Reseñas 306

Hechos de los Apóstoles I y II

Comentario expositivo y práctico de toda la Biblia.

Autor : Matthew Henry.
Publicado por : Editorial Peregrino. 2022. 548 pp., caps. 1-13 (Tomo I) y 548 pp., caps. 14-28 (Tomo II).
Reseña por : David Vergara

El libro de los Hechos describe el comienzo de la Iglesia cristiana tras los acontecimientos de Pentecostés que suponen un cambio desde Babel y la separación de los pueblos por medio de las lenguas, en contraste con la multiplicidad de lenguas que permitirán el nacimiento de un nuevo pueblo por el poder del Espíritu Santo. Este libro une los evangelios con las epístolas. Jesús comenzó a hacer y a enseñar (1:1) y los apóstoles y primeros cristianos continuaron la labor del Mesías. Como dice M. Henry, las pruebas de la resurrección de Cristo con que terminaron los Evangelios se corroboran aquí abundantemente, no solo por el testimonio de los que conversaron con él, sino por la obra del Espíritu usando su mensaje y vidas (p. 33, TI).

M. Henry explica que somos miembros de la Iglesia cristiana, ese tabernáculo de Dios entre los hombres (Ap. 21:3). Así la Iglesia subsiste en una profesión visible de la fe en Cristo, como el Hijo de Dios y el Salvador del mundo (p. 34-35, TI). Hechos presenta los acontecimientos más significativos de aquellos impactantes días donde se extiende el evangelio por todas partes, mientras la Iglesia del Señor no deja de crecer. Los obstáculos se presentan una y otra vez, porque forman parte del desarrollo y madurez de la Iglesia como destaca el historiador y médico Lucas, pero también los corazones son transformados como le ocurrió a aquel funcionario eunuco que “Antes era un adorador del verdadero Dios, de modo que todo lo que tenía que hacer ahora era recibir a Cristo Jesús el Señor…, el verdadero Mesías prometido, el Ungido” (p. 344, TI). Debemos, mediante el arrepentimiento, mirar a Dios como nuestro fin; y mediante la fe mirar a Cristo como nuestro camino a Dios. El pecado debe abandonarse mediante el arrepentimiento, y luego se debe confiar en Cristo mediante la fe para perdón de pecados (p. 262, TII).

El libro de los Hechos nos presenta a hombres como Pedro, Esteban, Pablo o Bernabé, entre muchos otros, que predican el evangelio de Jesús, en quien se cumplen las profecías anunciadas por la ley de Moisés y los profetas que apuntaban al Mesías. Por tanto, “si comparamos la historia del Nuevo Testamento con la profecía del Antiguo, debemos deducir que este Jesús es el que había de venir, y no hemos de esperar a otro” (Lc. 7:19-20, p. 534 TII).

Al revisar la publicación del comentario de los Hechos de los Apóstoles en dos volúmenes, llama la atención la simetría que ha conseguido la editorial, porque el primer tomo contiene páginas introductorias y trece capítulos, y el segundo un capítulo más hasta completar veintiocho, que se corresponden con las divisiones de nuestras Biblias, pero ambos libros cuentan con 548 páginas. De esta forma, son muy manejables cuando estudiamos el texto bíblico de principio a fin.

Esperamos que la lectura de este comentario nos traslade de nuevo a aquellos emocionantes días que marcan decisivamente la historia de la humanidad, para avivar hoy a la Iglesia de Dios repartida por el mundo entero.

10 preguntas que todo joven debe plantearse (y responder) sobre el cristianismo

Autora : Rebecca McLaughlin.
Publicado por : Andamio Editorial. Biblioteca José María Martínez. 2021, 416 pp.
Reseña por : David Vergara

Rebecca McLaughlin habla de aquellos que abandonaron el cristianismo porque creían ser más inteligentes que los demás, esperando arrastrar a muchos para ofrecer un mundo mejor. Pero el resultado no ha sido el esperado. Simplemente algunos datos muestran que con tan solo practicar creencias religiosas, la salud mejora y los individuos se sienten más felices, al margen de tener un comportamiento social destacable en muchos casos. En este libro aparece un artículo del epidemiólogo Harvard Tyler VanderWeele para USA Today, donde los niños criados en ambiente religioso tenían más protección sobre la depresión, drogas o conductas sexuales de alto riesgo, esto se traducía también en sentirse más felices, experimentar un sentido de propósito, hacer voluntariado, o perdonar a los demás (p. 12).

El enfoque del libro no es encapsular a los hijos para protegerles de todo en una burbuja religiosa, sino promover con preguntas la forma de pensar con distintos planteamientos, algo muy diferente al discurso social donde se invita a pensar de una manera uniforme, sin cuestionamientos. En palabras de la autora: “Quiero que aprendan a escuchar bien y a cuestionar lo que les dicen. Si lo que creo es verdad, pasará la prueba. La fe cristiana surgió en un mundo que reaccionó con hostilidad y violencia ante sus declaraciones. Pero en lugar de extinguir la pequeña llama de la iglesia primitiva, los vientos de la oposición le dieron el oxígeno necesario para extenderse. Dos mil años después todavía se está extendiendo en el mundo” (p. 13).

En este libro se habla de racismo, esclavitud, matrimonio y sexualidad, género y transgénero, aborto, pornografía, cielo, infierno y otras muchas cuestiones. La forma de abordar estos temas parte de distintas premisas de la cultura como libros, películas conocidas, citas de científicos, etc, y todo relacionado con varias preguntas de plena actualidad como ¿No está el cristianismo en contra de la diversidad? ¿Qué más da si soy chico o chica? ¿Le importa a Dios cuando sufrimos?

El problema es que a veces faltan momentos o lugares para plantear estos asuntos de forma franca, sin miedo a las respuestas, y en esto hay que reconocer que la autora es creativa y reflexiva sabiendo que vivimos en un mundo complejo.

Rebecca tiene un doctorado por la Universidad de Cambridge y ganó el premio a mejor libro del año otorgado por Christianity Today con Confrontando el cristianismo.

Esperanzas en tiempo de temor

El significado y la importancia de la resurrección.

Autor : Timothy Keller.
Publicado por : Andamio Editorial. 2022, 392 pp.
Reseña por : José Moreno Berrocal

Aunque pueda sonar algo exagerado, este último libro de Timothy Keller, Esperanza en Tiempos de Temor es, sin duda alguna, uno de sus mejores libros. Los que nos hemos aficionado a disfrutar de sus obras, estamos siempre deseando que llegue el momento de leer la siguiente. Y esto, porque sabemos ya por experiencia, que la sapiencia que acumula, después de tantos años en el ministerio, y como escritor, no va a dejar de desplegarse ampliamente en su nueva entrega. Pero, quizás en este caso, mi predilección por este libro responda al hecho de que se ocupa de unos de los temas que a mí siempre me han parecido troncales: como lo presenta en el subtítulo del mismo: el significado y la importancia de la resurrección. Siempre me ha parecido, y me sigue pareciendo, que la resurrección de Cristo es una de esas enseñanzas a las que no se ha dado la suficiente importancia entre los cristianos. Es reconfortante encontrar que Keller, como el mismo dice en este libro, piensa del mismo modo. Hay una cierta incuria en cuanto a la resurrección, y las causas son difíciles de rastrear, dada la extensión y profundidad con la que el tema es tratado en las Escrituras. Recuerdo vívidamente como una de las primeras veces que prediqué, siendo muy joven, mi tema fue la resurrección de Cristo. Después del mismo, el pastor de la iglesia se sintió con la obligación de aclararme ¡que le había dado excesivo énfasis a la resurrección! No dudo de que fuera así, pero no dejo de pensar que la resurrección es capital en la Biblia. Recordemos que Pablo escribiendo acerca de Abraham dice: “por lo cual también su fe le fue contada por justicia.” Y añade: “Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación”, Romanos 4.22-25. No puedo dejar de apreciar en textos como estos, la concatenación de la obra de la cruz con la de la resurrección, y como la fe salvadora se pone en el Cristo resucitado, para que fuéramos declarados justos delante de Dios por causa de la muerte del Señor.

Esperanza en Tiempos de Temor comienza con un pormenorizado estudio de las evidencias históricas de la resurrección de Cristo. Sobre esta cuestión, el mismo Keller menciona que se hace eco de la prodigiosa obra de N.T. Wright: La resurrección del Hijo de Dios. Esta constituye un trabajo monumental sobre la resurrección, posiblemente la más completa y erudita que se haya escrito hasta la fecha. Si no tienes tiempo para leer sus 800 páginas ¡el libro de Keller te dará las claves y líneas maestras de la misma! Obviamente, no es la única fuente que usa Keller, así, por ejemplo, se refiere al trabajo de Richard Bauckham: “Jesús y los testigos presenciales” que es de gran valor apologético igualmente, entre otras. Pero, Keller no deja de mostrar, como por otro lado es característico de su proceder, la relevancia del hecho histórico de la resurrección para la misma vida cristiana. Por ejemplo, esta frase: “Piensa en todas las objeciones al cristianismo con respecto a la sexualidad represiva o el registro de las injusticias de la iglesia. ¿Alguna de estas cosas, si es verdad, implica que Jesús no pudo haber resucitado de los muertos? Esa es la primera y más importante pregunta que debemos hacernos. ¿Hemos investigado a fondo la evidencia de la resurrección? Todas nuestras objeciones en realidad dependen de esta cuestión. Si Jesús no resucitó de entre los muertos, ¿a quién le importa lo que dice la Biblia sobre el sexo o sobre la historia de la iglesia? Pero si resucitó de entre los muertos, entonces el cristianismo y su evangelio son verdaderos y, aunque todavía no tenemos soluciones para todas esas objeciones, podemos seguir adelante sabiendo que hay respuestas para todas estas preguntas” (p. 190)

Pero, una vez asentada la base del hecho histórico de la resurrección, Keller procede a mostrar el sentido teológico de la resurrección. Nuevamente aquí, algunos estamos de fiesta pues se refiere al trabajo de autores de la talla de Geerhardus Vos y su obra La Escatología Paulina, libro que ¡me recomendó y regaló! mi maestro Bob Sheehan cuando estudiaba teología en Inglaterra, a comienzos de la última década del siglo pasado. Pero, también se hace eco de la obra tan apreciada de Vos sobre el Reino de Dios. Asimismo, se refiere a Herman Ridderbos, George Eldon Ladd y G.K. Beale, otro autor más reciente, pero del que yo también estoy disfrutando mucho. Dejemos que sea el mismo Keller el que nos defina qué entiende por la teología de la resurrección, a la luz del pensamiento de los autores ya citados y la conocida estructura bíblica del ya, pero todavía no: “la resurrección de Jesús no fue solo un milagro impresionante, sino el inicio del reino futuro de Dios … esto significa que la gloria de Dios en el reino del cielo ha venido ahora la tierra … al pueblo de Dios … significa que cuando Cristo resucitó, trajo la nueva creación futura al mundo presente, de modo que el antiguo mundo y la era del pecado y de la muerte ahora se superponen con el nuevo (Efesios 1.21) Las dos eras- la actual de tinieblas y pecado, la venidera, llena de luz y bondad – ahora existen juntas en la historia humana. … Cuando nos unimos con el Cristo resucitado por la fe, somos resucitados con Cristo y participamos de manera parcial, pero considerable en esa presencia celestial y ese poder y vida del reino futuro … entender la resurrección es entender cómo esta nueva vida entra y (a) nos cambia individualmente, (b) crea una nueva comunidad del Reino, llamada iglesia y (c) nos permite traer cierto orden y renovación al mundo incluso ahora” (p. 358) Este resumen del libro está tomado de una de las notas de Keller. Esto puede parecer excesivamente erudito para algunos, pero no olvidéis que, como buen pastor, lo que hace es desgranar y contar en un estilo ágil y sencillo estas verdades tan profundas. Es decir, la nota que he citado no refleja el texto del libro sino es solo un sumario del mismo. Por eso precisamente, los libros de Keller son tan útiles, pues sirve al lector medio, verdades muy profundas. Unido a esto, he de resaltar que el pastor de Nueva York ilustra sus ideas por medio de magníficas exposiciones bíblicas de algunos textos claves de la resurrección, y las distintas apariciones de Jesús y su significado para nosotros hoy. Son magistrales, por ejemplo, las que hace del encuentro de Jesús con María Magdalena, o lo que dice de la fe de Juan el evangelista y Apóstol, ante la tumba vacía de Cristo, o su análisis de la conversión de Saulo de Tarso, en el camino a Damasco. Muestra así, que la esperanza que trae la resurrección, que es el tema del libro, es intensamente personal precisamente por esa relación por la fe con el Resucitado. Al mismo tiempo, como es habitual en Keller, exhibe igualmente las dimensiones eclesiales, sociales y culturales de la resurrección, y es que la esperanza que nos trae el Cristo resucitado es ¡una esperanza subversiva! Este concepto funciona como hilo conductor de toda la obra, en lo que es, la parte más práctica y extensa de su libro. Como siempre, demuestra, en este caso con la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, la pertinencia de la misma para toda la vida cristiana, en particular para las relaciones sociales y el testimonio de la iglesia en un mundo roto por el pecado: “la resurrección significa que Dios no se ha rendido en absoluto ante el mundo …significa que en un mundo donde la injusticia, la violencia y la degradación son endémicas, Dios no está dispuesto a tolerar tales cosas, y que trabajaremos y planificaremos, con toda la energía de Dios, para procurar la victoria de Jesús sobre todas ellas” ( p. 278,279) Por ello, Keller patentiza como la resurrección de nuestro Señor Jesucristo es relevante para ocuparse de una manera bíblica de temas tan controvertidos hoy como son el racismo y la actitud cristiana ante el sexo por citar algunos.

Finalmente, puede que te llame la atención el título del libro: Esperanza en Tiempos de Temor, quizás como un título algo ajeno a un tema como el de la resurrección. Pero nada más lejos de la verdad, pues Tim Keller tan solo se está haciendo eco de las palabras del Apóstol Pablo en su primera epístola: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero” (1º Pedro 1.3-5). Aquí Pedro señala que la esperanza es una de las señales distintivas de la iglesia, y que lo es, ¡precisamente porque Cristo está vivo de entre los muertos! En estos tiempos de temor, que dice Keller que no solo han venido por causa del covid-19 dice Keller, la resurrección de Cristo nos ayudará a enfocar la vida de un modo confiado.

Por ello, puede que, para ti, Esperanza en Tiempos de Temor, una vez que lo hayas leído, no esté entre los mejores libros de Keller, pero eso no será lo importante. Ahora bien, de lo que no hay duda alguna, es que te habrás beneficiado de las profundas reflexiones que, en torno a la resurrección de Cristo, y lo que significa para tu vida, ha hecho el que fuera pastor en Manhattan. ¡Cuidado, te espera transformación después de la lectura de este libro!

El legado de John Stott

Autor : José de Segovia.
Publicado por : Básicos Andamio. Andamio Editorial. 2022, 196 pp.
Reseña por : Pablo Martínez Vila

Cada generación de creyentes tiene sus modelos. Son cristianos de “carne y hueso”, falibles, pero cuya fe nos inspira y nos ayuda a correr la carrera que tenemos por delante (Heb. 12:1). Para muchos de nosotros John Stott ha sido uno de estos modelos. Nuestra generación ha sido influida, guiada y fortalecida por la vida y la obra de este siervo de Dios, un gigante en humildad. En “El legado de John Stott” José de Segovia nos describe esta experiencia de modelaje en su propia vida.

No se trata tanto de una biografía sistematizada, sino de pinceladas memorables que en su conjunto nos dejan algo así como un cuadro impresionista. Por supuesto el autor sigue un criterio cronológico y también temático para avanzar en su escrito, pero para mí lo más singular del libro es este elemento subjetivo, experiencial. Es a través de esta visión que J. De Segovia nos permite ahondar en el pensamiento y la vida de Stott de forma profunda y sencilla a la vez.

Como es habitual en él, De Segovia retrata a Stott con la profundidad del teólogo, la sensibilidad del pastor y la garra del periodista. Uno de los aspectos más enriquecedores del texto son sus apostillas personales. El autor se abre generosamente dando su opinión en los diversos temas de tal manera que al acabar de leerlo he tenido la sensación de que conocía a José mejor que antes, lo cual no es fácil después de 40 años de amistad personal. Y lo que es más importante, estos comentarios son de un inestimable valor teológico, apuntando siempre a la cruz de Cristo como eje intocable de nuestra fe.

El libro, además, está lleno de anécdotas que nos permiten conocer al Stott más humano, a la persona detrás del personaje, haciendo la lectura amena y atractiva. De Segovia concluye con estas palabras: “Firme en la Palabra y por el poder de su Espíritu, Stott se hizo fuerte en la debilidad. Y por su testimonio, muchos hemos sido fortalecidos en la fe”.

Por todas estas razones recomiendo “El legado de John Stott”. A mí personalmente me ha hecho bien, es decir, me ha bendecido.

Morir bien

Fieles hasta la muerte

Autor : Dr. John Wyatt.
Publicado por : Andamio Editorial. 2022, 244 pp.
Reseña por : Orlando Enríquez

La editorial Andamio, en su serie Ágora y la Unión Médica Evangélica, nos presentan Morir bien. Fieles hasta la muerte, un libro del Dr. John Wyatt. El autor es un fiel creyente y en el ámbito académico, profesor emérito de Pediatría Neonatal en el University College, Londres, habiendo sido jefe de servicio de dicha especialidad. Fue miembro de la Comisión Parlamentaria de Lord Rawlinson sobre percepción fetal y le conocemos por su libro Asuntos de vida y muerte, un referente en temas de bioética. De hecho, es uno de los ponentes principales en las IV Jornadas de Bioética de Madrid, este año. Personalmente, recuerdo el grato impacto que me causó hace muchos años escucharle en directo, hablando sobre el sufrimiento de manera valiente, magistral y sensible. El libro que presentamos es “hermano” de otro suyo: Right to Die? (¿Derecho a morir?), de momento, disponible en inglés.

A lo largo de sus 221 páginas, Wyatt nos habla de diferentes aspectos que tienen que ver con la muerte. Ya desde el prólogo se dice que “en occidente, o nos desvinculamos de la muerte, … o la distorsionamos … o nos desesperamos ante ella”. De manera realista, menciona con empatía el dolor ante la pérdida, pero también el autor se propone “destacar las extrañas y maravillosas oportunidades que puede proporcionarnos “morir bien” … que no es otra cosa que vivir bien hasta el final y puede ser una oportunidad de crecimiento espiritual interno, demostrar gratitud, sanar, construir, celebrar, completar relaciones, no dejar cosas pendientes y salir al encuentro del perdón. Asimismo, es el momento en el que hay que dejar marchar, dejar un legado, reordenar las prioridades y cumplir algunos sueños, preparándonos para reunirnos con nuestro Señor y Salvador.” De hecho, el autor nos recuerda que la narrativa bíblica deja claro que, en realidad, vivir para siempre en un estado caído, no es una bendición sino una maldición. Leer este libro supone hacer una ruta en la que en algunos momentos uno quedará sobrecogido, en silencio, porque se nos invita a pensar en nuestra propia muerte con entereza y seriedad.

Es muy interesante la mirada que dirige a la historia, reivindicando la influencia cristiana en la salud y en el cuidado de los otros: “Las raíces históricas de la salud pública se encuentran en el paradigma cristiano de lo que significa ser humano. Desde la época de la iglesia primitiva y los primeros hospitales, que estaban vinculados a los monasterios antiguos, los médicos y las enfermeras cristianos trataron el cuerpo humano como un objeto asombroso y un gran respeto porque esa fue la forma en que Dios decidió hacerse carne. Celebraron la calidad de la vida humana y usaron sus artes curativas para vencer a la enfermedad y paliar el sufrimiento siempre que fuera posible”. A la vez, Wyatt advierte de que hoy en día la muerte se ha convertido en un evento médico y, sin embargo, él señala que también “uno de los roles primarios de los profesionales médicos en una sociedad, es enseñar a las personas modernas cuáles son los límites que nos impone nuestra naturaleza física”. Da que pensar un estudio al que se refiere, según el cual la conducta religiosa se asociaba a un mayor deseo de recibir todo el tratamiento médico posible, aun a sabiendas de que la vida no podría alargarse. Se ve que nos cuesta, tanto irnos como dejar marchar.

 

Wyatt nos lleva a la época en la que la Peste Negra hacía estragos en Europa, y haciendo de la historia una maestra de la que aprender, toma como base para sus reflexiones los documentos medievales del Ars Moriendi (“el arte de morir”), unos textos escritos en latín que contienen consejos sobre los protocolos y procedimientos para una buena muerte y sobre cómo «morir bien», de acuerdo con los preceptos cristianos de la baja Edad Media. En ellos se destacan cinco tentaciones, ofreciendo, para contrarrestarlas, la virtud correspondiente. Por un lado, la duda, la desesperanza, la impaciencia, el orgullo y la codicia. Frente a ellas, las virtudes de la fe, la esperanza, el amor, la humildad y el desprendimiento. A esas cinco tentaciones, tan antiguas como contemporáneas, el autor añade dos más: la negación de la muerte y la confianza en uno mismo, contraponiendo las virtudes de la aceptación y de la dependencia.

En el capítulo quinto se hace un llamado a una comunicación transparente y a una planificación anticipada de los cuidados, incluido el espiritual. Posteriormente, con mucho pudor y prudencia, Wyatt nos lleva a las últimas horas de Jesús y a su agonía en la cruz con unas valiosas reflexiones sobre las conocidas como “las siete palabras”. Con todo, pensar en lo que se movió en el seno de la Trinidad en ese momento, supera con creces nuestra capacidad de aprehender, siendo un terreno demasiado sublime y santo, en el que nos hemos de descalzar. Pienso que proyecta los sentimientos humanos cuando habla de “la tristeza infinita del corazón del Padre en el abandono de su Hijo”, ya que no hay que olvidar que Cristo “…se entregó por nosotros en ofrenda y sacrificio a Dios para olor fragante…” (Ef.5:2). En cualquier caso, cómo no sentirnos plenamente acompañados en nuestras rutas sufrientes por Aquel que en su naturaleza humana es un varón de dolores, experto en quebrantos.

El capítulo final cierra con la esperanza de la resurrección, que hace que veamos nuestra ruta terrenal, digamos, en su primera edición, con otros ojos, ya que la edición final la disfrutaremos con cuerpos resucitados en cielos y tierra nuevos. Cierto es que Wyatt explica la muerte del creyente como un “dormir en Cristo”, un sueño del alma hasta el despertar de la resurrección. Otros pensamos que el estado intermedio (lo que hay desde la muerte hasta la resurrección corporal) implica un estado plenamente consciente de la presencia de Cristo (“estar ausente del cuerpo y presente con Cristo”-2 Co. 5:8), pero este no es el sitio para entrar en debates teológicos.

Acaba con unos interesantes apéndices prácticos, con consejos para familiares y cuidadores, con un menú de preguntas que nos ayudarán a prepararnos, en la medida de lo posible, para los momentos finales, recogiendo modelos de oraciones muy interesantes que la iglesia anglicana propone y haciendo referencia a aspectos legales a tener en cuenta, en base a la legislación vigente en Inglaterra y Gales, hablando del documento cuyo equivalente aquí, es el de voluntades anticipadas.

En un momento como el que estamos viviendo en España, en el que va ganando terreno la cultura de la muerte (legislación proaborto y proeutanasia), es un libro que me atrevería a calificar de imprescindible.

Los cristianos, los malos de la historia

Cómo vivir para Jesús en un mundo que te dice que no lo hagas

Autor : Stephen McAlpine.
Publicado por : Andamio Editorial, Serie Ágora, 161 pp.
Reseña por : Alberto Arjona

¿Qué dicen los hombres de mí?, preguntó el Señor a los discípulos. ¿Y qué dicen los hombres de nosotros? Esta es la idea central que desarrolla esta pequeña obra de Stephen McAlpine, pastor que trabajó como periodista y que escribe sobre teología, cultura e iglesia. Los cristianos ya no somos “gente buena”, todo lo contrario; ahora somos gente peligrosa, los malos que con sus obstinadas creencias se convierten en obstáculos de la nueva normalidad que se nos va imponiendo.
¿Antes buenos y ahora malos? ¿Por qué esa repentina hostilidad? De eso trata el primero de los capítulos del libro, de la increíble rapidez con que se han producido cambios en las creencias y convicciones sociales. Puede parecernos mentira pero sostener la visión binaria de hombre-mujer, tal como lo leemos en Génesis es “incompatible con la dignidad humana”.
¿Sorprendidos? Quizás porque no hayamos reparado lo suficiente en las advertencias del Señor sobre la profunda hostilidad que espera a los que le siguen. De sufrimiento y gozo va el segundo capítulo.
Sigue la obra contraponiendo conceptos absolutamente enfrentados. ¿Modelo de género binario o de diversidad a la carta? Al menos podemos decir a nuestro favor que no somos los únicos en pensar que, aparte de ser aberraciones, lo que se nos quiere imponer es una ideología estúpida .Hay gente influyente en el mundo de la cultura que sin ser cristianos llaman a enfrentarse a lo que puede calificarse de surrealismo. El autor cita en esa línea, por ejemplo, a J. K. Rowling, autora de Harry Potter, y al periodista británico Brendan O’Neill.
¡Pero cuidado con el victimismo!, nos advierte el autor. Una cosa es admitir que quien quiere vivir una vida piadosa en Cristo será perseguido y otra vivir como una víctima.
La autorrealización es el bien supremo de nuestra cultura. Es el objetivo de la mayoría, el nuevo dios que esclaviza a los seres humanos que sólo piensan en el aquí y el ahora. Frente a eso Jesús nos llama a la autonegación. Es en este marco donde se pone en entredicho la verdadera autenticidad, la que manifiestan muchos que dicen haber salido del armario.
Termina el autor sugiriendo en los últimos capítulos una estrategia para la iglesia y una estrategia para relacionarnos con nuestros compañeros de trabajo, para finalizar recordándonos que somos ciudadanos de otro país.