MGTOW soltero, varón y furioso

Por : Julio Martínez

“Existe una generación que ha sido educada para no tener que enfrentar el sufrimiento”, decía Paul Washer. Una generación que emocionalmente no sabe lidiar con la decepción, el dolor, el rechazo o el esfuerzo, y este es un drama de proporciones que no podemos calcular. En artículos anteriores he hablado del movimiento Incel (célibes involuntarios) y hoy quiero alertar del avance de una filosofía de vida que está calando entre los adultos varones. Hombres que están frustrados, han sido educados por mujeres en exceso protectoras, y desean cambiar a su madre por una esposa-madre, que les satisfaga sexualmente y se ocupe de lo demás. Y además, se preguntan por qué es tan difícil tener una relación de pareja en la que él sea el centro. Estos adultos en realidad no son más que adolescentes con una inmadurez patológica y un egoísmo que todos ven menos ellos. Están furiosos, culpan a las mujeres y al feminismo de sus males. Acusan a las mujeres de ser manipuladoras, superficiales, egoístas, interesadas, crueles, carentes de amor. Y por supuesto, ellos no están interesados en amar de la misma manera que exigen. ¿Les parece exagerado lo que digo? Lean lo que integrantes del movimiento MGTOW:

“Quiero ser libre. Como soy soltero sólo tengo que pagar por mis gastos. Después del trabajo no tengo una lista de cosas por hacer”, seguidor de MGTOW.

No socializo con mujeres porque ellas no se fijan en mí”.

“Al fin me puse a mí primero. Si voy a tener una relación con una mujer, debe de ser en mis propios términos”

Los hombres que han abrazado esta filosofía de vida son heterosexuales que deciden vivir sin mujeres, en sustitución de ellas usan porno o pagan por sexo ocasional. Algunos optan por el celibato. También optan por ganar menos para pagar menos impuestos (y así evitar que el Estado ayude a las madres solteras).

Este es un movimiento que ha surgido en Internet, foros y webs, además tienen su propio subforo en Reddit r/MGTOW a estos círculos en redes sociales se les conoce como la “manosfera” (man=hombre). Y no crean que se trata de un fenómeno exclusivo del mundo anglosajón: no, ya hay perfiles en Instagram y Tiktok en español de este movimiento.

En su web reafirman su autonomía y decisión de definir ellos mismos lo que es ser un hombre. Se niegan al rol masculino que se espera de ellos: que los hombres sean los que tengan que proveer sin recibir nada a cambio.

Algunos los llaman el club de los “vírgenes solitarios” (nota adicional, en Japón ya hace años que existen los Incel, llamados los “Hikikomoris”) los enemigos del MGTOW los consideran un grupo de hombres resentidos y poco atractivos. Y los MGTOW califican a los chicos y chicas musculosos y atractivos, con éxito sexual como Kens y Barbies, un término despectivo, para los frustrados MGTOW esos chicos que consiguen todas las relaciones que desean y se matan en el gimnasio no son más que muñecos con las cabezas huecas.

En la terminología del movimiento tienen más términos que ellos conocen y usan, otro de ellos es la “píldora roja” en referencia a la saga cinematográfica de Matrix. Para ellos la “píldora roja” es una invitación para que los hombres abran los ojos y descubran el gran mal que les azota: que las mujeres se están aprovechando de ellos, que el feminismo globalista está anulando la masculinidad y explotando a los hombres con impuestos injustos, cánones y leyes injustas. Tomar la píldora roja es escoger un estilo de vida “libre” de mujeres. Renunciar a ellas.

En la filosofía de la píldora roja hay 4 niveles: 1. Rechazar relaciones estables. 2. Renunciar a relaciones cortas y ocasionales. 3. Minimizar la productividad económica y así pagar menos impuestos que beneficien a las madres solteras. 4. Rechazar a la sociedad en general y se transforman en “fantasmas” o “monjes” que son los miembros más admirados del MGTOW.

La mayoría de hombres llegan al nivel 2, y todos comparten la idea de que las mujeres son peligrosas, ya que tienen el poder de hacer denuncias falsas por abusos, y además son parásitos ya que son los hombres solteros responsables de los descubrimientos científicos y los proveedores económicos del sistema (como pueden ver, la cosmovisión MGTOW es misógina y heredera de ese clase de feminismo de oposición a los hombres).

Men Going Their Own Way tiene casi 33.000 miembros en su web con más de 50.000 temas de conversaciones y más de 790.000 respuestas.

Pero sigamos analizando la filosofía MGTOW con uno de sus axiomas filosóficos, la llamada “La regla de Pence”. Esta consiste en evitar encontrarse a solas con mujeres. Esta regla surgió cuando el vicepresidente Mike Pence en 2002 afirmó que jamás se iría a comer con una mujer que no fuera la suya para evitar situaciones incómodas o incluso ser acusado de acoso sexual. Por cierto, Mike Pence es uno de los ídolos de este movimiento, junto con: Schopenhauer, Beethoven, Galileo y Jesucristo. No es de extrañar, que al igual que los terraplanistas usen versículos de la Biblia para justificar la misoginia.

Uno de los vloggers (creadores de contenido en Youtube) más populares, llamado Sandman, ha logrado 90 millones de visualizaciones con vídeos titulados: “Los hombres inteligentes no se casan” o “Critícala y destruirá tu carrera”. Leah Morrigan, en un artículo en «The Economist», denuncia que Sandman, tilda en sus vídeos a las mujeres de “p**** manipuladoras y mentirosas”, proclamando su odio indiscriminado hacia ellas.

¿MGTOW en las iglesias?

Cualquier distorsión de realidad contiene elementos que son reales, si bien es cierto que la masculinidad se encuentra bajo el ataque de ciertos intereses, el problema real no son las élites que nos gobiernan, somos nosotros.

El número de solteros está aumentando en nuestras iglesias y necesitamos reflexionar sobre cómo podemos cuidar pastoralmente de estas personas. En mi experiencia, dentro del colectivo de solteros lo que encuentro es una mayoría de hermanas solteras, muchas de ellas abiertas a un compromiso, pero no a cualquier tipo de compromiso ni con cualquier tipo de hombre. Por desgracia, los varones solteros con madurez personal y espiritual son una rara avis. Algunos de los solteros varones, conscientes de ser una minoría en nuestras iglesias, siguen la corriente de este mundo en cuanto al egoísmo machista, qué curioso que para ser sociedades tan progresistas, el machismo en las relaciones goza de mayor éxito que nunca. Obviamente hablo en términos generales, siempre hay honrosísimas excepciones, pero creo que esta descripción no está lejos de la realidad.

Sospecho que muchos jóvenes traen a su matrimonio una mochila llena de inmadurez espiritual, expectativas irreales sacadas del cine, y un desconocimiento de lo que es ser un hombre conformado a la Palabra de Dios. Es posible que muchos hayan iniciado relaciones ignorantes del precio que implica amar, y del sacrificio que implica ser un varón cuyo liderazgo tiene más que ver con el servicio que con ser servido. Sólo el evangelio de Jesús nos podrá rescartar de esta perversión de la masculinidad, Aquel que no sólo perdona nuestros pecados, sino que transforma nuestro ser, puede hacer que recuperemos la hombría de acuerdo a los valores del Reino de Dios.

MGTOW es el reconocimiento de la derrota, la rendición de niños que se niegan a ser hombres. Y mucho me temo que algunos de estos varones no ven conflictos entre una espiritualidad superficial y su inmadurez egoísta. Necesitamos un discipulado que aporte modelos a seguir, que hombres maduros enseñen a los jóvenes qué implica ser un hombre de Dios, cuidar de una familia y proveer, no sólo materialmente, sino emocional y espiritualmente a su compañera. Necesitamos romper con un modelo de masculinidad hedonista y adolescente, centrada en el entretenimiento y el culto al cuerpo como ídolos absolutos, por un cristianismo que experimenta la vida crucificada así como el poder de la resurrección de Jesús. Una hombría que pone la obligación antes que el placer, el servicio antes que las necesidades personales, y en la que Dios es soberano en todas las cosas. Necesitamos recuperar modelos de piedad masculinos, que encontramos en el Señor Jesucristo, quien es el modelo de servicio abnegado, de vida de oración, y de Alguien que toma responsabilidad en la vida de otros en lugar de esperar a que otros tomen responsabilidad en su vida. Necesitamos invertir nuestras vidas en esos hombres dispersos como ovejas sin pastor, lejos de clichés religiosos, falsas recetas de espiritualidad irreal y acompañarles en sus luchas diarias a la luz de la Palabra de Dios. Que Dios nos ayude.

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