Marzo

Lunes 01 DE MARZO DE 2021

De cuatro en cuatro

Introducción Proverbios 30:15-33

La observación de la vida común, tanto de la naturaleza como de la sociedad, puede llegar a ilustrarnos sobre verdades que tienen que ver con nuestra conducta, unas para imitar, otras para rechazar.

La palabra sanguijuela nos evoca la extrema codicia y sus peligros. ¡Quiero más! (15-16). El deseo de la mujer que anhela hijos y no le llegan, la tierra desértica que requiere más y más agua, el fuego que todo lo devora y el Seol, relacionado en Proverbios con el camino de muerte, el de los impíos, el de los que desprecian la sabiduría. ¡Cuidado! Se trata de la puerta ancha que lleva a la perdición de la que habló el Maestro. La sabiduría transmitida por los padres piadosos puede librar muchas vidas, que nadie la menosprecie (17). Los versos 18 y 19 nos llevan a fijarnos en las cosas misteriosas para desembocar en la manera de relacionarse un hombre y una mujer, y en conexión con esto último tenemos el contrapunto, pues no deja de ser un misterio la pérdida de sensibilidad de la conciencia de la mujer adúltera, la que un día prometió fidelidad y ha convertido el hecho de acostarse con extraños en algo absolutamente banal (20). Los versos 21-23 señalan situaciones humanas que si bien suponen éxito para el que las vive, suelen ser insoportables por ir contra naturaleza y tener perversas consecuencias, pero los siguientes cuatro ejemplos tomados del mundo animal son dignos de imitar: tomar provisiones a tiempo, vivir en lugar seguro y cómodo, ser disciplinado y trabajar en equipo, y ganar la aceptación a base de tenacidad y esfuerzo (24-27). Los siguientes cuatro dichos culminan en el porte del rey señalando el orgullo sano, la dignidad personal, compatible con la humildad, manifestada en el paso gallardo y respaldada por la valentía y la protección y guía de los suyos.

La vida es un viaje en el que los más prudentes adquieren sabiduría. No necesitamos asimilar grandes discursos teológicos para aprender verdaderas lecciones si tenemos un corazón abierto a Dios. Cualquier cosa, la más cotidiana, puede convertirse en una fuente de reflexión si disponemos nuestro corazón y pensamientos. ¿A que hemos conocido personas muy sencillas que nos han deslumbrado por su discernimiento?

Señor, quiero disponerme ante ti para que me des una mente de adulto y un corazón de niño.

Martes 02 DE MARZO DE 2021

Y llegó el tiempo de Dios

Introducción Hechos 13:1-12

El Maestro había comisionado a los suyos para predicar el evangelio hasta lo último de la tierra y se iba confirmando el “yo estoy con vosotros todos los días”. (Mt.28:20)

Dios había preparado el corazón de Pedro para que asumiera que los gentiles podían ser salvos por gracia, por medio de la fe en Cristo, sin tener que hacerse judíos (10:34) y así lo había entendido la iglesia en Jerusalén (11:18). Por otra parte, debido a la dispersión a causa de la muerte de Esteban y al atrevimiento de algunos de los huidos al predicar a los griegos, se había formado una iglesia en Antioquía constituida por judíos y gentiles (11:20-21). Y dentro de esa sincronización de acontecimientos también había llegado el tiempo de Saulo, aquel judío fanático que se había convertido a Cristo hacía algunos años y que los propios apóstoles habían encaminado a su tierra, Tarso, después de ocasionar no pocos problemas con los judíos a causa de su celo (9:30). Ahora es Bernabé quien va a buscarlo para que le eche una mano en la enseñanza (11:25). La visión de Ananías (9:15) comenzaba a tomar cuerpo. Por si fuera poco, en Antioquía coinciden hombres de Dios de diferentes orígenes geográficos y sociales pero que tienen en común su celo por escuchar su voz con compromiso de obediencia. Y el Espíritu habló (13:1-2). La iniciativa venía de lo alto y a la iglesia sólo le correspondía obedecer, apoyar y solidarizarse con los enviados (3). Ir a los gentiles no quería decir excluir a los judíos; más bien lo contrario. En las sinagogas encontrarían judíos piadosos y gentiles temerosos de Dios a quienes predicar (5).

Pronto comenzarían a experimentar de primera mano la lucha entre la luz del evangelio que portaban y las fuerzas del maligno (10), pero aquella oposición sólo sirvió para acreditar a los siervos de Cristo y glorificarle (12)

Se suele admirar a los líderes que toman iniciativas, pero en la obra de Dios la iniciativa le corresponde exclusivamente a Él. El papel de un guía es el de buscar su rostro, oír su voz y obedecer. Los miembros no podemos tomar el lugar de la Cabeza. Es así solamente como podemos ejercer la autoridad delegada que Dios nos otorga como embajadores en nombre de Cristo (2Co.5:20).

Aprendamos de los surfistas; ellos aprovechan las olas, no las provocan.

Miércoles 03 DE MARZO DE 2021

Predicando a judíos y temerosos de Dios

Introducción Hechos 13:13-37

Tendremos ocasión de ver al equipo misionero predicando tanto a personas bien informadas de la Sagrada Escritura como a desconocedoras de la misma. ¡Qué desacertados son los clichés a la hora de presentar a la gente el evangelio!

Después de mencionar la “deserción” de Juan Marcos (13), asunto que traería más tarde sus consecuencias (15:37-40), Lucas menciona la oportunidad que tuvieron de predicar el evangelio en el culto de la sinagoga de Antioquía de Pisidia (15-16) y nos detalla el argumento del sermón de Pablo. En primer lugar echa mano de la historia de Israel como pueblo escogido para llevarnos a un personaje central, David, de cuya descendencia habría de levantarse el Mesías, Jesús el Salvador de Israel (23). ¿Dónde estaba ese libertador? ¿Qué pruebas había para decir semejante cosa? Sabiamente Pablo va a introducir la figura de Juan el Bautista, personaje reverenciado por los judíos cuya fama se había extendido ampliamente. El ministerio de Juan fue revolucionario; su bautismo de arrepentimiento indicaba que también los judíos necesitaban la “conversión”. Decir de un personaje tan respetado que él mismo entendía que había de ser desplazado por uno infinitamente más digno que él era sin duda un argumento de peso (25). Juan era historia reciente y con ella sigue Pablo, pero ahora enfocada en lo que había acontecido en la Persona de Jesús, su muerte y resurrección. Los hechos objetivos y verificables se mezclan con el cumplimiento de la profecía (29, 33, 35). No sólo podían comprobar la fidelidad de la Escritura sino incluso preguntar a los testigos que aún estaban vivos (31).

Conocer la Sagrada Escritura es algo irrenunciable para el creyente. Es lamentable que en las congregaciones actuales, cuando el predicador ha de citar alguna historia del Antiguo Testamento tiene que hacer aclaraciones resumidas para intentar que el contenido del sermón sea significativo para el auditorio. Cuántas bendiciones perdemos cuando no estamos suficientemente familiarizados con eventos, situaciones o personajes bíblicos. No sólo desaprovechamos una gran cantidad de enseñanza sino, lo que es más importante aún, perdemos maravillosas dimensiones de la Persona y Obra de Cristo.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2Ti.3:16)

Jueves 04 DE MARZO DE 2021

Imposible ser neutrales

Introducción Hechos 13:38-52

Imaginemos la escena. Anunciar que el Ungido de Dios ya había venido, que había muerto y resucitado, tuvo que causar una conmoción en la sinagoga. Cuánto más referirse a Él como el único medio para recibir el perdón de los pecados.

De la presentación de Jesús como el Mesías, Pablo pasa a tres afirmaciones contundentes en su discurso: por medio de Él se anuncia el perdón de pecados (38), la ley de Moisés jamás puede ser un instrumento para que el hombre se justifique delante de Dios (39) y rechazar al Mesías anunciado trae juicio (40). No hay término medio, se trata de la noticia más maravillosa o de la blasfemia más grande. Es por eso que se dan dos actitudes absolutamente polarizadas; unos quieren saber más “de estas cosas” (42) porque seguramente han intuido que Pablo y Bernabé son portadores de un gran tesoro (2Co.4:7) del que sólo han podido presentarles parte, y los otros no solamente lo rechazan sino que se oponen con saña a que otros lo reciban (2Co.2:14-16). Con frecuencia los celos son propios de aquellos que entienden que pierden algo porque la gente deje de seguirlos (45). Estaban más concentrados en el movimiento de la muchedumbre que en el contenido del mensaje y es precisamente ese menosprecio del evangelio lo que hace que los apóstoles les dirijan una frase tan contundente como descriptiva : “…no os juzgáis dignos de la vida eterna” (46). El contrapunto de la situación era la sed que mostraban los gentiles para que se les anunciaran las buenas nuevas, lo que hizo que en muchos de ellos se manifestara la fe (creyeron) así como el plan salvífico de Dios (ordenados para vida eterna) (48)

Respeto todas las creencias pero no me sumo a ninguna”, suelen decirnos la mayoría de nuestros contemporáneos. Otros lo dicen de otra manera: “soy agnóstico”. Con ello están intentando decir que son neutrales. Pero no hay neutralidad posible cuando se trata del evangelio. La indiferencia es una forma de rechazo. Nadie es el mismo en cuanto a su responsabilidad para con Dios antes y después de haber escuchado el evangelio. Tampoco los creyentes somos los mismos cuando la Palabra de Dios nos enfrenta a retos importantes para nuestra vida. No lo dudemos, Dios nos va a pedir cuentas.

Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón” (Sal.95:7-8)

Viernes 05 DE MARZO DE 2021

División de opiniones

Introducción Hechos 14:1-7

¿Qué tal os fue en Antioquía de Pisidia? ¡Menudo desastre! ¡Se armó tal lío en la ciudad que hemos salido en los periódicos! Para colmo los misioneros se sacudieron el polvo de las zapatillas. ¡Vaya imagen que hemos dado! Pero Dios tiene otra forma de evaluar su obra: “Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo” (13:52).

Llegaron a Iconio y lógicamente entraron en la sinagoga, lo cual quiere decir que su decisión de volverse a los gentiles (13:46) afectaba a la sinagoga de Antioquía, no a una exclusión generalizada de los judíos (Ro.9:1-3). Esta vez no se nos detalla su discurso pero lo que sí se menciona es que “hablaron de tal manera que creyó una gran multitud” (14:1). No cabe duda de que ha de haber un elemento persuasivo en una exposición efectiva del evangelio y aun en la enseñanza (Hech.19:8; 26:28), pues comunicar el mensaje de Dios no puede convertirse en un ejercicio frío, académico, teológico, sin relación entre el emisor y el receptor del mensaje. La reacción de los judíos que rechazaban el evangelio fue prácticamente la misma en todos los lugares (2), pero ante una oposición feroz la mejor estrategia es la perseverancia. Otra vez se hace referencia a “hablaron con denuedo”. Y no sólo fue la persuasión sino que el Señor quiso apoyar la palabra de su gracia con señales y prodigios. Nótese que estos actúan como elementos “auxiliares” para llamar la atención sobre el mensaje, no como centros de atención “per se”. El testimonio había quedado claro y ante unas claras intenciones de lapidación lo mejor fue sin duda huir a predicar el evangelio a otros lugares (6).

El pasaje nos ayuda mucho a entender la necesidad de la perseverancia. A veces los evangelistas o misioneros entienden que Dios abre o cierra puertas al evangelio en un lugar según el grado de aceptación u oposición. Desde ese punto de vista en España jamás habría comenzado la obra del Señor. Nunca hay razón para tirar la toalla. Nuestro testimonio no ha de descansar en la aceptación o rechazo de los que nos rodean sino en el poder de la Palabra de Dios. Pequeñas iglesias que han vivido la marginación social y la oposición en la comunidad durante décadas han visto al cabo del tiempo crecimientos espectaculares. ¿Razones? La fidelidad y perseverancia en el testimonio.

Aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre” (Ap.3:8).

Sábado 06 DE MARZO DE 2021

Lo que produce la ignorancia

Introducción Hechos 14:8-20

Hay miles de anécdotas entre los misioneros pero que los confundan con dioses descendidos del cielo supera a todas ellas. La cosa tendría gracia si la ignorancia no revelase hasta qué punto el entendimiento del hombre caído está entenebrecido.

Se nos narra el milagro de la curación milagrosa de un cojo de nacimiento que previamente había oído hablar a Pablo y brotó en él la fe. Pero he aquí que el mismo milagro que apuntaba al poder de Dios se convierte en la mecha que enciende el entusiasmo idolátrico de la multitud. La causa estaba en una leyenda de Licaonia que consistía en que en cierta ocasión Zeus y Hermes (Júpiter y Mercurio para los romanos) habían bajado a la Tierra disfrazados y sólo hubo dos habitantes que los recibieron en su casa, los únicos que no fueron después exterminados por los dioses. Evidentemente no querían volver a cometer el mismo error. Así que tomaron a Bernabé por Júpiter y a Pablo por Mercurio. La contradicción no podía ser mayor, pues justamente eran portadores de un mensaje para llevar a las gentes a la adoración del verdadero Dios mediante Jesucristo y librarlas de la idolatría. De alguna manera el incidente, aunque abominable, fue el mejor contexto para apelarles a la conversión al Dios vivo (15-17). Otra vez persecución, ahora incitada por judíos procedentes de las ciudades visitadas anteriormente, lo cual confirma el crecimiento de la obra de Dios en ellas, y recuperación milagrosa después de otra lapidación no culminada.

¡Qué ignorantes eran los griegos y romanos, que creían en mitologías tan estúpidas! ¿Nos hemos parado a pensar en la cantidad de sandeces que el hombre del siglo XXI asume como creencias? El mundo de las diversas mancias, o formas de adivinar el futuro genera un buen número de “puestos de trabajo” en nuestra sociedad. Tampoco es difícil encontrar gente culta atemorizada por diversas supersticiones. Las mismas hipótesis popularizadas que quieren explicar la creación sin Creador terminan cayendo en extravagancias con el fin de destronar a Dios y sustituirlo por el azar; al menos este no pide cuentas de nuestras acciones morales. Convenzámonos de que estamos viviendo en una sociedad pagana aunque tenga un barniz de cultura cristiana.

¿Hay alguna diferencia entre hacerse un dios y negar la existencia de Dios?

Domingo 07 DE MARZO DE 2021

Recogiendo los frutos

Introducción Hechos 14:21-28

Nuestra comisión no termina con hacer conversos sino con el “enseñándoles que guarden todas las cosas”. Para esto existen las iglesias locales..

La narración no se para en detalles sobre la recuperación milagrosa de Pablo pero sí nos hace notar el éxito de la misión de él y Bernabé en Derbe (20). Vuelven a los lugares donde la mecha del evangelio ya había prendido y se habían formado comunidades de discípulos, a pesar del grave peligro que ello conllevaba por las experiencias anteriores. Pablo y Bernabé eran el ejemplo vivo de lo que suponía llevar “el morir de Jesús” (2Cor.4:10) en sus propias vidas y los que habían creído eran testigos de ello. De aquí la insistencia en advertir a los nuevos creyentes que también ellos padecerían tribulación tras persuadirles y animarles a perseverar en la fe (2Ti.3:12). Continúa la narración con dos cuestiones de vital importancia en cuanto al funcionamiento de las iglesias locales. La primera es la constitución de ancianos (23). El evangelio ha de ser vivido en comunidad y para ello es imprescindible la cohesión. Es fundamental entonces el reconocimiento de hermanos con autoridad espiritual para llevar a cabo la tarea de pastoreo y supervisión (Hech.20:17, 28). La otra gran cuestión es la vuelta a la iglesia que les había encomendado a la gracia de Dios (26), no para darles cuenta de su trabajo sino para compartir lo que Dios estaba haciendo en el mundo gentil. El “equipo misionero” no era una casta independiente de la iglesia de Antioquía sino que lo constituían hermanos a los que el Espíritu Santo había llamado de entre ellos para una obra muy concreta (13:2).

Ser discípulos implica ser enseñados tanto en cuanto al contenido de nuestra fe como en nuestra conducta. No hay forma de cumplir este objetivo de manera individual y para ello tenemos el modelo bíblico de la iglesia local. Su organización, recursos y funcionamiento son el instrumento para llevar a cabo el encargo del Maestro. Cuando todo ello se convierte en un fin en sí mismo y no en un medio, se pervierte aquella meta de “presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” (Col.1:28). ¿Es tan difícil entender esto? A la vista del panorama del cristianismo profesante parece ser que sí.

Un lugar de cultos es como una gasolinera en la que la gente reposta periódicamente; una iglesia local es el reflejo en miniatura del Cuerpo de Cristo.

Lunes 08 DE MARZO DE 2021

¿Cristo y algo más?

Introducción Hechos 15:1-12

La mayoría de las personas que se declaran cristianas entienden que Cristo murió por sus pecados, pero qué pocas aceptan que eso solo sea el fundamento y la base de la salvación. Casi siempre hay un “y”. Cristo y… los sacramentos,… las obras,…el cumplimiento de la religión,… ¿Dónde está entonces la suficiencia de la obra de Cristo?

Si no, no podéis ser salvos” debió poner los pelos de punta a Pablo y Bernabé. El evangelio de la gracia se cuestionaba. ¿Por qué ir a Jerusalén a tratar la cuestión? ¿No podían solucionarlo ellos mismos? Desde luego no porque la iglesia en Jerusalén ejerciera ninguna primacía sino porque en ella se concentraban apóstoles y ancianos muy bien dotados en la Palabra, la repercusión sería mayor e indirectamente no levantaría suspicacias entre los defensores de la circuncisión. Nuevamente es la iglesia de Antioquía la que los encamina (3), identificándose con el viaje. Ambos aprovechan para compartir con otras iglesias lo que el Señor estaba haciendo con los gentiles y así mismo lo hacen con los hermanos en Jerusalén (4) y es ahí cuando se presenta la objeción con más fuerza (5). Debemos ponernos en la piel de aquellos fariseos que habían creído en el Señor. El Dios que ellos conocían era el Dios y Padre de Jesús el Mesías, el autor de la Ley, los Profetas y los Salmos. ¿Aceptar a Jesús y rechazar las cosas que Dios mismo estableció? ¿No parecía lógico que los gentiles deberían hacerse judíos si creían en el Mesías prometido? Entendemos que después de de todos los argumentos que allí se discutieron (7) la mayor parte de la asamblea quedaría convencida. El testimonio de Pedro en casa de Cornelio era contundente (8-9), y si la salvación de los gentiles fue evidente, ¿para qué cargarles con la práctica de la ley?

A ninguno de los que hemos creído en Jesucristo como nuestro único y suficiente Salvador se nos ocurriría pensar que su obra necesita añadidos. Sin embargo no todos los verdaderos creyentes tienen claro cómo vivir su salvación. ¿Qué hacer después? ¿Guardar la Ley? ¿Hacer una lista de “buenas obras” para aplicarse en ellas? ¿Estar siempre activo en las cosas del Señor? La respuesta es siempre la misma: dejarnos transformar por la operación del Espíritu Santo para poder ser instrumentos de justicia.

¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?… ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? (Gá.3:2-3)

Martes 09 DE MARZO DE 2021

No más cargas

Introducción Hechos 15:13-21

¿Puede la iglesia innovar o tomar sus propias decisiones? Tocamos un terreno muy resbaladizo que ha dado pie a que en base a lo que algunos llaman “Magisterio de la Iglesia” se promulguen dogmas y prácticas contrarias a la Palabra de Dios.

El Señor prometió estar con los suyos hasta el fin del mundo (Mt.28:20), y lo dijo refiriéndose a la creación de comunidades de discípulos que aprenden juntos. El problema que se debatía en Jerusalén no era sencillo, y si bien todo parecía indicar que los apóstoles y los ancianos tenían las cosas claras, las consecuencias que se hubieran derivado de no hablar todos con la misma voz hubiera puesto en peligro la transmisión de la verdadera esencia del evangelio. Se necesitaba el auxilio del Señor, de lo cual fueron muy conscientes (28), y para ello contaban con la Palabra de Dios, que además estaba siendo corroborada por la evidencia de las múltiples conversiones entre los gentiles, sin olvidarnos de la propia presencia autoritativa de los Apóstoles. De aquí la importancia del testimonio de Pedro así como de Pablo y Bernabé. Pero la experiencia, si es de Dios, ha de estar en consonancia con la Escritura. Y esto es lo que Jacobo vino a decir con el “con esto concuerdan las palabras de los profetas” (15). La cita es de Amós 9:11-12. En su contexto original Amós está viendo la ruina de Israel a causa de su pecado, la dispersión consecuente. Pero había esperanza. Un día Dios restauraría el Trono en la persona del Mesías y esa restauración tendría que ver no solamente con las tribus de Israel sino con la universalidad de los pueblos. ¡El Mesías ha venido y hay gracia abundante para todos los que le buscan! Decisión final: que no hubiera inquietud para los hermanos gentiles sino que sólo se abstuvieran de cosas abominables entre los judíos que pudieran escandalizarles y que afectarían a la convivencia fraternal.

Dios no nos ha dado “el manual de los creyentes perfectos” sino que también quiere que ejerzamos discernimiento. A veces es necesario tomar decisiones comunitarias de cierta trascendencia y es imprescindible la madurez siempre en consonancia con el espíritu de la Escritura y no tanto con la letra. No es fácil, pero el Espíritu que la inspiró es el mismo que gobierna su iglesia si estamos dispuestos a someternos al Señor.

De cierto os digo que todo cuanto atéis en la tierra habrá sido atado en el cielo, y todo cuanto desatéis en la tierra habrá sido desatado en el cielo”. (Mt.18:18, Biblia Textual).

Miércoles 10 DE MARZO DE 2021

Una carta consoladora

Introducción Hechos 15:22-35

¿Has tenido la desagradable experiencia de descubrir la “letra pequeña” de un contrato y ver cómo todas tus expectativas se venían abajo de repente? Algo así sentirían los gentiles de Antioquía cuando algunos les dijeron que tendrían que hacerse judíos.

La carta que se redacta en Jerusalén está hecha de acuerdo a unos principios que conviene tener en cuenta. En primer lugar el motivo de la carta, que tiene que ver con la sensibilidad y empatía que manifiestan los hermanos de Jerusalén con los de Antioquía al conocer la perturbación de sus almas (24). La mejor doctrina se convierte en algo hueco si no tiene un efecto sanador. En segundo lugar el cuidado práctico para que la carta llegara y para que los hermanos de Antioquía no tuvieran ninguna duda respecto a su autenticidad (27). La gestión cuidadosa de la obra de Dios puede ser tan espiritual como el más hermoso de los cultos. Por último notemos la concreción y claridad de lo que en definitiva preocupaba a los hermanos: no estaban obligados a circuncidarse y guardar la ley mosaica y se les hace unas recomendaciones que tenían que ver con la convivencia con los creyentes procedentes del judaísmo. En cuanto a estas recomendaciones las tres primeras tienen que ver claramente con costumbres relacionadas con la comida. Judíos y gentiles habrían de sentarse a la mesa juntos como un acto de comunión en Cristo (Gá.2:11-14) e imaginemos lo repugnante que sería para un judío comer carne contaminada con actos idolátricos o no purificada de su sangre. Lo curioso es la cuarta recomendación. El abstenerse de fornicación no era una cuestión secundaria para evitar escandalizar conciencias; son un claro mandamiento para todos los creyentes, judíos o gentiles. Es por eso que podría pensarse probablemente en no incurrir en casamientos prohibidos a los judíos por el grado de parentesco.

La auténtica libertad cristiana es algo imposible de comprender para los que no han experimentado a Cristo. Viene a ser un “puedo hacer lo que quiera pero no lo hago por amor a mi hermano”. Algunos pensarán que esto es una limitación; al contrario, la libertad adquiere su verdadero sentido cuando se dirige voluntariamente hacia un fin y no puede haber un fin más alto que el del amor.

Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica”. (1Co.10:23)

Jueves 11 DE MARZO DE 2021

¿Entre líderes maduros?

Introducción Hechos 15:36-41

Siempre hemos sabido que los desacuerdos que terminan en ruptura son propios de creyentes carnales o inmaduros poco dispuestos a ceder en sus demandas. Por eso esta historia nos sorprende. ¿Pero cómo pudo ser? ¡Se trataba de gigantes de la fe!

El texto nos habla de un gran desacuerdo (39) pero aclaremos que un desacuerdo, aunque entren en juego emociones negativas, no tiene necesariamente que ir acompañado de ira, griterío, descalificaciones personales o rencores acumulados. Todo lo contrario. Pablo habla con deferencia de Bernabé en sus cartas (1Co.9:6; Gá.2:9) y reconoce la calidad del gran servicio de Marcos en la obra del Señor posteriormente (Col.4:10; Flm.1:24; 2Ti.4:11). Sin duda las diferencias de personalidad de ambos fue la clave del enfrentamiento en cuanto a cómo tratar el fracaso de Marcos. Bernabé era “hijo de consolación”, el sobrenombre que le pusieron los apóstoles por sus características personales. Es el hombre generoso que lo vende todo para ayudar a sus hermanos necesitados. Se le describe como “varón bueno” (Hech.11:23). Es más, en un sentido es quien introduce a Pablo en el entorno apostólico y quien reconoce su capacidad de enseñanza yendo a Tarso a buscarle. No nos extrañe que un hombre así defienda una segunda oportunidad para aquel que vio “gigantes” en la tierra prometida. ¿No podría Marcos aprender y madurar en las manos del Señor? El tiempo demostró que sí era posible. Pablo, a quien no se le puede discutir un gran corazón de pastor que guarda y defiende al rebaño del Señor con gran sufrimiento, es el hombre de acción, el que armó los líos con los judíos en Damasco y en Jerusalén en su celo de recién convertido. Según su forma de pensar no podía poner en peligro el éxito de la misión.

En los grupos humanos hay líderes afectivos, con los que nos sentimos bien, nos gusta hablar y compartir nuestros ratos de ocio, y líderes efectivos, con los que nos gusta trabajar porque nos sentimos más útiles y seguros. El liderazgo en la obra de Dios necesita este equilibrio entre afectividad y efectividad. La iglesia no es ni un centro terapéutico ni una empresa. Quien nos envió a dar testimonio de Él es también quien invita a los trabajados y cargados a encontrar descanso.

La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron” (Sal.85:10)

Viernes 12 DE MARZO DE 2021

¿A toda criatura?

Introducción Hechos 16:1-10

La narración se centra ahora en Pablo y Silas, quienes se proponen visitar las iglesias que se habían establecido durante el primer viaje para confirmarlas en la fe.

Qué gozo encontrar un discípulo aventajado, joven y espiritual en la iglesia de Listra, cuya madre y abuela (2Ti.1:5) bien podrían haberse convertido en la primera visita de Pablo a la ciudad (14:6). A partir de ahora Timoteo va a convertirse en uno de los más estrechos colaboradores del Apóstol. Pudiera chocarnos en el v.3 lo referente a su circuncisión. Se trata de una estrategia asumida por causa de la obra del Señor para no poner barreras entre los judíos. Precisamente son portadores de la carta de Jerusalén (4) que niega la necesidad de la circuncisión para estar en Cristo. Las afirmaciones de los vv.6-7 pueden desconcertarnos algo por su contundencia: “les fue prohibido por el Espíritu Santo” y “el Espíritu (de Jesús) no se lo permitió”. La estrategia del equipo parecía la adecuada, aquellas regiones estaban bastante pobladas y había numerosas colonias judías. Lucas es muy conciso y no nos abruma en detalles sobre los hechos que dieron lugar a esa inequívoca interpretación de que el impedimento venía de parte de Dios. Podríamos tener una pista en 15:32, donde se dice que Silas era profeta pero el v.9 es diáfano. No sólo no hay prohibición sino un mandato concreto.

Es curiosa la manera de avanzar la obra del Señor. Aparentemente todo parece descansar sobre el hombre. Se necesitan “pablos, silas y timoteos”, personas dispuestas a renunciar a sí mismas que no se achiquen frente a pruebas y tribulaciones y que sean inteligentes para desarrollar las mejores estrategias. Muchos desgraciadamente se quedan ahí. Sin embargo cuando vemos el desarrollo de la extensión del evangelio tenemos que llegar a la conclusión de que todo proviene de Dios. Él es capaz de utilizar el martirio de Esteban para abrir las puertas a samaritanos y gentiles, de levantar a todos los “pablos, silas y timoteos” necesarios para llevar a cabo su propósito y de disponer las circunstancias que abran o cierren puertas. Ante eso, ¿qué podemos hacer? Sólo abrirle nuestro corazón para que nos siga transformando y convirtiéndonos en instrumentos de su gracia.

Dios es el que produce en nosotros así el querer como el hacer por su buena voluntad” (Fil.2:13)

Sábado 13 DE MARZO DE 2021

Éxito y tribulación

Introducción Hechos 16:11-24

Notemos el cambio verbal a primera persona porque Lucas se ha incorporado al equipo misionero. Otra provisión de Dios. No sólo viajaban con un médico sino que Lucas podía después redactar su material de primera mano.

Llegan a Filipos, primera ciudad de Macedonia y elevada al rango de colonia romana por Octavio en 31 a.C. No había sinagoga y se reunían los sábados para orar en un lugar junto al río. El auditorio, constituido por mujeres, escuchaba a Pablo, pero de una manera muy especial lo hacía Lidia, una vendedora de púrpura de Tiatira. Esta era una mujer temerosa de Dios, una forma de denominar a aquellos gentiles que adoraban al Dios de Israel y acudían a los cultos en las sinagogas. El v.14 explica que la clave del éxito de su conversión estuvo en el Señor mismo, quien abrió su corazón. Ella escuchaba pero fue la gracia de Dios la que la alcanzó. Como se ve, no sólo Lidia sino su familia también creyeron el mensaje de salvación y fueron bautizados. Lucas sigue con el relato de la muchacha esclava que tenía un espíritu de adivinación. Nos extraña que lo que decía de ellos era absolutamente correcto: “Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación” (17), pero eso mismo sucedió con el propio Señor en su ministerio público (Mr.1:25; 3:12; Lc.4:35) y Jesús rechazó tal testimonio. Lo mismo hace Pablo; no se necesitan ni se aceptan las fuerzas del mal como colaboradoras de la obra del evangelio. Esto provocó la entrega de Pablo y Silas a las autoridades romanas con una falsa acusación aprovechando el antisemitismo de la ciudad.

Preparamos a los futuros predicadores en homilética con el fin de que ordenen adecuadamente sus sermones y puedan exponerlos de manera lógica y atractiva. Eso es bueno pero hay un peligro si consideramos que esa es la clave del éxito para llevar a las personas a Cristo. Parece ser que Pablo no era un excelente orador (2Co.10:10; 1Co.2:4) pero su éxito no tenía que ver tanto con su discurso como con la acción del Espíritu Santo. Qué gran liberación que las conversiones no dependan de nosotros y qué gran responsabilidad que nuestro testimonio haya de ser claro y coherente con nuestra vida.

 

No hay quien busque a Dios, dice la Escritura. Yo era uno de esos pero su gracia fue más fuerte que yo.

Domingo 14 DE MARZO DE 2021

Tribulación y gozo

Introducción Hechos 16:25-40

A veces nos enteramos de personas que han sufrido condenas de forma injusta. Cuando salen de la cárcel hablan sobre su estado de ánimo mientras estuvieron en prisión: rabia, depresión, incertidumbre, pero nunca gozo ni mucho menos ganas de cantar.

Imaginemos lo que suponían los azotes romanos y a eso añadámosle el tipo de calabozo en el que los pusieron. Para completar el cuadro veámoslos con los pies metidos en un cepo por considerarlos presos peligrosos. De pronto una extraña reacción. Se ponen a cantar himnos a Dios, al Dios que estaba permitiendo aquella situación de intenso dolor. Los cánticos tenían que ver con su actitud de oración. Habían “conectado” con el Trono y veían la realidad que es solamente accesible por medio de la fe, la que no se ve, y contemplando aquella gloria cambiaron el dolor por el privilegio de ser perseguidos a causa de su Señor (Mt.5:12). A Lucas no se le olvida el detalle de que los presos los oían (25). A continuación el terremoto, de carácter milagroso tal y como lo describe Lucas, y algo curioso: ninguno de los presos se escapó. ¿Fue el pánico o el liderazgo espontáneo de Pablo con el grupo? Fuere lo que fuere, el suicidio del carcelero fue evitado, y discerniendo éste que aquellos acontecimientos tenían un carácter sobrenatural reconoce su debilidad así como la dignidad de aquellos mensajeros de Dios llamándoles señores (30). Viene a continuación la archiconocida pregunta: “¿qué debo hacer para ser salvo?” ¿Qué encerraban aquellas palabras? ¿Qué entendía el carcelero por ser salvo? Sólo él y Dios lo sabían pero fue la ocasión propicia para hablarle de Cristo. El posterior comportamiento de él y de su familia daba testimonio de su fe.

De manera inconsciente todo el mundo se hace la misma pregunta del carcelero, las personas buscan salvación. ¿Salvación de qué? El predicador de Eclesiastés necesitaba ser salvo de su propia vaciedad, no encontraba sentido a la vida ni en el estudio ni en las riquezas ni en el trabajo, y a ello añadía la temporalidad del ser. Frecuentemente la música, el arte, el cine expresan claramente ese mismo tipo de inquietud. Hay intentos de respuestas para todos los gustos pero en definitiva Dios ha puesto eternidad en el corazón de los hombres y sólo Cristo puede llenarlo.

Somos así de contradictorios. A veces tiene que temblar la tierra para que miremos al cielo.

Lunes 15 DE MARZO DE 2021

Una palabra, dos actitudes

Introducción Hechos 17:1-15

¿Cómo puede ser que entre personas religiosas, de trasfondo judío en el primer siglo y cristiano en la actualidad, haya esas diferencias de actitud frente al evangelio bíblico? La explicación es siempre la misma, el lugar que ocupa la Sagrada Escritura para ellas.

Siguiendo la ruta de la Vía Ignacia llegan a Tesalónica donde, a diferencia de Filipos, sí había sinagoga. Lucas nos dice que aquí Pablo discutió con ellos y eso lo hizo por tres sábados consecutivos, lo que nos hace pensar que tuvieron que profundizar bastante en las Sagradas Escrituras para hacerles ver que estas hablaban elocuentemente del Mesías, de la necesidad de su pasión, muerte y resurrección (3). Hubo algunos judíos que se convirtieron, pero sobre todo muchos gentiles temerosos de Dios. Como era de esperar, se repiten las reacciones de celos que ya se habían dado en Antioquía de Pisidia, en Iconio y en Listra y los judíos buscan la excusa de la alteración del orden público. Notemos la falsedad de la acusación (7) poniendo a Jesús como un rey rival de César. Pero esto sirvió para que se dirigieran a la sinagoga de Berea. Qué diferencia con respecto a los de Tesalónica, qué interés por examinar concienzudamente la Palabra. Ello tuvo su efecto y el v.12 viene a corroborarlo: “Así que creyeron muchos de ellos”. Nuevamente Lucas remarca el detalle de las mujeres griegas distinguidas que habían creído, igual que en Tesalónica (12). No es improbable que además del fanatismo religioso los celos tuvieran que ver también con la pérdida de influencia de la que hasta ahora habían gozado por el apoyo de las clases altas.

Hay dos clases de personas, los buscadores sinceros de la verdad y los fanáticos. El fanático, crea en lo que crea, tiene siempre el mismo perfil. No es tanto una cuestión de creencias sino de actitud y personalidad. Necesita seguridad y no le importa vender su libertad, su derecho a pensar. Defiende “lo que tiene que creer” y no tanto el porqué de sus posiciones. Qué tristes son los fanatismos cristianos. Se detectan normalmente por su cerrazón a la Escritura. “No puede ser así porque: va en contra de la tradición,… lo aprendí de diferente manera,… tengo un líder que lo sabe todo,… es como siempre se ha entendido,…”. Así qué poco puede bendecir el Dios que ha hablado en Hijo.

Son muchos los que comienzan buscando la verdad y cuando creen tenerla la verdad les hace daño.

Martes 16 DE MARZO DE 2021

Un discurso solicitado

Introducción Hechos 17:16-34

¿Pueden existir mentes geniales en la filosofía o la ciencia y a la vez albergar ideas ridículas en materia religiosa? El mundo grecorromano es un claro ejemplo de ello.

Indignación, enfado, tristeza, dolor. Todo ello sentiría Pablo al ver las manifestaciones idolátricas de forma tan explícita. Así que no sólo discutía con los judíos en la sinagoga sino que también lo hacía con aquella gente que deambulaba diariamente por el ágora dada a la especulación filosófica. Allí había epicúreos y estoicos, dos escuelas de pensamiento contrastadas y Pablo les predicaba el evangelio de Jesús. “¿Qué querrá decir este argot (lit.)?”, se preguntaban algunos, pensando seguramente que pudiera ser un lenguaje para iniciados, lo que era frecuente en el paganismo. Otros pensaban que podría ser predicador de nuevos dioses. Esa era la acusación que le habían hecho a Sócrates casi cuatrocientos años antes y no era una tontería. Así que más que una invitación a que les aclarara lo que predicaba, lo que se produjo fue una exigencia de que diera explicaciones. El Areópago se situaba en la Colina de Marte, justo donde la leyenda contaba que un sabio llevó a su cima unas ovejas debido a que hubo una plaga en la ciudad y como los dioses no respondían a los sacrificios hizo que en cada lugar donde se pararan las ovejas se construyera un altar al “dios anónimo” y se sacrificara un animal. ¿Cómo se atrevían a acusarle de predicar dioses extraños si ellos mismos tenían un dios que ni siquiera conocían? Así que con una agudeza increíble utiliza esa referencia además de otra de sus propios poetas (26) para presentarles al Dios verdadero, el Dios que juzgará al mundo por medio de Jesucristo.

Imaginemos la atención del auditorio. Referencias a su propia cultura tomada como puente, un Dios que ha creado al ser humano y nos ha colocado a cada uno en nuestra circunstancia espacio-temporal para que le busquemos (26-27), un Dios que juzgará al mundo mediante “un varón”,… ¡y aquí se acabó la atención! ¿Razones? ¡Que Dios lo levantó de entre los muertos y que por lo tanto hay resurrección! ¿A quién se le ocurre? Si les hubiera hablado de almas inmortales que nada tienen que ver con el cuerpo… Pero aunque el mundo siga carcajeándose, esa es nuestra salvación y nuestra esperanza.

Tener el entendimiento entenebrecido no es sinónimo de torpeza o locura sino de rechazo consciente de Dios (Ro.1:21)

Miércoles 17 DE MARZO DE 2021

Habla y no calles

Introducción Hechos 18:1-11

Corintizar” era una expresión para referirse a un tipo de vida dada a la lujuria y a la embriaguez. Pero aun así la gracia de Dios llegó abundantemente a la ciudad (10).

Tras hablarnos de su salto a Corinto, Lucas nos presenta a un matrimonio sobre el que encontramos alguna otra mención en las cartas paulinas, Aquila y Priscila. Posiblemente ya eran judíos convertidos procedentes de Roma cuando conocieron a Pablo y se hacen compañeros de trabajo al tener el mismo oficio, cuestión esta importante de cara al gran principio del Apóstol de ganar su propio sustento para no ser carga a los evangelizados ni mucho menos ser un obstáculo para la difusión del evangelio (1Co.9:12-18; 1Te.2:9). Sigue su estrategia de ir primeramente a la sinagoga y el v.5 parece indicarnos que gracias a los donativos recibidos de otras iglesias por mano de Silas y Timoteo pudo liberarse del trabajo secular para dedicarse completamente a la proclamación del evangelio (2Co.11:8-9; Fil.4:15). Igual que había sucedido en Antioquía hay una ruptura con la sinagoga pero su trabajo en ella tampoco fue baldío, pues tanto Ticio Justo, uno de esos griegos temerosos y adoradores de Dios, como Crispo, el principal de la sinagoga, creyeron en el Señor (7-8). La visión del v.9 fue una provisión de Dios absolutamente necesaria para Pablo en ese momento, pues todo apunta hacia un tiempo de gran prueba y debilidad (1Co.2:3; 1Te.3:1-5). Todos necesitamos saber que “nuestro trabajo en el Señor no es en vano” (1Co.15:58), pero cuánto más al atravesar momentos especiales de sufrimiento por causa de su obra.

Se habla mucho, sobre todo en tiempos de crisis, de la necesidad del apoyo social. La familia, los amigos, el grupo de personas que sufren nuestros mismos problemas, son un importante apoyo emocional de cara a las situaciones difíciles. Pablo no era una excepción, ni ninguno de los creyentes. Necesitamos apoyo, el Señor lo sabe muy bien y nos lo provee. ¿Sabemos discernirlo? ¿Sabemos agradecerlo? A veces su provisión viene por medio de hermanos en la fe, o por el consejo de aquellos a quienes el Señor ha levantado para nuestro cuidado (1Pe.5:3), pero sobre todo vendrá por la intimidad con Él cuando le buscamos en oración y valoramos el poder de su Palabra.

Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil” (Ez.34:16)

Jueves 18 DE MARZO DE 2021

Un siervo agradecido

Introducción Hechos 18:12-22

Es normal que las personas que más han trabajado, han sufrido y se han sacrificado por otros se manifiesten como gente a quienes los demás tienen mucho que agradecer, sea familia, amigos o vecinos. Pablo hace lo contrario, sirve hasta el límite de sus fuerzas, pasa grandes pruebas y manifiesta como judío su gratitud a Dios.

El Señor había prometido a Pablo que nadie pondría sobre él la mano para hacerle mal. Se cumplió en el relato que sigue. Los judíos constituían una religión lícita dentro del imperio romano. En principio el cristianismo era una secta dentro del judaísmo y por lo tanto mientras fuera así tenía protección legal como religión permitida. Así lo entendió Galión y por eso no hizo mucho caso a las pretensiones de los acusadores que querían presentarla como religión no judía, lo cual hubiera supuesto un serio obstáculo en su expansión. Volvemos a ver en acción a Priscila y Aquila, esta vez para acompañar a Pablo hasta Éfeso y quedarse allí. Puede extrañarnos el voto de Pablo de raparse la cabeza y tener la intención de ir a Jerusalén a la fiesta. Se trata de una costumbre judía de la época, derivada de las leyes del nazareato, que en aquel tiempo podía tomarse por treinta días. La solían hacer los judíos como una señal de agradecimiento a Dios por haber sido librados de un gran peligro. Pablo tenía mucho que agradecer al Señor en ese sentido y también por los resultados de su misión entre los gentiles y era una forma cultural, a la que no tenía por qué renunciar, de mostrar tal agradecimiento. Los que hacían el voto fuera de Palestina tenían la costumbre de llevar el cabello cortado a Jerusalén y quemarlo en señal de sacrificio. En su siguiente viaje volvería a Éfeso y prácticamente ese sería su centro de operaciones pero ahora retornaba a Antioquía pasando por Cesarea y seguramente visitó Jerusalén según el v.22

Pablo muestra su agradecimiento a Dios primeramente con el corazón y a la vez con una señal externa. Es ese agradecimiento uno de los motores que le impulsan en toda su carrera (2Co.5:14). Decimos que estamos muy agradecidos al Señor por su gran don inmerecido, nuestra salvación. ¿Qué señales mostramos en nuestra conducta de ese agradecimiento? ¿Tratamos de agradarle siempre o sólo en la formalidad de los cultos?

“… y sed agradecidos” (Col.3:15)

Viernes 19 DE MARZO DE 2021

Llamados a ser santos

1 Corintios 1:1-9

Aunque con frecuencia asociemos iglesia de Corinto con creyentes carnales, hemos de pensar que no todos ellos responderían a las conductas censurables que el Apóstol denuncia en su carta. Sin duda habría entre ellos muchos hermanos espirituales.

Para la cultura greco-romana la “iglesia” era una institución ciudadana. Pablo recoge el término diferenciándolo de la sinagoga, pero indispensablemente lo asocia con la obra que Dios, y solo Dios, hace en todos aquellos que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Los santificados, los apartados para Dios en Cristo Jesús, constituyen la ekklesia, los llamados fuera. Somos santificados y “santificandos” , santos cuya vocación, por la gracia de Dios, es la búsqueda de la verdadera santidad.

Es importante que Pablo aborde, antes de censurarles todo lo que vendría a continuación, la posición en Cristo de todos aquellos creyentes. Sin duda la gracia de Dios en Cristo se había manifestado a ellos (4). La palabra y el conocimiento eran abundantes (5). ¡Había señales de vida! (6) y el Espíritu Santo manifestaba sus carismas (7a). Todos los “ingredientes” necesarios estaban presentes para vivir su fe. ¿Vivir la fe en el presente y ya está? ¿En eso consiste la vida cristiana? Pablo apela ahora a la gran esperanza de todo creyente: “mientras aguardáis deseosos la revelación de nuestro Señor Jesucristo” (7b). Nadie es irreprensible pero en ese día todos seremos presentados irreprensibles ante Dios cuando llegue el juicio (8). ¿Garantías? La fidelidad de Dios ((9).

Muchas cosas tenía que reprochar el Apóstol a sus queridos hermanos de Corinto. Alguno hubiera empezado esta carta como un elefante entrando en una cacharrería; otros quizás con un gran sentido de la diplomacia. Pablo es realista y por eso comienza por señalar realidades: lo que ellos son en Cristo, la manera en que la gracia de Dios estaba obrando entre ellos y su destino eterno como creyentes.

¿Cómo vemos a nuestros hermanos que necesitan un “tirón de orejas”? ¿Alcanzamos primeramente a ver la obra de Dios en ellos o sencillamente los descalificamos sin más?

La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará” (Mt. 12:20)

Sábado 20 DE MARZO DE 2021

La cruz sigue molestando

1 Corintios 1:10-25

El diablo sabe muy bien lo peligroso que es para sus planes la unidad de la iglesia. Los motivos de una división pueden ser de lo más variopinto pero hay una constante en la que todos están de acuerdo: su causa siempre es una causa “justa”.

¿Está Cristo dividido? (10-17). Hay divisiones capitaneadas por hermanos que arrastran a otros, verdaderos golpes de estado en las congregaciones. ¡Que Dios tenga misericor-dia de ellos! Pero es verdaderamente lamentable cuando auténticos hombres o mujeres de Dios, siervos honrados, son utilizados como bandera de unos u otros. Es importante reaccionar como lo hizo Pablo, quien sin saberlo también tenían su partido en Corinto. El colmo de la perversión es utilizar el propio nombre de Cristo como justificación partidista.

La iglesia no puede ser otra cosa que cristocéntrica. Cualquier otra invocación o enaltecimiento de los siervos de Dios empequeñece a Cristo. Él fue quien murió y resucitó; de aquí que seamos bautizados en su nombre.

Predicar cómo y qué (18-25). Los griegos estaban muy acostumbrados al arte de la oratoria. De hecho, los sofistas, maestros de dicho arte, ganaban pleitos en los tribunales a base de enredar al contrario.

Pablo renuncia a adornar su predicación con bellos discursos y para colmo predicaba un mensaje de debilidad y locura: presentar a un Mesías crucificado. ¿No era eso un insulto a la inteligencia de los griegos? ¿No era lo más contradictorio para un judío que esperaba un Mesías glorioso? La sabiduría humana guiada por la lógica jamás hubiera podido llegar a la conclusión de que la salvación es por medio de la obra de la cruz. Es locura, y es justamente esa “locura proclamada” el instrumento de la salvación de los creyentes.

Quizás hoy la gente no sigue a los líderes sino a las formas. Frente a la sencillez de una exposición bíblica rivalizan los espectáculos en macro-iglesias, los predicadores que tratan de manejar emociones o la música vacía de contenido teológico pero que sintoniza con los sentidos,… Pocos mensajes sobre el pecado, el juicio, la gracia, la cruz y muchos sobre una visión distorsionada del amor de Dios que alivia las tensiones de los escuchantes.

Mirad que nadie os engañe (Mt.24:4)

Domingo 21 DE MARZO DE 2021

Asombroso poder

1 Corintios 1:26-2:5 

Nos gusta que haya hermanos nuestros que destaquen y sean reconocidos por la sociedad como grandes profesionales, artistas, deportistas e incluso políticos, pero eso no hace más efectivo nuestro mensaje.

Necios y débiles (26-31). Un Cristo crucificado es locura y debilidad para el mundo, pero no así para los llamados. Solamente es por la obra del Espíritu Santo que entendemos que Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios (24). Esta es la paradoja de la salvación, que “el Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza” (Ap.5:12).

Así que un mensaje de locura y debilidad llega a los necios y débiles según el mundo y resultan ser los sabios y fuertes según Dios. Lo necio, lo débil, lo que no es, avergüenza a los sabios, a lo fuerte, a lo que parecía ser.

Coherente con su mensaje (2:1-5). Si la sabiduría de Dios, la que viene de lo alto, choca frontalmente con la sabiduría humana mediante la cual es imposible conocer a Dios, es muy incoherente utilizar la fuerza, los recursos, los argumentos que los sabios emplean para convencer según el mundo. Pablo renuncia a eso (1, 4) y solo quiere hablar de Jesucristo crucificado, paradigma de debilidad. Así que tenemos un mensaje cuyo contenido es débil a los ojos humanos, y a la vez presentado en un envoltorio débil. Y cuando ningún sabio se hubiera atrevido a decir que aquello jamás podría prosperar, se produce un despliegue de poder de parte de Dios en los que escuchan (4-5) y se manifiesta que el evangelio es poder de Dios para salvación (Ro.1:16).

En ningún sitio las Escrituras nos instan a ser ignorantes e incultos. El propio Apóstol Pablo era un hombre de amplia cultura, y de ello encontramos claras evidencias en sus cartas. Pero una cosa es eso y otra muy distinta confiar en la eficacia de nuestro mensaje descansando en nuestra propia persuasión, habilidades o capacidades naturales o adquiridas con nuestro esfuerzo. Quien proclama la Palabra de Dios ha de ser consciente en todo momento que su eficacia siempre es un milagro obrado por el poder del Espíritu Santo.

No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. (Zac. 4:6)

Lunes 22 DE MARZO DE 2021

Secreto a voces

1 Corintios 2:6-16

Si alguien ha tenido la experiencia de hojear un libro de alguna especialidad en la que él sea un profano, habrá comprobado que no se entera prácticamente de nada. Sabe leer, entiende el idioma pero no entiende de qué le están hablando.

Madurez y comprensión (6-10). Hemos visto cómo a los escogidos, necios y débiles según el mundo, Dios los capacita para entender que Cristo Jesús, el Crucificado, “nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención” (1:30). Los “necios” son capaces de entender la sabiduría de Dios, impenetrable para los sabios y poderosos de este mundo.

A mayor grado de madurez de un creyente, mayor grado de comprensión de las realidades espirituales. Los corintios estaban acostumbrados a los simbolismos de las religiones mistéricas que solo los iniciados en ellas podían comprender. La “sabiduría oculta”, es decir no revelada en el Antiguo Testamento, se revelaba ahora mediante los Apóstoles. Pablo acomoda la cita de Is.64:4 en el v.9, referida a la esperanza de Israel, para señalar ahora las maravillas de la “sabiduría escondida” que se nos revela por el poder del Espíritu Santo al conocer a Cristo.

Solo por el Espíritu (11-16). De la misma forma que el espíritu del hombre escudriña todo lo que hay en su interior, el Espíritu de Dios conoce en profundidad las cosas de Dios. Nadie podría tener acceso para conocerlas si no fuera por el Espíritu Santo que nos ha sido dado al conocer a Cristo. Por eso el hombre natural está incapacitado para entender las cosas de Dios por sus propios medios; no tiene la mente de Cristo.

Recibir a Cristo es el inicio. Se nos abre entonces un mundo hasta entonces desconocido en el que percibimos maravillados la gracia de Dios para con nosotros. Lo normal es que un creyente se deje llevar por el Espíritu de Dios en su caminar con Cristo, progrese en su conocimiento, discierna la realidad que le rodea desde el punto de vista de Dios. Eso es ser espirituales. Pero otros creyentes se estancan, no avanzan; por eso no manifiestan en su conducta ni en su manera de pensar su identificación con Cristo. Se trata de hermanos carnales de los que seguiremos hablando.

Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más (Mt.13:12).

Martes 23 DE MARZO DE 2021

¿Sabemos mirar?

1 Corintios 3:1-9

En cierta ocasión Jesús comenzó a decir a sus discípulos que en Jerusalén iba a sufrir, a ser muerto y a resucitar. Pedro se tomó la libertad de intentar persuadirle. La respuesta de Jesús fue fulminante: “¡Apártate de mí, Satanás!… ¡Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres!”.

Hay dos maneras de ver la realidad: como Dios la ve y como la ven los hombres. Hemos adelantado que los espirituales son aquellos creyentes maduros, capaces de entender los misterios de Dios porque por medio del espíritu Santo tienen capacidad para discernir, tienen la mente de Cristo.

Ahora Pablo introduce un término a veces muy mal comprendido: los hermanos carnales. Estos creyentes, debido a su inmadurez o a la resistencia que ponen al Espíritu de Dios para operar en sus vidas, piensan en muchas dimensiones de la vida como hombres naturales, es decir como aquellos que no conocen a Dios. Son creyentes pero no manifiestan su nueva vida en Cristo, su identificación en su Muerte y Resurrección. Ahora bien, el Apóstol no está diciendo que hay dos categorías de cristianos y cada cual queda clasificado en una de ellas, carnal o espiritual. Es muy importante el matiz aún sois carnales (3). Se espera que el ser carnal es una cuestión pasajera, que la inmadurez se supera. Por eso habla de darles todavía leche espiritual.

Una de las manifestaciones de la carnalidad en Corinto era precisamente el partidismo del que ya hemos hablado, y desde esta perspectiva Pablo introduce ahora un principio importante para entender la naturaleza de la iglesia. Aquellos siervos de Dios escogidos por algunos como bandera, eran solo instrumentos en sus manos.

La madurez, el crecimiento en Cristo, es el programa que Dios tiene para cada uno de nosotros. No podemos pedir imposibles a los nuevos creyentes, pero todos sentimos una inmensa frustración, especialmente los guías de las iglesias, cuando creyentes que deberían haber madurado siguen estancados o incluso retroceden. ¿Serán creyentes? ¿Estaremos pastoreando a inconversos?, se preguntan con frecuencia. No nos toca saber lo que hay en el corazón de cada cual pero sí en el nuestro.

¿Cuánto he avanzado desde que di mis primeros pasos en el evangelio hasta el día de hoy?

Miércoles 24 DE MARZO DE 2021

Trabajadores de lo eterno

1 Corintios 3:10-17

Hemos visto que los siervos de Dios son meros instrumentos en sus manos para llevar a cabo su obra. Ahora bien, es una obra se hace ordenadamente; cada uno a lo suyo.

Dos metáforas nos ilustran acerca del crecimiento de la obra de Dios y de la naturaleza de la iglesia. La primera se refiere a una labranza en la que unos plantan y otros riegan. La segunda tiene que ver con la idea de la iglesia como un edificio. Pablo, el que plantaba según la metáfora anterior, es ahora el perito arquitecto que pone el fundamento del edificio. Y el fundamento no puede ser otro que Jesucristo mismo. No hay iglesia si esta no está fundamentada sobre el evangelio según los principios de la sabiduría divina expuestos en 2:1-5. Y una vez colocado el fundamento todos los creyentes tienen la función de edificar encima.

La metáfora del edificio sigue adelante pero ahora tiene que ver con los materiales que cada cual aporta a esa obra de construcción espiritual. Unos trabajan bien, a conciencia, con corazón sincero delante de Dios, buscando la edificación de los creyentes; otros lo harán de manera descuidada, quizás por motivos egoístas, o porque hay que hacerlo, o por que otros lo vean. La obra de cada uno será probada delante de Dios el día que comparezcamos ante el tribunal de Cristo. La obra de unos permanecerá y en un sentido esa es ya su recompensa, ver por toda la eternidad su “granito de arena” en la construcción del Edificio; la de otros desaparecerá porque era vana, no sirvió para nada. Eso sí, será su obra la que no permanecerá por la eternidad, no él, quien será salvo si realmente es un auténtico creyente.

Hay quien se consuela con el si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego (15). ¡Qué mezquindad! ¡Qué diferencia con el sentir de Pablo, quien al pensar en el amor de Cristo no veía otra alternativa que la de vivir para él! (2Co.5:14). ¿Habrá otra cosa más frustrante que el presentarse ante el tribunal de Cristo con las manos vacías? ¿Tener la oportunidad de dejar una huella permanente para la eternidad y pasar de largo? En cualquier caso, quien así piense debería revisar la realidad de su fe.

Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; sí, la obra de nuestras manos confirma. (Sal.90:17)

Jueves 25 DE MARZO DE 2021

Todo es nuestro

1 Corintios 3:18-4:5

La mención nuevamente de Apolos, Pablo, y ahora de Cefas, le da pie al Apóstol para abrir otro tema muy importante, la visión de los siervos de Dios como regalo suyo a los creyentes.

Vuelve otra vez el argumento del Apóstol al tema de la sabiduría mundana como obstáculo para acceder a la sabiduría que viene de Dios. Los corintios se atrevían a juzgar, desde su punto de vista, quiénes eran para cada uno las figuras más destacadas de la iglesia, el mejor orador, el mejor maestro o el que mejor podía hablar sobre el ministerio terrenal de Jesús. Las citas del A.T. correspondientes a los vv. 19-20 (Job 5:13; Sal. 94:11) refuerzan la vanidad de la sabiduría humana.

No os equivoquéis, viene a decir el v.21; al decir yo soy de este o de aquel os estáis haciendo pertenecientes a los hombres, y es justo al revés. Tanto Pablo, como Apolos o cualquier otro siervo de Dios os pertenecen a vosotros, son un regalo a la iglesia de Dios.

Pablo viene a recordarles que en Cristo hay una Nueva Creación en la que todo vuelve a ponerse en su sitio. No solo los siervos de Dios sino el mundo creado, la vida, la muerte (que ya no asusta, por la Muerte y Resurrección de Cristo), el tiempo presente y el futuro de cada creyente (controlado por Dios y marcado por la esperanza), todo es nuestro. En Cristo, como Mediador, volvemos a ser poseedores de todas las cosas. La Nueva Creación ya ha sido inaugurada aunque aún no haya sido manifestada en plenitud.

Así que los siervos de Dios a quienes habían hecho cabeza de diferentes partidos eran “servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios”.

Vivir pensando en cómo me valoran los demás para valorarme yo es una de las mayores esclavitudes de la vida, tiene que ver con una baja autoestima y produce frustración. Un siervo de Dios no puede caer en ello, y la única manera de librarse de ese peligro es saber que el Señor, y solo el Señor, tiene esa capacidad de juicio. Cuidado con someter a tales tensiones a los que nos sirven; además, todos no somos líderes pero todos somos siervos de Cristo, todos somos regalos de Dios a su iglesia.

Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. (Ro.14:10)

Viernes 26 DE MARZO DE 2021

¡Pues vaya credenciales!

1 Corintios 4:6-13

A una joven que terminó su formación universitaria dirigida al desarrollo de comunidades desfavorecidas la contrataron en su primer trabajo para una zona subdesarrollada de Latinoamérica. La primera advertencia que le hicieron fue que tenía que continuar en la medida de lo posible con el mismo estilo de vida que ella llevaba si quería sobrevivir.

La tranquilidad que Pablo dice tener en cuanto a ser o no juzgado por los hombres radica no en su entereza emocional sino en su esperanza. El Señor aclarará todo, no solamente los hechos, también las intenciones, nuestros verdaderos intereses. Lo que dice acerca de Apolos y él era un ejemplo, generalizable a todos los siervos de Dios, para que los corintios se abstuvieran de pasarse de la raya al ir con sus juicios humanos y pensamiento más allá de lo que les correspondía (6).

El partidismo, los juicios hacia los que les ministraban y aun entre ellos mismos solo acarreaban enemistad por causa del envanecimiento. De aquí las preguntas retóricas del v. 7. Si nuestros dones son eso, regalos recibidos, ¿de qué podemos gloriarnos? Parece que a los corintios les pasaba algo muy parecido a lo que le ocurría a la iglesia de Laodicea (Ap. 3:17); ya eran “reyes”. Pablo les recuerda que el reino de Cristo no es de este mundo ni se rige por los mismos principios ((8).

Si esas son vuestras credenciales, dice ahora el Apóstol, os muestro las nuestras (9): somos como los gladiadores del circo, sentenciados a muerte y hechos espectáculo. ¿Presumís de prudentes, fuertes y nobles? Pues nosotros, por amor a Cristo, somos insensatos, débiles y despreciados. No estamos exagerando, ahí tenéis los hechos (11-13)

Qué tiempos en los que los misioneros cristianos venían a levantar iglesias en medio de la persecución, la pobreza, la escasez de comunicaciones o la falta de recursos sanitarios. Cambiaron estilos de vida mucho más cómodos por el que correspondía a un país atrasado y con las autoridades hostiles al evangelio. Interesarnos por las vidas de aquellos valientes es reconocer la gracia de Dios que los levantó y sostuvo.

Señor, gracias por la herencia que nos dejaron aquellos que corrieron antes que nosotros y en muy peores condiciones. Enséñanos a imitarles.

Sábado 27 DE MARZO DE 2021

No para avergonzaros

1 Corintios 4:14-21

Nos gusta hablar del amor o de la gracia, pero parece que nos repele la palabra “disciplina”. Pero recordemos que el término disciplina viene de “discipulina”, forma parte de nuestro discipulado.

Lo que acaba de decir Pablo respecto de sí mismo y de sus compañeros en relación al sacrificio, entrega y renuncia necesarios para llevar el evangelio a los corintios, no es un discurso para quedar por encima y ganar una disputa. La intencionalidad de lo dicho tiene que ver con el amor, para que vuelvan en sí. Podía hacerlo como “padre” de ellos, pues por su ministerio fueron engendrados en Cristo. Así que tenía la autoridad moral y espiritual de decir lo que muy pocos podían (y pueden) decir: que le imitaran (16).

Hasta aquí lo que podríamos llamar disciplina preventiva, la amonestación conforme a la Palabra, la apelación a su conciencia como creyentes. ¿Y si no respondieran? ¿Habría que dejarlos como caso perdido? Algunos seguirían envanecidos de forma obstinada, defendiendo sus argumentos con palabras elocuentes, y atraerían la atención de muchos. Seguramente podrían mostrar su excelente manejo de la oratoria, pero ¿el poder del Espíritu Santo? Ellos tenían la última palabra: dejarse persuadir por la gracia de dios mediante el ministerio del Apóstol o enfrentarse a su autoridad apostólica recibida.

¿Queremos glorificar a Dios? ¿Queremos mantener un testimonio claro individualmente y como iglesia? Pues la disciplina es imprescindible. Ha de estar siempre presente en nuestra relación con Dios (He. 12:7-8). Estamos siendo disciplinados cuando nos acercamos a la Palabra de Dios con espíritu de obediencia, cuando nos dejamos persuadir por nuestros pastores, cuando nos edificamos, cuando examinamos nuestras conciencias en la Mesa del Señor.

Cuando esto no funciona por la dureza de nuestro corazón, Dios no nos desampara sin más. La iglesia, y de forma específica sus guías, han de cumplir la ingrata función de reprendernos, e incluso de excluirnos total o parcialmente de la comunión con los hermanos llegado el caso. ¿Para destruirnos? ¡No! Para que reaccionemos.

Rechazar la disciplina es como el estudiante que abandona. Si somos de Cristo nos volverá a llamar a examen.

Domingo 28 DE MARZO DE 2021

¡Qué fuerte!

1 Corintios 5:1-13

¿Qué motivos puede haber para que una comunidad cristiana permita conductas que escandalizan a creyentes y a la sociedad que les rodea? ¿Miedo a juzgar? ¿Adoptar una ética “progresista” adaptada a los tiempos?

Hasta el día de hoy la lectura del v. 1 nos sigue impactando. ¿Cómo podía ocurrir eso en la iglesia de Dios y seguir admitiendo a la comunión a tal incestuoso? La explicación no podía estar en otro lugar que en el envanecimiento en el que los guías habían caído; estaban por encima de esas “pequeñeces”.

Pablo es tajante. ¿Cómo no se habían tomado medidas al respecto? (2). Ni siquiera hay evidencias de que estuvieran dolidos. Él lo tiene muy claro. Aunque esté en Éfeso se considera como si estuviera reunido en el nombre del Señor Jesús con los guías de la iglesia y juzga el asunto. Entiéndase que es un caso excepcional. Pablo normalmente no va “metiendo las narices” en casos internos de las iglesias, pero es preciso que haga uso de su autoridad apostólica por la gravedad del caso. Solo cabía poner fuera de comunión al perverso, que es seguramente lo equivalente a la expresión “el tal sea entregado a Satanás”. Nótese que aun en este caso tan grave la pretensión es la restauración, no la destrucción eterna del pecador (5).

La jactancia de los guías había dado como resultado la permisividad del pecado, sin reparar en que eso termina haciendo estragos en el resto de la iglesia. De ahí la referencia al símil de la pascua judía. Los israelitas no podían celebrar la pascua si había presencia de levadura tanto en el pan como en el resto de la casa. Cristo es nuestra Pascua y así como la levadura tiene el poder de fermentar el resto de la masa, permitir el pecado dentro de la iglesia impide el acercamiento sincero y veraz al Señor,

Para que un caso extremo de disciplina sea efectivo y cumpla su propósito es imprescindible que toda la iglesia sea unánime. Para ningún hermano es fácil cortar la comunión con el pecador no arrepentido que comete pecados públicos y escandalosos. Ningún favor se le hace dándole la razón y poniéndole el hombro para que llore. Tampoco lo hace otra comunidad que le recibe sin más con los brazos abiertos.

Hay medicinas muy desagradables pero si no se aplican no se ven los resultados.

Lunes 29 DE MARZO DE 2021

¿Dónde están tus intereses?

1 Corintios 6:1-11

Jesús dijo: donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Solemos hablar de nuestra esperanza celestial, de que nuestros intereses no están en este sistema de cosas. ¿Pero esto es siempre así?

Los motivos por los que creyente de Corinto pleiteaban con otros en los tribunales no se nos dice. El v. 7 habla de agravio y de algunos que se sentían defraudados. Pablo les insta a reflexionar si era más importante vindicar aquellos supuestos derechos, seguramente materiales, o el amor hacia el hermano y el testimonio de la iglesia. Claro, si alguien se siente agraviado y defraudado es porque hay agraviadores y defraudadores (8). ¿A quién acudir, entonces? El hecho de llamar injustos a los jueces de este mundo no quiere decir que necesariamente todos lo fueran; es una manera de contraponerlos con los santos. La justicia humana se limita, en el mejor de los casos, a las leyes dictadas por los hombres. No tiene en cuenta, porque ni puede ni es su cometido, los principios del Reino de Dios.

Los santos, por nuestra identificación con Cristo, habremos de tomar parte en el juicio de este mundo, y aun de los ángeles. ¿Nos consideramos entonces indignos de juzgar las cosas de esta vida por ser “pequeñeces”? ¿No podrían haber buscado hermanos maduros que pudieran juzgar, es decir proyectar la luz de la Palabra de Dios sobre el conflicto? (5). ¡Y encima sacando los trapos sucios en presencia de los incrédulos! (6).

Pero volviendo a la presencia de defraudadores en la iglesia, encontramos una gran enseñanza sobre la incompatibilidad de la práctica del pecado con el Reino de Dios. Una lista terrible aparece en los vv. 9-10, que bien pudieran reflejar el pasado de algunos creyentes, pero si verdaderamente lo eran podían sentirse lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu Santo.

Una oveja puede caer en un charco de barro; un puerco lo busca. Un creyente puede tener un horrible pasado, pero si verdaderamente es un hijo de Dios, puede sentarse con toda dignidad en la mesa del Padre, recibir el anillo y el calzado y olvidar lo que Dios ya ha olvidado. (Lc.15:21-24).

Si Dios ha arrojado tus pecados en el fondo del mar, por favor no pesques.

Martes 30 DE MARZO DE 2021

¡Qué sabrán de libertad!

1 Corintios 6:12-20

Es frecuente escuchar como definición de libertad el hacer lo que uno le dé la gana siempre cuando no moleste o perjudique a los demás.

Uno de los dichos que corrían entre la gente de Corinto era justamente todo me es lícito. Los poderosos, los libertinos, los triunfadores de la sociedad pensaban que no había límites, que todo les estaba permitido. Igualmente creían que las viandas estaban hechas para el vientre y el vientre para las viandas.

Pablo sale al encuentro de esta manera de pensar, que seguramente contagiaba a los hermanos. De aquí la corrección. Libertad sí, pero con dominio propio, hay límites. Si no es así, las cosas que creemos dominar terminan dominándonos. Pero es que hay una razón de orden superior: nuestro cuerpo es del Señor, él es su Dueño y lo levantará con poder en la resurrección.

En el mundo grecorromano la comida opípara y la fornicación se relacionaban entre sí y para muchos constituían la finalidad de la vida. Pablo incide especialmente en la fornicación como algo de lo que el creyente ha de huir. Por una parte el acto sexual tal como Dios lo ha diseñado no es un acto meramente biológico, como pudiera ser el de los animales. En el matrimonio tiene un significado tan profundo (Gé.2:24) que la fornicación viene a ser la profanación del carácter sagrado que Dios le ha dado. Si somos uno con el Señor (17), no podemos ser a la vez uno con una ramera.

Es mucho más que una cuestión ética, es que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, y para que esto haya sido posible hemos tenido que ser comprados al precio de la sangre preciosa de Cristo (1Pe.1:18-19).

Cada cultura  y cada época tiene su particular concepto de la libertad. Pata los creyentes la libertad tiene fundamentalmente una esencia espiritual, tiene que ver con lo que Cristo ha hecho en nuestras vidas. Si el Hijo os libertare, seréis  verdaderamente libres (Jn 8:36). El pecado nos tenía amarrados pero la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Ro. 8:2). ¡Por fin! ¡Libres para hacer lo bueno! 

Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. (Gá. 5:13)

Miércoles 31 DE MARZO DE 2021

Para servirle mejor

1 Corintios 6:1-7

Muchos piensan que hay dos grupos de creyentes, los que se toman las cosas del Señor en serio y se han propuesto servirle de todo corazón, y todos los demás. Pablo no tenía ese criterio.

Es necesario al abordar el cap. 7 que el Apóstol está mirando a cada creyente como alguien consagrado a servir al Señor y que además lo hace con la expectativa de su venida. Por otra parte, no sabemos qué cosas le escribieron los corintios (1), y hemos de ver su enseñanza teniendo en cuenta también lo que escribió en otras cartas.

Si ser soltero es bueno (lit. kalon), el celibato no constituye un estado superior al del matrimonio, y el estar casado es lo normal. Los corintios, igual que nosotros, vivían en una sociedad muy erotizada. Ser soltero sin tener don de abstinencia conllevaba y conlleva un serio riesgo de caer en fornicación u otro tipo de inmoralidad sexual. Así que es mucho mejor andar en orden, que cada cual tenga su cónyuge, y esto no como un parche, un mal menor, sino según los sublimes principios que el propio Apóstol desarrolla en Ef. 5:22-33.

Si Pablo pensara en el matrimonio como un mal menor no hubiera escrito los vv. 3-5. El clásico “hoy no me apetece,… hoy me duele la cabeza,… hoy estoy cansado/a,…” puede ser una acción egoísta que prive al cónyuge, a ambos, de un derecho y una fuente de comunicación íntima que en esencia son regalos de Dios. También combate Pablo la “superespiritualidad” que entiende que la abstención hace más espiritual al matrimonio. Si es para ocuparse sosegadamente en la oración, vale; pero por algún tiempo y volviendo a la normalidad para no ser tentados a causa de la incontinencia.

En el texto de Efesios citado arriba, Pablo dice que la relación entre los cónyuges creyentes ha de tener como modelo la relación que hay entre Cristo y la Iglesia. No puede ponerse el matrimonio cristiano a un nivel de mayor dignidad. Solemos pensar que lo más normal es que todos los cristianos se casen. Lo cierto es que hay pocos creyentes que hayan conocido el evangelio como solteros y se planteen con integridad delante del Señor si ese es para ellos o no el estado en el que le puedan servir con más dedicación.

para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. (2Co. 5:15)