Ideología de Género ¿Qué deben saber los Cristianos?
Autora : Sharon James.
Publicado por : Editorial Peregrino. Moral de Calatrava, 2020. 156 pp.
Reseña por : David Vergara
El concepto de género fluido como algo diferente e indefinido, es uno de los términos que más se utilizan hoy. El mensaje en la sociedad es que tenemos una “identidad de género” que es independiente de nuestro sexo biológico. Incluso hay evangélicos que hablan de un futuro omnigénero, con un enfoque transreligioso, donde no registrar el sexo de las personas, para que la gente pueda cambiar de cuerpo a voluntad hasta acusar de transfóbico a quien crea en una biología humana básica. El siguiente paso sería quitar la designación de género o sexo de todos los documentos oficiales como certificados de nacimiento, pasaportes o DNI.
Es curioso que hoy interese tanto estudiar el ADN, cuando revela claramente si alguien es hombre y mujer, porque las diferencias existen y la complementariedad también. Tal vez, el problema mayor tiene que ver con las consecuencias de la disforia de género que describe a quien se declara infeliz con su género, hasta incluso creerse atrapado en un cuerpo equivocado. La cuestión es lo delicado del asunto, sobre todo cuando se toman decisiones que afectan a los más vulnerables, que por más que queremos engañarnos, son los niños. Si hacemos todo aquello que los niños dan a entender sin más, puede ocurrir que como tantas decisiones que luego con los años reconocemos erróneas, ya no haya vuelta atrás, o las secuelas sean graves. Pero esto, parece quedar fuera del debate, porque la libertad de expresión y de conciencia, están en tela de juicio y se puede quitar la custodia de los hijos en algunos lugares por disentir en estas cuestiones fundamentales.
Algunos grupos de presión dan a entender que no podemos separar nuestras acciones de lo que somos. Por tal motivo, no asentir en los conceptos culturales actuales, implicaría odio hacia los que piensan así. Pero en la Biblia vemos que Dios vino a morir por todos los pecadores, sin excepción, amándonos a pesar de que nuestras malas obras nos acusan. Todos hemos pecado y estamos separados de su gloria, y sólo Dios puede salvarnos por amor y poner en orden en lo que somos y hacemos. Sin embargo, Dios en su Palabra también nos transmite el ADN de su voluntad, y parte de sí mismo; conocerle a él, es encontrar el equilibrio en todo para su gloria.
Sharon James es escritora y conferenciante internacional, autora de varios libros, algunos publicados por la editorial Peregrino como “El diseño de Dios para la mujer”, y si tenemos una mente que no se cierra sólo a la imposición de un pensamiento único, este libro servirá para introducirnos en el debate a la luz de la Palabra de Dios.
Cultura y Conexión
Conectando tu fe con lo que ves, lees y juegas.
Autor : Daniel Strange.
Publicado por : Proyecto Ágora – Andamio Editorial. Barcelona, 2021.
Reseña por : Daniel Benítez Vega
“Te ayudará a procesar las historias culturales que escuchas cada día. Quiero darte la confianza para que evalúes la cultura y hables sobre ella de manera que apunte a las personas a una realidad superior: la historia de Rey Jesús y su plan cósmico para este mundo. Porque no puedes escapar de la cultura. Pero sí puedes conectar con la cultura”.
Discernir entre lo claramente bueno y lo malo que nos ofrece este mundo es relativamente fácil. Pero hay otros aspectos que están en la cultura que nos rodea que son más complejos. Ante esta realidad podemos tomar una de estas 3 salidas: escondernos de ella, atacarla o imitarla. Pero el autor nos propone una cuarta: conectar con la cultura de manera que, en base a ese diálogo, podamos presentar a Cristo y su Evangelio. El propósito de este nuevo libro de la serie Ágora es precisamente equiparnos para esta “conexión”.
El autor hace bastante esfuerzo por demostrarnos que la cultura es muy importante en nuestras vidas y no podemos esquivarla por intrascendente. A veces puede ser la barrera que nos impide que nuestros amigos puedan atender al Evangelio.
Por ello debemos conocer conceptos como el de “estructura de plausibilidad” para entender el contexto cultural en el que vivimos y poder evangelizar más eficazmente. Al fin y al cabo, la “cultura” hay que enfocarla en base al “mandato cultural” que el hombre recibe de Dios en Gén.1:18, 24 y que consiste en dominar, cuidar, cultivar y crear para alcanzar nuevos logros que ayuden a reflejar y extender la Gloria de Dios.
De ahí que, para el autor, la cultura tenga una relación tan estrecha con la “religión” (culto – cultural): quien adora a Dios desarrollará una “producción cultural” muy distinta, hasta opuesta, a quienes adoran a dioses falsos cuya cultura estará vinculada a esa adoración. “La cultura es la religión exteriorizada, es la manera en la que mostramos externamente lo que creemos en nuestro corazón”.
Más concretamente este libro es…
Un libro cristocéntrico porque nos ayuda a ver cómo, tras haber sido redimidos por Cristo, tenemos la capacidad por su Espíritu para asumir el mandato cultural que Adán malogró y hacerlo nuestro. “El evangelio de Jesucristo confronta, recupera y edifica la cultura de muchas formas maravillosas y todas en conformidad con las normas de Dios y su Gloria”.
Es un libro realista pero retador, porque “la respuesta cultural del cristiano nunca debe ser ilusoria” porque aún estamos condicionados en el presente por el pecado y sus limitaciones; porque nuestro “mandato cultural”, nuestra influencia en nuestro medio, nuestro compromiso con “ejercer dominio, llenar y sojuzgar, cuidar y mantener la creación” sólo puede ser conseguido a través de la conversión y discipulado de hombres, mujeres, jóvenes y niños que trabajen por una transformación cultural real.
Es un libro clarificador porque nos explica el origen de la cultura humana que distorsiona o sustituye la verdad de Dios y sus auténticas respuestas a nuestras grandes preguntas. Al fin y al cabo, el concepto de la cultura tiene que ver con las respuestas que damos a las grandes preguntas existenciales de la vida que todos nos hacemos. “La cultura es el conjunto de historias que contamos para hablar del significado del mundo”.
Finalmente, es un libro muy útil porque nos orienta en relación a cómo enfrentar y conectar con la cultura que nos rodea, pero sin caer en sus errores, su idolatría, sino “redirigir nuestra mirada una y otra vez a la historia del Evangelio”. Su objetivo es “hacernos pensar” que es lo que no hacen los idólatras (Is.44.18,19).
Un segundo aspecto de su utilidad práctica es que nos proporciona claves muy importantes para guiarnos a la hora de saber si debemos “consumir” o no ciertas producciones culturales que nos ofrecen en los medios. Estas orientaciones nos llegan, además, al meditar y extraer aspectos prácticos de… ¡¡las cinco “solas”!!
Un tercer aspecto: el ejemplo que nos ofrece para “conectar” con la cultura siguiendo el ejemplo de Pablo en el Areópago. Allí Pablo entró en su mundo y sus historias; exploró los elementos de gracia y sus ídolos; expuso que los ídolos eran fraudes destructivos y finalmente compartió el Evangelio.
La parte final del libro se convierte en un “taller” donde podemos ver aplicados en ejemplos prácticos de nuestra cultura actual estos 4 pasos enumerados anteriormente. Y en base a esto nos anima a aplicarlos a aspectos de nuestra realidad cultura más cercana.
Estos son tus dioses
El discipulado fiel en una época idólatra.
Autor : Christopher Wright.
Publicado por : Proyecto Ágora – Andamio Editorial. Barcelona, 2021. 253 pp.
Reseña por : Alberto Arjona
No somos idólatras. Al menos eso pensamos, tanto los creyentes que lo hayamos visto desde fuera como los que hayamos salido de ese sistema religioso en el que se veneran imágenes de vírgenes y santos a los que se les invoca. Pero estamos equivocados si entendemos que los ídolos son solo eso. Los ídolos y la idolatría nos rodean bajo múltiples formas, algunas tan sutiles que nos pasan desapercibidas.
De eso va esta obra de Christopher Wright, quien fue presidente del Grupo de Trabajo de Teología de Lausana, entre 2005 y 2011, y el arquitecto principal del Compromiso de Ciudad del Cabo del Tercer Congreso de Lausana en 2010.
Se trata de una obra con tres importantes secciones: El Señor Dios y otros dioses de la Biblia; la idolatría política, entonces y ahora; y el pueblo de Dios en un mundo idólatra.
En la primera sección encontramos el fundamento teológico del fenómeno de la idolatría. ¿Son algo los dioses o no son nada? ¿Demonios o constructos humanos? Si también son lo segundo hemos de asumir un grado de responsabilidad y estamos comprometidos a discernirlos, ponerlos nombre y evaluar dónde está de verdad nuestra confianza, si en Dios, las personas, las cosas o los sistemas.
La segunda sección, la que tiene que ver con la idolatría política, nos lleva a la realidad de nuestra civilización como una forma de idolatría absolutamente ligada a los fundamentos en los que se apoya nuestra sociedad. Mucho tiene que ver con ello el aumento constante de la pobreza y la desigualdad, la confusión sexual y la ruptura de la familia, o la guerra contra la verdad. Y los ídolos que nos marcan el camino tienen nombre: prosperidad, orgullo nacional, autopromoción…
¿Y nosotros, el pueblo de Dios, qué hemos de hacer viviendo en un mundo idólatra? En esto se centra la tercera y última sección del libro. Vivimos en Babilonia y hemos de ser conscientes de ello. Este es nuestro mundo, un mundo de perversidades, de fake-news, de contradicciones, de ideologías que revelan la rebeldía humana sin tapujos, de confusión sexual, de opresión, del triunfo de los fuertes. Solo podemos seguir adelante, sin ser arrastrados por los ídolos, ocupando el lugar que Dios quiere que ocupemos: recuperando la conciencia de nuestra misión en el mundo, sometiéndonos al reinado de Dios y apelando a su trono siguiendo a Jesús.
Un libro útil que puede abrirnos los ojos ayudándonos a discernir la naturaleza de la Babilonia en la que vivimos mirándola como Dios la mira.
1 Samuel y 2 Samuel
Comentario expositivo y práctico de toda la Biblia.
Autor : Matthew Henry.
Publicado por : Editorial Peregrino. Moral de Calatrava, 2021. 500 pp. (1 Samuel) y 386 pp. (2 Samuel).
Reseña por : David Vergara
Se acaban de publicar en dos tomos los comentarios bíblicos a los libros primero y segundo de Samuel, de la nueva versión íntegra y fiel a la obra original de Matthew Henry. Antiguamente formaban un único tomo, hasta que se produjo la división en la Septuaginta, después la Vulgata y la Biblia Hebraica en Venecia de 1517, la mantuvieron y así ha llegado hasta nuestros días. Además, en la Septuaginta, estos libros eran los dos primeros de los cuatro libros de los Reinos.
Aunque el autor bíblico se desconoce, el profeta Samuel tuvo que ser esencial en la redacción hasta que se recogió su muerte, dado que en el primer libro de Crónicas se habla de los libros de Samuel, Natán y Gad (29:29), estos dos últimos, debieron completar los textos tomando otros manuscritos como el libro de Jaser (2 S. 1:18).
El profeta Samuel como juez, se convierte en una referencia crucial y fascinante, hasta dar lugar a la realeza que, salvo excepciones como David, cuya vida también vemos reflejada en estos libros, dio no pocos quebraderos de cabeza a la nación de Israel, aunque fue el pueblo quien pidió rey como tenían el resto de naciones. Fue una época convulsa, de grandes cambios políticos y religiosos desde el nacimiento de Samuel hasta casi el final de la vida de David, donde la labor de los profetas trayendo Palabra de Dios como ocurre con Natán, trae cordura y encamina al pueblo hacia la voluntad de Dios.
Primeramente, el relato de Ana, la madre de Samuel, siempre ha resultado inspirador, y el que escribe ha escuchado en no pocas ocasiones el testimonio de mujeres que tuvieron dificultades para dar a luz y oraron de la misma manera, para finalmente recibir la bendición del Señor. Tal y como afirma Henry, Samuel es un hijo de oración, quien fue pedido a Dios por su madre, a diferencia de Sansón, predicho por un ángel también a su madre. Dios levantó a un profeta fiel en un tiempo extremadamente difícil de decadencia religiosa, y tras el fracaso de Saúl, Dios en su soberanía hizo lo mismo con David, quien a pesar de sus imperfecciones fue un rey conforme al corazón de Dios. Si en los momentos actuales espiritualmente las cosas empeoran y parece que no hay lugar a la esperanza, no desesperemos porque Dios levanta siempre a sus testigos hasta el fin de los tiempos (Ap. 11). Henry lo expresa al creer que probablemente Samuel usa por primera vez el título para Dios: “Señor de los ejércitos: Señor de Sabaot”, para consuelo de Israel, cuando en su tiempo sus ejércitos eran pocos y débiles, y los de sus enemigos muchos y poderosos, pero servían al Señor de los ejércitos, tanto del Cielo como de la tierra, quien tiene un dominio soberano sobre ellos, y los usa como le place. Así Samuel y David fueron ejemplos de oración y adoración como vemos también en los Salmos por parte de David, y Dios incluso vindicó al rey que se arrepintió a diferencia de Saúl.
Estos libros desvelan la presencia de Dios entre su pueblo en el tiempo de transición entre Eli y Samuel hasta llegar el primer rey de Israel, y después la transición tras el fracaso de Saúl hasta David, el rey que triunfó y de la misma manera cayó por causa de su pecado, pero que nunca fue abandonado por Dios, quien le buscó y restauró para darle un corazón limpio y recto (Sal. 51:10). No dejemos de leer estos nuevos comentarios con historias que impactarán en nuestras vidas otra vez.
Ellas en el Antiguo Testamento
Autora : Pilar Herrera.
Publicado por : Editorial Peregrino. Moral de Calatrava, 2021. 402 pp.
Reseña por : David Vergara
Confieso que, por un lado, me siento un tanto inapropiado para reseñar este libro, porque en principio está dirigido sobre todo a mujeres, pero por otro, reconozco mi deuda a algunas hermanas que nos han dejado joyas sobre biografías excepcionales de la Biblia, desde una perspectiva imprescindible, y que haríamos mal en encasillar. Por tal motivo, quiero recomendar esta obra de Pilar Herrera, quien estudió Teología y Magisterio, y actualmente ejerce como profesora de inglés.
Ellas en el Antiguo Testamento, recopila las vidas de casi todas las mujeres que se mencionan en el Antiguo Testamento, tanto las más conocidas como las que pasan más desapercibidas. Pilar realizó una serie para las reuniones de mujeres de su iglesia en Ciudad Real y el proyecto que se plasmaría en este libro, fue cogiendo forma. Lo interesante es que se describen, tanto las virtudes como los pecados de forma muy realista, en breves capítulos donde se vislumbra el plan donde Dios: “ha querido usar a mujeres muy dotadas y fieles a él, pero también ha usado mujeres pequeñas y sencillas que, aunque para el mundo no sean gran cosa, ni mujeres de renombre, son dignas de estar en las páginas de la Palabra de Dios, y eso las honra” (p. 12).
Otro aspecto clave a destacar es que la autora termina cada capítulo con una conclusión y aplicación, mostrando la actualidad de la Palabra de Dios en nuestros días, algo que debe darse siempre en la buena hermenéutica. Por otro lado, el texto no está dirigido a una determinada edad y como decimos, cualquier lector aprenderá importantes lecciones, aunque seguramente, serán más las mujeres quienes utilicen este material para enseñar a otras, sobre todo porque la extensión de los capítulos permite su uso en grupos de discipulado.
Para entender la importancia de este libro, extraemos unas palabras de la aplicación en el capítulo sobre la madre de Sansón: “Tuvo que ser muy triste cuando su hijo Sansón se casó con una mujer filistea. Tenemos que enseñar la Palabra de Dios a nuestros hijos mientras están bajo nuestro techo, con la esperanza de que la semilla sembrada en sus corazones pueda llevar fruto en sus vidas cuando son adultos e independientes. Eso no quita que la mayor y más poderosa arma que puede tener una madre con sus hijos es la oración. Se habrán marchado de casa para hacer su vida, vivirán quizá lejos de ti, pero las oraciones de una madre les alcanzan y tienen poder. Descansamos no en las oraciones en sí, sino en Dios, nuestro Padre celestial que las escucha y puede actuar en ellos en cualquier momento y circunstancia. ¡No nos cansemos de orar por nuestros hijos!” (p. 169).
En resumen, una buena herramienta para reuniones de mujeres, pero que no se puede reducir únicamente a estas ocasiones, porque son reflexiones necesarias para cualquier lector que quiera conocer las Escrituras y el plan de salvación divino.