de la nación hermana, volcándose en la adoración de los dioses cananeos.
Exposición
Judá, la esposa infiel (vv. 1-5). El profeta emplea la ilustración de la ley del divorcio. Según la legislación de Moisés, un hombre no podía retomar a su mujer después de divorciarla, y cuando ella se había casado con otro hombre. Sería tratarla como un objeto para tomar y tirar a su antojo. Judá, sin embargo, había abandonado a Dios, para luego querer volver con Él cuando le diera la gana, como si no hubiera pasado nada, y sin ninguna intención de arrepentirse y confesar su pecado. Dios no estaba dispuesto a entrar en aquel juego.
Judá, la nación insensata (vv. 6-13). Israel había empleado la misma táctica, pero se encontró con que Dios había hecho la separación oficial, dándola carta de divorcio y entregándola al asirio. A pesar de aquella lección gráfica, Judá siguió el mismo camino idólatra e infiel que su hermana, sin temer la disciplina del Señor. El aparente arrepentimiento de la nación en los días de la reforma impulsada por el rey Josías no era más que un paripé. Dios exigía un reconocimiento sincero de su maldad y su rebelión para poderla recibir.
Aplicación
Ser cristiano no es un juego. Supone una relación con Dios y con su Hijo Jesucristo que el Señor toma muy en serio. Es trágico cuando enfocamos esta relación de manera liviana y superficial. Dios no está dispuesto a tolerar semejante conducta. Para Él, es todo o nada.
Reflexión: ¿Y por qué me llamáis: ‘Señor, Señor’, y no hacéis lo que yo digo? (Lc. 6:46)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: Timoteo Glasscock
Martes 16 DE SEPTIEMBRE DE 2025
El camino único
Jeremías 3:14-25
Si Dios en su misericordia ha ofrecido a la infiel Israel la oportunidad de volver a casa mediante un arrepentimiento sincero y genuino (3:12-13), está dispuesto a incluir a Judá dentro de fa misma promesa (v. 18), pero el empeño de Judá en seguir un camino equivocado hace que esto solo ocurrirá después de la amarga experiencia del exilio.
Exposición
La promesa de restauración (vv. 14-18). El llamamiento a volver va seguido por una descripción de lo que Dios está dispuesto a hacer por los que toman este camino de retorno. El Señor promete reconstituir a la nación (v. 14), bendecirla con pastores que la cuidarán con sabiduría e inteligencia (v. 15), hacerla regocijar con tal cantidad de bendiciones que se olvidará de volver la vista hacia atrás y lamentar lo que ha perdido (v. 16), convertir a Jerusalén en un punto de encuentro para todas las naciones, venidas para adorar ante el trono de Yahweh (v. 17), y unir nuevamente a las dos partes del antiguo Israel en una sola nación (v. 18).
El proceder de Israel (vv. 19-20). ¿Podría haber una invitación con mayor gracia, o unas promesas más espectaculares? El Señor anhelaba renovar la antigua relación. Sin embargo, la perfidia de Israel no permitía que aquella visión gloriosa se cumpliera de inmediato.
La pauta para la reconciliación (vv. 21-25). Aquellas promesas solo podrían cumplirse cuando el pueblo rebelde estuviera dispuesto a tomar pasos concretos y sinceros de arrepentimiento y confesión del pecado. Sin lágrimas y súplicas genuinas (v. 21), palabras de humildad y sumisión (v. 22), la admisión de los errores del pasado (v. 23), y el reconocimiento franco y avergonzado de su rebeldía (vv. 24-25), la reconciliación sería imposible.
Aplicación
El pecado es la barrera permanente que impide una relación correcta con Dios y el pleno disfrute de sus bendiciones. El camino de retorno sigue siendo igual después de tantos siglos.
Reflexión: Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonamos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. (1 Jn. 1:8-9)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: Timoteo Glasscock
Miércoles 17 DE SEPTIEMBRE DE 2025
¡Estamos perdidos!
Jeremías 4:1-18
El mensaje de Dios para Judá era claro: el empeño en rebelarse contra Dios llevaba a la nación inexorablemente hacia el castigo, y éste tomaría la forma de una invasión devastadora por enemigos provenientes del norte. ¿Había alguna manera de eludir esta catástrofe?
Exposición
La invitación (vv. 1-4). El único camino de evitar el juicio divino consistía en un arrepentimiento sincero. Esto no podía hacerse de cualquier manera: debía ser un retorno personal a Dios, firme y comprometido, acompañado por un rechazo absoluto de las abominaciones de la idolatría y marcado por un comportamiento justo y recto. Cumplidas estas condiciones, Judá podría realizar su misión de ser fuente de bendición a las naciones como mediadora entre ellas y el Dios verdadero. Semejante cosecha solo vendría, sin embargo, no mediante cambios superficiales y externos, sino a través de una limpieza profunda del corazón.
La invasión (vv. 5-13). La alternativa era terrorífica. Babilonia, el león salvaje, el destructor de las naciones, irrumpiría en Palestina para convertir la tierra en desolación. Las ciudades fortificadas de Judá serían incapaces de garantizar la seguridad de los refugiados; quedarían devastadas y despobladas, a la merced del enemigo, sin que los dirigentes políticos y espirituales pudieran hacer nada para evitarlo. Como un viento huracanado enviado por Dios, el ejército babilónico arrasaría con todo, y la Única respuesta sería un grito de desesperación: «¡Ay de nosotros, porque estamos perdidos!»
La iniquidad y sus consecuencias (vv. 14-18). ¿Qué era lo que provocaría semejante desastre? El profeta lo tenia claro: los pensamientos perversos (v. 14) y las acciones malvadas (v. 18) de la nación harían inevitable la invasión enemiga y la pérdida amarga de toda esperanza.
Aplicación
Coquetear con el pecado, sea cual sea la forma que tome, es una actividad muy peligrosa, que trae consecuencias muy negativas. Ser salvos de sus resultados funestos exige una limpieza profunda del corazón, y una actitud firme de rechazo ante su seducción.
Reflexión: Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros… (Col. 3:5)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: Timoteo Glasscock
Jueves 18 DE SEPTIEMBRE DE 2025
Escenas terribles
Jeremías 4:19-31
La única forma de evitar el desastre era sacudir a Judá fuertemente para que por fin buscara arrepentido al Señor. Jeremías no ahorra las descripciones dramáticas para intentar hacer reaccionar a los judíos, quienes sin embargo seguían impasibles en su comportamiento inicuo.
Exposición
La desesperación (vv. 19-22). El lenguaje extraordinariamente vívido del profeta nos ayuda a ponernos en el lugar de los habitantes de Jerusalén. Por dentro, angustia y temor, ante los ruidos constantes de la guerra (v. 19). Por fuera, la llegada incesante de noticias de desastres desde los campos de batalla y las ciudades fortificadas (v. 20). No había fin a las calamidades que, a fin de cuentas, habían traído sobre sí mismos (vv. 21-22).
La desolación (vv. 23-26). Dondequiera que se mirara, el resultado era igual. Tanto en la tierra como en los cielos, en los montes y las colinas, en las zonas rurales y en las urbanas, no había rastro ni de hombres ni de animales. La devastación y la despoblación parecían no tener límites, y todo ello era evidencia de la ira ardiente del Señor.
La determinación (vv. 27-28). Detrás de la máquina militar invencible de Babilonia estaba la mano de Dios, y su determinación de castigar la prolongada y descarada maldad de su pueblo. La decisión se había tomado, y era irrevocable: Judá dejaría de existir como nación independiente, y su pueblo sería llevado lejos al exilio. Pero la destrucción no sería total. Dios tenía todavía planes de bien para su pueblo.
El desprecio (vv. 29-31). Al escuchar de cerca los ruidos de la batalla, los habitantes de Jerusalén huirían despavoridos a los bosques y las montañas. Cualquier intento de congraciarse con el enemigo sería en vano. Solo se escucharía el grito de la hija de Sión: ¡Ay ahora de mi, porque desfallezco ante los asesinos!
Aplicación
La necedad y la torpeza consisten en no molestarse por conocer a Dios (v. 22). Los puntos de apoyo humanos en que descansamos son frágiles y traicioneros. Solo en Dios hay refugio y seguridad.
Reflexión: Así dice el Señor: No se gloría el sabio de su sabiduría, ni se gloría el poderoso de su poder, ni el rico se gloríe de su riqueza; mas el que se gloríe, gloríese de esto: de que me entiende y me conoce. (Jer. 9:23-24)
Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: Timoteo Glasscock