Devocional hoy

Viernes 28 DE MARZO DE 2025

¿Quién gana?

Proverbios 10:1-16

La estructura del libro cambia y ahora, a partir del capítulo 10 al 24, en lugar de encontrar amplios discursos, encontraremos breves dichos o proverbios que abarcan una diversidad de temáticas. En la lectura de hoy, vemos el triple resultado del estilo de vida practicado por el justo que contrasta con el resultado cosechado por el malvado:

Exposición
El esfuerzo del justo es recompensado por Dios
(vv. 1-5). El esfuerzo del hijo sabio en instruirse es causa de alegría para los padres, en contraste con la indiferencia del hijo insensato que no presta atención a la instrucción, y que es raíz de disgustos en casa (v. 1). El esfuerzo en ser integro con las riquezas (v. 2) es recompensado en la vida (v. 4), a diferencia de la corrupción que acaba con la vida misma (v. 2) hundiéndonos en la miseria (v. 4). Al fin y al cabo el Señor no deja sin comer al justo (v. 3), pero el perezoso pierde la oportunidad de disfrutar de la cosecha (v. 5).

El testimonio del justo es bendecido por Dios (vv. 6-10). ¿Y el testimonio del malvado? Pues acaba sufriendo las consecuencias de la mentira y la violencia, cayendo en el olvido (vv. 6-7) y en la ruina (vv. 7-8). El íntegro vive tranquilo y confiado porque hace lo correcto. Todo el esfuerzo del malvado para que no le descubran será inútil porque finalmente será castigado (vv. 9-10).

El salario del justo es dado por Dios (vv. 11-16). ¿Qué gana el justo? La vida (v. 11), los frutos de la auténtica libertad: amor (v. 12), prudencia (v. 13), sabiduría (v. 14) y riqueza (v. 15). ¿Qué gana el malvado? El pecado (v. 16), los frutos de la auténtica esclavitud: Violencia (v. 11), odio (v. 12), falta de cordura (v. 13), problemas (v. 14) y pobreza (v. 15). Y es que nadie “paga mejor» que el Señor.

Aplicación
Hacer la vista gorda («guiñar el ojo», v. 10) ante el pecado y, por tanto, ignorarlo, acaba causándonos dolor, problemas y disgustos. Poner la mirada en Cristo y hacer su voluntad nos proporciona la seguridad de restauración ante nuestra maldad y la ganancia de recibir y disfrutar de todas sus promesas y bendiciones.

Oración: Señor, confieso mi maldad y mi necesidad de ser restaurado para vivir de acuerdo con tu voluntad y propósito.

Unión Bíblica “Notas Diarias” Por: Samuel García